Detrás del agua

Capítulo 15b: Noche Oscura

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Camino bajo la luz de las antorchas, todo está tranquilo, tanto que puedo escuchar el chasquido de las telas en las antorchas mientras estas se consumen por las llamas, la brisa me recuerda lo lejos que se encuentra el invierno aún era demasiado cálida, cinco meses, tiene cinco meses de retraso está vez.

De vez en cuando veo un salvaguardia* vigilando los alrededores, la brisa sopla haciendo bailar las llamas de las antorchas deformando las sombras que proyectan, todo parece indicar que será una noche tranquila, pero ni siquiera así consigo conciliar el sueño, aunque debería...

Mis pasos son lentos pero concisos, era como si supieran por dónde ir aunque ni yo mismo sabía hacia dónde iba, todo se trataba de salir a caminar para poder pensar en cualquier otra cosa, esa era la intención.

Mañana será el turno de mí grupo para salir del refugio. El ser seleccionado para ir al Paso del Lobo no me provocó ninguna emoción, ni siquiera por el hecho de que salir puede significar la muerte.

Dos años más de servicio, es lo único que me falta y me perderé del mapa, en mi mano está una piedra con la que juego mientras camino, la pregunta es ¿Qué se supone que haré después? En cuanto termine el servicio ya no tendré un propósito en la vida porque ahora ya no tengo nada por lo que pelear.

Al pasar por una torre me detengo para ver el lugar donde podía conseguirla todas la mañanas, Kamis aún te extraño, ahí fue cuando me di cuenta que mis propios pies me habían llevado de vuelta a ese lugar.

Miro la torre por un largo rato esperando a que asome su hermoso rostro y me salude con alegría pero ella no sale, ni ya nunca lo hará.

Bajo mis ojos bajan lentamente hasta ver el piso y me siento en un escalón de la torre poniendo la piedrita en mis dos manos para seguir jugando con ella.

Dime Kamis ¿Ahora qué debo hacer? La vida carece de sentido si ya no estás, todos mis planes eras tú.

Suelto un suspiro muy largo cargado de tanta melancolía como la que tenía mi corazón, sorprende como con solo tener 24 años, por solo una mala decisión ya se tenga la vida destruida.

Me inclino más hacia adelante con la piedrita bailando entre mis manos.

Hubiera sido mejor que hubiera muerto yo y no tú.

De la nada se escucha una caja caer eso me hace levantar la vista inmediatamente ¿Qué fue eso? Nadie debería estar afuera a estas horas solamente los savalguardias.

Se escucha otro ruido, ese sonido viene de la bodega, seguramente son ladrones.

Me levanto acercándome sigilosamente a la bodega para asomarme por una ranura en la madera, está un poco oscuro pero puedo ver el movimiento de adentro, eran tres hombres conversando en voz baja mientras uno estaba atando un bulto sobre uno de los caballos. Me enderezo sonriendo para mí, esto es perfecto, una distracción es todo lo que necesito.

-…en eso hemos quedado. –termina un hombre con un ojo hinchado.

-bien no metas la pata de nuevo, un error más y todo y te juro que te rompo el otro ojo. –le contesta un hombre barbudo montando el caballo.

-buenas noches señores es un poco tarde para empacar ¿No creen?–los tres voltean sincronizadamente, los he pillado- ¿A dónde se dirigen caballeros?

-a ningún lugar que te incumba –responde el barbudo. -largante.

Me acerco a ellos caminando lentamente como un perro por su casa. -todo lo que pase dentro de estos muros me incumbe señor.

-somos savalguardias no te metas en nuestro camino.

-qué casualidad yo también lo soy -les sonrío- solo para confirmar ¿Cuál es el código de esta noche?

Al barbudo lo escucho susurrar algo y tira de las riendas para correr el caballo saliendo del almacén a toda prisa, lo sigo con la vista hasta que se pierde en la neblina, como sospeché solo son ladrones, mi pregunta es la siguiente ¿Cómo consiguieron las armaduras de los salvaguardias? Un disfraz muy ingenioso la verdad.

Los otros dos desenvainan sus espadas, claro, me había olvidado de ellos, desenvaino acercándome listo para luchar, esto será divertido, solo solo di dos pasos al frente y entonces reconocí un rostro.

-¿Chiese? ¿Qué haces aquí? –pregunto suavizando mi postura.

Mi colega entrecierra los ojos uno de ellos está hinchado como si le hubiera dado una patada un caballo.

-tú no sabes cuando no debes entrometerte ¿Verdad?

Ambos corren hacia mí y chocamos la espadas mantengo la espada de entre ellos y las mías con fuerza y luego los empujo hacia atrás dándome la oportunidad de alejarme y subirme una pila de barriles y bajo mejor luz distingo el rostro del otro, también lo conocía, es un chico bastante cercano al segundo al mando del comandante Cusán ¿Pero qué es lo que está pasando aquí? Ese chico se abalanza sobre mí con todas las intenciones de clavarme en la pared yo salto esquivando la espada y doy una voltereta cayendo espaldas de él entonces lo golpeó muy fuerte en la cabeza con el mango de mi espada dejándolo fuera de combate en el acto.

Miro a Chiese quién me sonríe burlonamente. -¿En qué estás metido?

Su sonrisa se amplía más. -no tengo por qué contestarte. -y corre hacia mí.

Corro hacia él y esquivo su ataque y al mismo tiempo tratando de atacarlo el me responde con unos reflejos casi tan buenos como los míos, vuelve atacarme avanzando hacia mí pero lo hago retroceder lanzando ataques tan veloces que apenas puede corresponder poco a poco lo arrincono entre la pared y las pilas de barriles.

Chiese apreta los dientes mientras trata de corresponderme a los golpes y con un ataque fuerte su espada sale volando clavándose en unos de los pilares de madera.

Lo apunto mientras jadea.

-te lo preguntaré otra vez ¿En qué estás metido amigo?



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En el texto hay: #romance, #secretos, #mediaval

Editado: 27.01.2025

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