A mis 3 años, empecé con mi formación escolar. no tengo muchos recuerdos de mis primeros años, solo recuerdo que era muy tímida, no hablaba mucho, era cerrada, amable, respetuosa y hacía caso a lo que me decían. en el recreo solo me juntaba con mi grupo de amigos, que estaba conformado por, Gonzalo, Sheila y Maia. todos compañeros de mi salón. También recuerdo que teníamos como una cierta "rivalidad" con otro grupo de nuestro mismo salón, ya que eran como las "chicas ricas" de ese salón, porque llegaban a tener cosas que nosotras no. como las mochilas con rueditas, del dibujo de Sus princesas preferidas, al igual que el set de plato, tasa, vaso, mantel y cubiertos, cosa que mis amigas y yo, no. la rivalidad no era la gran cosa, Consistía en hacernos fock you, sacarnos la lengua y hablar mal del grupo contrario. era como las populares contra las divinas, eran bastante sana, Al lado de lo que hoy son las peleas.
Un año después empecé a hablarme con Karina, una de las integrantes de ese grupo y con el tiempo, se convirtió en mi mejor amiga, lo que nos acercó al resto del grupo Y desde ahí, pasó a ser un grupo grande, que hacía todo juntos. siempre nos sentábamos juntos, tanto en el comedor, como en el recreo y el salón, Cuando nos tocaba actuar, lo hacíamos juntos, incluso en las banderas de ceremonia, nos tocaba juntos.
Académicamente siempre fui buena, No bajaba de 8, 9 y 10. muchas veces como ya dije, me tocó estar en las banderas de ceremonia, cómo escolta o abanderada.
Esto y participar de los actos escolares, no me gustaba, por ser vergonzosa. me daba vergüenza que todos me vieran bailar, leer en público, o estar en la bandera. Los disfraces que recuerdo a ver usado en los actos son, cómo princesa, Ada, India y Dama antigua. Seguramente hubo más, pero esos son los que recuerdo.
Y si se preguntan si me gustaba la escuela, la respuesta es, no. como todo chico a los 3 y 4 años, se niega a ir a la escuela, eso también pasaba conmigo, al menos los primeros días, después que ya estaba más adaptada, al menos lo soportaba, pero recuerdo que muchas veces he llegado a mentir para que vayan a buscarme.
Una vez dije que me había hecho encima, para que fueran por mí, pero no me salió como yo quería, porque en lugar de ir a buscarme, fueron a llevarme ropa limpia y cuando me llevaron a que me cambiara, se dieron cuenta que era mentira. también muchas veces hice el típico berrinche en la puerta, para no entrar, pero nunca resultaba.
Una de las últimas veces que lo hice, recuerdo que entré convencida de que mi mamá lo haría conmigo, pero no fue así y me quedé toda la mañana esperándola en la puerta que regresara. En la primaria la cosa cambió, ahí sí me gustaba ir, incluso llegué a llorar para que me llevaran, un dìa que había una tormenta fuerte Y muchos lugares estaban inundados, en secundaria las cosas volvieron a cambiar, ya que volví a odiar la escuela.
En fin, podría decir que en su mayoría, no me gustaba la escuela, pero lo que puedo rescatar de eso, obviamente son las enseñanzas que te deja y las relaciones.