Detrás de tú mirada

TÓMAME AHORA

Hoy yo cumplía 16 años, por fin podría confesarme a ella, sus padres se irían de viaje por negocios, estaríamos solos los dos, esta sería mi oportunidad. 

Aún recuerdo, que ambos nos despedimos, ella los abrazo y les dijo que los amaba mucho, ellos también hicieron lo propio. Luego de ello, el señor Mark me estrechó la mano y la señora Kardy me acaricio mi rostro.

Ambos me dijeron - cuida de ella-

-con mucho gusto- les dije

-mamá, papá no soy una niña puedo cuidarme sola- mencionó Ariadne 

-Lo sabemos cariño, pero no está nada mal que un chico guapo te proteja mientras nosotros no estamos- dijo la señora Kardy

me sonrojé y mencioné -ella ya lo sabe señora Kardy, pero lo niega-

Ambos rieron y partieron mientras Ariadne me aplicaba una llave.

Antes de que partiera el taxi- dijeron que habían dejado indicaciones de sus medicinas en la sala de estar y que habían llamado a Frederick su enfermero personal, él que iba hacerle chequeos 4 veces al mes y estaba pendiente de ella en línea, llegará en 4 días ya que está fuera de la ciudad-

Pronto Ariadne me arrastró hacia el interior de la casa, sacó un mapa y una lista con todo lo que quería hacer antes de morir.

-A penas lo vi -oh lo siento-exclamé 

-Por ningún motivo te sacaré de aquí-le dije

Ella me rogó, casi me suplicó que quería ver el mundo exterior, mientras lloraba me contó que, a pesar de ser fuerte frente a ellos, por dentro era muy débil.

-no quiero morir teniendo algún anhelo inconcluso, por favor llévame a mirar el mar, al menos déjame verlo dentro del auto, lo prometo no salir- me dijo

-Nunca más te pediré otra cosa, solo llévame- menciono mientras se limpia sus lágrimas, en ese momento la abracé fuerte y le dije que había contenido mis sentimientos por mucho tiempo, a pesar de tener solo 16 en ese entonces, me había vuelto mucho más alto que ella, así que cuando la abrazaba podía rodearla con mis brazos.

Mi mayor sorpresa fue cuando ella correspondió mis sentimientos, en ese instante la bese con deseo y con lujuria, había esperado tanto por aquel momento.

-Está bien, pero prométeme no salir del auto y lo digo en enserio y sobre todo que volveremos por la tarde-le dije

-claro, -asintió Ariadne, me dio otro beso y subió a su habitación por algunas cosas, mientras yo guardaba sus medicinas en mi mochila.

Lo que no me esperaba era que ella tendría otros planes, a pesar de negarme y encontrarme entre la espada y la pared, sentí la necesidad de hacerla sonreír tantas veces me fuera posible, el momento hizo que me dejara llevar y no pensé en las consecuencias...

Apenas subimos al auto y emprendimos el viaje, tuvo la necesidad de preguntar

- desde cuándo te gusto-

-Desde que te vi- le respondí

Con ella podría ser alguien diferente, mostrarme con franqueza y sobre todo dejar ese chiquillo tímido de lado.

-Si te dijera que me paso lo mismo, pero disimulé tan bien que no notaste nada, hasta hace poco-

continuó diciendo - tenía miedo, era mayor que tú por 2 años, pensaba en qué dirían tus padres, aunque te soy sincera aun lo pienso, eran tantas cosas que sucedieron luego, y me propuse solo mantener mi distancia con mis sentimientos y te apoye y lo seguiré haciendo hasta el día que ...

Detuve el auto, y me estacione en medio de la carretera, rápidamente le tape la poca antes de que continuara, se me hizo un nudo en la garganta de tan solo pensarlo, la tome entre mis brazos y la bese.

-No vuelvas a decirlo nunca más-le dije

-caso contrario te castigare-. Luego, continuamos el trayecto y una señal de tránsito indicaría que pronto llegaríamos.

Cuando nos estacionamos, me baje y le mencione el problema de Ariadne al encargado, pero este se negó, entonces me apresure y saque mi tarjeta de color negro y antes de que pronunciara palabra alguna, exclamó - Disfrute de su estancia señor..., -Hanssen Dei-le respondí

El dinero en este momento era sustancial, regrese pronto al auto y Ariadne no estaba, me volví loco al pensar que podría estar agitada o necesitando su medicamento, tome las cosas y me dispuse a buscarla, sabía que ella no podría estar fuera, de por sí ya era algo riesgoso. De pronto, la vi cerca de la entrada del hotel, había reservado habitaciones y un día más de estancia ahí.

- ¡Estás loca! - le grite estaba muy furioso en ese momento, -me prometiste no salir y mira donde estas ahora-

-Ingresa al auto nos regresamos ahora mismo, iré a cancelar todo lo que has hecho- le dije

Al regresar ya no estaba, era un estúpido lo sé, pero estaba muy asustado de tan solo pensar que podría morir en este momento, quería pedirle perdón, pero en ese instante choque con alguien era una joven rubia, se podría decir alguien muy descarada, ella derramó su bebida en mi ropa y se ofreció llevarla a la lavandería, rápidamente me quite la camisa para ir en busca de Ariadne y ella enseguida se arrincono contra mí, no me dio tiempo de reaccionar, beso mi pecho mientras tocaba una de mis nalgas.




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