Mi rutina era la misma de siempre, algunas veces pasaba por la cafetería, veía a una sonriente Raquel y a muchos clientes ir y venir, algunos hablaban por teléfono con sus jefes, o familiares, por raro que suene estaba empezando a mirar mi alrededor, antes ni siquiera me importaba, al parecer solo vivía sumergida en mi dolor, en mi mundo y en las pocas esperanzas que tenia de seguir existiendo.
-Basta de pensar en eso… -me dije a mi misma, después de todo había salido a despejar la mente.
Los días anteriores habían sido caóticos, no me podría concentrar muy bien, por lo que todavía, no tenía idea de que haría para el concurso, aquel ya estaba a la vuelta de la esquina.
Por el camino me encontré a Rita, primero la acompañe a su salón y de paso me arregle el cabello. De hecho, lo tenía un asco quizás el agua salada lo había daño aún más.
Me despedí de ella, le agradecí y me dirigí a una librería para comprar material para el concurso. Mientras observaba diversos productos, Greg llamo.
-Hola-
Del otro lado del teléfono se escuchó decir -Hola amor, te extraño, no te llame ayer porque pensé que estarías cansada-, - ¿Cómo te fue con Hanssen?
-Todo bien, ya solucionamos nuestras diferencias
-Hoy estas libre- le pregunte
-Hoy… pues para ti siempre estoy libre, pero tendré que hacer varios turnos más, te llamo en cuanto termine-
-Está bien, nos vemos-
-Te amo-
-Yo igual y colgué - aunque ya no sabía si de verdad lo amaba, después de pensar en Hans y no el cuándo moría.
Tras esta llamada, entendí que todo este tiempo el *periodo de negación emocional* que me había forzado a experimentar, me llevo a cometer un grave error, mi primera ilusión sería un completo desastre, lastimaría a Greg y al igual que la primera vez cuando tenía miedo a los cambios, también sentía temor de perder a estas dos personas.
A partir de hoy tendría que aclarar mis sentimientos, no importaba si me dejaban de hablar, pero al menos seria transparente… eso creí
De regreso a casa divise a Hans, pero trate de esquivarlo, todavía no estaba lista, sabiendo su advertencia sobre que pasaria si terminaba enamorándome de él, era de hecho un mal momento para encontrarme con él… cuando pensé que se había desviado o cambiado de dirección proseguí caminando.
-Collet, se puede saber porque me esquivas- escuche por detrás de mi
sobresaltada dije -que te hace pensar eso, solo me detuve a mirar los alrededores un momento-
-Aja, ¿Cuál dedo quieres que me chupe?
- Te hablo enserio, además si ya hemos hecho los pases, porque te evitaría-
Cambiando el tema y disimulando mi nerviosismo dije- ¿Que te trae por aquí?, ¿Es algo nuevo que no estes en tu auto o moto? -
-Pues quise hacer algo distinto y mirar los alrededores
-ya bueno, deja de burlarte-
-Mejor acompáñame a casa si tienes tiempo y de paso almuerzas, mi madre debe estar hoy, pidió días de descanso en su trabajo por mi accidente, aunque le dije que no era necesario, pero aun si lo hizo.
-Collet sé que no es de mi incumbencia, te quería preguntar esto desde hace mucho, pero no me atrevía
-Dime ¿Qué es? y no le des más vuelta al asunto-
- ¿Por qué no le dices madre o mamá a la señora Gill?, las veces que te escuche dirigirte a ella de esa manera fueron mínimas
-mejor no hablemos de eso- le dije. Al poco tiempo nos percatamos que sin querer ya estábamos en la parte lateral de la casa, tocamos y Gill abrió.