Devuélveme A Mi Hija

CAPÍTULO 9: ADVERTENCIAS

CAPÍTULO 9

ADVERTENCIAS

El resto de la noche se fue entre degustar la cena, un par de copas de vino y conversar. Me pareció genial que Parker resultara un buen conversador, es especial, porque eso me libró de tener que explicar mi procedencia. No me gusta hablar de mi pasado, ni hacer el relato triste de siempre porque esa no es la persona que soy ahora ni la mujer que aspiro a ser. Pero comprendería si me insistiera porque es solo natural que se hable de esas cosas. Por fortuna Parker dominó la conversación casi toda la noche. Entre tantos temas, no se cansaba de alabarme.

—Me parece encomiable que trabajes mientras te haces de una carrera. Muy pocas chicas estarían dispuestas a ese sacrificio y tú lo llevas exitosamente —me dijo entre sorbos del vino y gestos de aprobación.

A mi no me lo parecía. Por mi cabeza solo discurría una pregunta: ¿De qué otra forma hubiera podido sobrevivir y pagarme los estudios sino era trabajando? Pero la vida de Parker es muy distinta y no tardé demasiado en darme cuenta.

Era solo mirarlo para convencerse. Su vestimenta impecable, sus zapatos lustrosos, su dentadura perfecta y sus manos que parecían nunca haber conocido el trabajo duro. Además, su vocabulario es refinado. No como el de los chicos comunes con los que me tropiezo en las clases o el autobús.

Esa dinámica de conversación me hizo pensar que teníamos muy buena química. Jessie me ha contado que ha salido con chicos con los que no ha encontrado nada interesante sobre que hablar.

—Me gustaría volver a Budapest…—soltó de la nada —es una ciudad fascinante que no me canso de visitar ¿La conoces? —preguntó.

—Todavía no tengo el gusto —respondí por no admitir que jamás me había subido a un avión y que solo conocía las cuatro esquinas de mi ciudad.

—Algún día iremos…—soltó con una naturalidad pasmosa mientras yo abrí grandes los ojos de pleno asombro —No me mires así…—continuó como si nada, como si estuviera hablando la cosa más normal del mundo —desde hoy te digo que algún día te enseñaré esa fascinante ciudad y la conocerás de mi brazo.

El corazón me dio un vuelco de felicidad. ¡Parker hacia planes para un futuro juntos!

—¿Te gusta la idea? —inquirió al notar que no respondía nada.

—¿No te basta mi sonrisa como aprobación? —respondí.

—Tu sonrisa lo es todo…—volvió a guiñarme un ojo.

Coqueto. Irresistible.

Terminada la cena, nos pusimos de pie para marcharnos. El lugar comenzaba a llenarse de gente y Parker decidió que diéramos un corto paseo por la calle antes de regresarme a casa.

En el pasillo, a punto de tomar el elevador, otra pareja a lo lejos avanzaba deprisa con clara intención también tomar el elevador. Podría jurar que Parker me apresuró para entrar. Apretó el botón que nos llevaría al primer nivel y luego negó haber visto a la pareja. Yo por mi parte, tuve otra sensación.

—Bueno…no sé…a mi me pareció que hasta te conocían…—le dije todavía desconcertada con su comportamiento.

—Lo dudo…pero igual…no quiero compartir con nadie el tiempo que pase contigo.

—¿Ni siquiera un par de minutos en un elevador? —inquirí sin evitar sentirme halagada.

—Ni un segundo. Nada.

***

De vuelta a la casa, Jessie me esperaba despierta, vestida en piyamas y con los ojos soñolientos.

—¿Por qué no te has dormido? Ya es tarde y mañana tienes que trabajar —le reclamé, aunque en el fondo me alegraba que estuviera despierta y poder contarle la maravillosa noche que había pasado con Parker.

Jessie se estrujó los ojos. Era evidente que deseaba irse a dormir, pero la preocupación no se lo permitía.

—¿Cómo me voy a dormir si no sé si el tal Parker es un asesino en serie y ya te tendría cortada en pedazos?

Me alarmé.

—¡Jessie! ¡Que cosas dices! ¡Parker es el chico más maravilloso que existe! —exclamé al tiempo que le mostraba la flor que me había regalado como muestra de su caballerosidad.

—Bonito detalle, pero eso no significa nada…a ver…cuéntame a donde fueron, que cosas hablaron y como se comportó. Sobre todo, eso ultimo… ¿Fue grosero contigo? ¿Te pidió algo en la primera salida? Hay que estar muy pendientes de eso…

Sonreí complacida. Solo tenia cosas buenas que decir de Parker.

—Puedes estar tranquila, fue un caballero en todo el sentido de la palabra. No me hizo insinuaciones ni dijo groserías. Es un hombre fascinante, Jessie…te lo juro.

—No dudo que lo sea, pero igual hay que andarse con cuidado —advirtió.

—¿Terminaste con las advertencias? Es para contarte…

—Terminé…y cuenta rápido que tengo sueño —camina hacía el dormitorio y yo la sigo detrás, ansiosa por contarle.

Jessie se desploma en su cama, se acomoda la almohada y se tira la frazada encima, cubriéndose completa y haciéndose un ovillo. Solo sus ojos quedan expuestos y me miran con atención.

Yo me siento sobre el filo de mi cama y comienzo a contarle.

—Su nombre completo es Parker Gianmarco…tiene 29 años y es abogado con especialidad en casos de familia.

—Vaya currículo que se gasta…—musitó. Su voz comienza a sonar sin fuerza. Pareciera estar sonámbula.

No me asombra su comentario. Jessie puede ser sarcástica hasta estando medio dormida, pero ni aun así se desgasta mi entusiasmo por hablar de mi salida con Parker.

—No te vayas a dormir mientras te cuento, Jessie…espera a que te diga lo mejor…—le insisto, aunque sé que es desconsiderado de mi parte hacerle retrasar todavía más su deseo de dormir.

—Te voy a dejar tranquila para que duermas…pero antes te diré que Parker es un hombre formal y creo que quiere algo serio conmigo.

—Humm…y eso… ¿por qué lo dices?

—Me dijo que un día vamos a viajar juntos! —expresé esto último con total convicción.

Jessie vuelve a abrir los ojos, esta vez con interés.




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