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Corro hacia ella y chocamos las armas formando una x entre nosotros, ella me sonríe con malicia en sus ojos alargados y su pálido rostro.
-¿Estas lista para perder? –le pregunto.
-¿Y tú no lo estás hermano? –me contesta con el mismo tono y nos separamos.
Caminamos de lado formando un círculo entre nosotros mientras nos miramos fijamente.
-huele a miedo –finjo olfatear.
Ella suelta una carcajada -¿Sabes que no me intimidas con eso?
Doy un paso al frente moviendo la espada pero me esquiva, su vestido grisáceo baila al ella dar una vuelta, vuelvo a intentarlo y ella se agacha con agilidad tomándome del brazo haciéndome caer, ruedo en el suelo y me levanto de inmediato, las armas se besan una y otra vez hasta que tengo la oportunidad de estar suficientemente cerca para sacarle el cuchillo que trae oculto en la cintura y lo lanzo, me da un codazo pero la tomo del brazo y la empujo al piso y me abalanzo sobre ella poniendo mis manos sobre su katana, por la posición está prisionera a menos de que suelte el arma cosa que sé que no hará porque va en contra de lo que le enseñaron.
Queda un espacio muy estrecho entre nosotros un mechón de mi cabello castaño me tapa un ojo.
-perdiste –digo entre jadeos.
-¿Seguro? –sus ojos bajan a mi garganta.
Tiene un cuchillo a pocos centímetros de mi garganta, cierro los ojos bajando la cabeza y me levanto.
-eso es trampa. –digo.
-eso es inteligencia.
Recojo los dos cuchillos que le había quitado hace un rato -¿Quién trae tres cuchillos encima? –se los lanzo.
Los agarra en el aire y los guarda -Alguien que está preparando. –se acomoda las mechas de su cabello negrizco que por lo general lo tiene suelto.
Me sirvo un vaso con agua- aun así es trampa ¿Cómo lo haces?
-todo está en la muñeca –dice dándole vueltas a la katana con los dedos, da la sensación de que se mueve solo.
-no presumas.
Salmoné sonríe y envina la katana, escucho el canto de un águila, Salmoné mira la entrada de la tienda con seriedad.
-tengo que irme -anuncia caminando a la entrada.
-me hubiera gustado conocer a tu maestro.
Se detiene levantando la cortina y me mira –también yo Alain –y sale de la tienda.
(Salmoné)
Miro alrededor y escucho su canto de nuevo, sonrío al verlo. Un águila de color plata posado sobre un arbusto, me acerco y él me mira aleando la cabeza.
-hola Abid ¿Tienes algo para mí?
Canta de nuevo y veo la carta que tiene atada en la pata, la desato y saco una carta de mi vestido para atársela en lugar de la otra.
-dale saludos de mí parte a Jadá y turquesa –le sonrío tristemente.
El águila sale volando, lo sigo con la vista hasta que desaparece detrás de la copas de los árboles, una parte de mí quiere ir con él, volver a casa, pero la otra sabe que tengo que quedarme. Veo el cielo anaranjado está empezando a oscurecer, suspiro y camino hacia mí tienda, bajo la cortina y me siento en un banco, comienzo a abrir la carta con delicadeza, me pregunto si serán buenas o malas noticias.
"Carta dirigida a Salmoné del futuro rey de Asdod, príncipe Josec Parcebook.
Salmoné, las cosas han canjeado mucho desde tu último informe de Dacíl así que te informaré de la actual situación exterior, las tropas del rey de Télem invaden el territorio de Hoslen, han conquistado ya ocho pueblos y tres ciudades de importancia se llevan cautivos a una pequeña parte de la gente, se desconoce que tiene de especial este grupo aunque probablemente se trate de esclavos sin embargo no estamos del todo seguros, no se retienen de matar, dicen que tienen las armas de asedio más grandes no vista antes y que han encontrado la manera de que sus Powers manejen el none esto ha llegado a mis oídos de fuentes no confiables así que he enviado a uno de mis mensajeros pero ya ha pasado cuarenta días de que debió haber regresado probablemente ya ni siquiera regrese tendré que seguir buscando pero una cosa es segura el país Hoslen caerá, es una verdadera lástima que no quisieron aliarse con nosotros.
También me han comentado que el rey de Télem piensa hacer una alianza con alguno de sus países vecinos así que no sabemos si es con Dacíl o Nayot necesito lo antes posible que me verifique su veracidad tal vez podamos interrumpirlo.
Me alegro que hayan encontrado más reclutas especialmente Powers pero como tú y yo sabemos aún no es suficiente, necesitamos más hombres, me preocupa que aún no hayas encontrado un indicio de donde puede estar el paradero del príncipe Safír Brachen y se nos está agotando el tiempo.
Espero que te encuentres bien, dale mis saludos a Alain de mi parte.
Quien escribe Josec."
Al terminar de leer la carta acerco la lámpara encendida sobre la mesa, sostengo la carta sobre la llama y la miro consumirse lentamente, en realidad son peores noticias de las que esperé, Hoslen invadido por Télem dos enemigos nuestros destrozándose entre sí, pero Hoslen no era un amenaza, Télem lo es, espero que esa alianza sean puros rumores y lo de las armas de asedio y los Powers que pueden controlar el none sean puramente cuentos si no es así me temo que las cosas irán de mal en peor, “se nos está acabando el tiempo” cuan cierto son esas palabras el tiempo se nos está acabando a todos. Miro la entrada de la tienda nostálgicamente, solo espero encontrar a ese príncipe a tiempo.
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(Safír)
Jugueteo con la pluma completamente distraído, se supone que debería redactar una carta pero ni siquiera puedo concentrarme.
Tocan la puerta.
-adelante –digo volviéndome a fijar en el papel que aún está en blanco.
Escucho que abren la puerta, es Kéber con una carta en la mano sospecho que será algo que tenga que aprobar.
Editado: 07.01.2025