—J-Jaiden —Miré perpleja al hombre sentada a mi lado y mierda—. ¿É-él será mi nuevo jefe?
Me devolví a Adam, quien me lo confirmó asintiendo
—Sí, como lo he dicho. Además, con Jaiden volverás a tener otro contrato con un horario normal y un salario aún mayor —Propuso sonriendo mientras yo, tragaba la poca saliva en mi boca.
En mi cabeza traté de hallar una respuesta, pero nada me llegó. Me encontré entre la espada y la pared. Por un lado, era realmente bueno, ganaría mucho más de lo que alguna vez había pedido y el crédito universitario, sería un peso que sacaría de mi espalda. Pero, de pronto mis ojos caen en esa especie de monstruo sentando a mi lado con una sonrisa cruelmente malvada y con unos ojos ardiendo en llamas. Mierda. Después del altercado de hoy, este miserable engreído me haría la vida un infierno. No supe que decir.
—Y-yo... —Casi me niego, juro que me iba a negar, pero el "Señor diablo" me llegó a la cabeza—. A-acepto.
—¡Genial! —Sonó bastante emocionado a mi parecer—. Te daré todo lo necesario para que puedas manejarte. Tenemos una pequeña sede de nuestra empresa aquí que apenas se construyó este año. Te daré la dirección y todo estará listo —Me entrega unos papeles en la mano y yo los recibo, temblorosa.
—Y-yo, me voy —Necesito escapar, huir como una cobarde—. Suerte en su viaje, le veo desvuelta —Sonreí por cortesía
Me levanté del sillón, retrocediendo hacia la puerta, lista para correr.
—Adiós, Alison. Te veo el lunes —Esa voz gruesa y varonil cargada de odio y rencor, no era buen presagio—. Creo que disfrutaré mucho de su hermosa compañía.
—Adiós, idi...—Me tragué la lengua y con los dientes bien apretados, soné tranquila—. Señor Jaiden.
Me llené de ira que apenas abrí la puerta para salir, la cerré detrás de mí en un par de segundo. Boté el aire comprimido, y mi sangre hervida, poco a poco comenzó a bajar de grados. Pensé volver y renunciar, pero una parte de mí se negó. Aquel encuentro en el aeropuerto, había desatado un odio entre ambos ¡Dios! Por primera vez estaba enojada conmigo misma y por mis arrebatos, pero su arrogancia llegó a mi memoria. Él se merece mis palabras por completo, es un perfecto inepto.
***
El viaje de vuelta fue estrés a plena punta, por el típico taco de autos en medio de un sol infernal. El partido, ese que había esperado tanto, se fue al carajo. Todo este día se fue al carajo, nada me salió bien y tal vez el karma me estaba cobrando la mano pesada. Llegué a casa exhausta, pero apenas abrí la puerta, todo era un silencio rotundo.
—¡Alison! —Victoria grita de una manera tan terrible que me causa infarto temporal. Corrí hasta su habitación preocupada y encontré una escena muy diferente—. Llegaste.
Sonreí por la cruel broma y me tumbé de golpe en su cama. La miré y ella tenía en su estómago apoyado un tarro de helado de chocolate que al instante se lo arrebaté. Dejó de ver su teléfono y me fulminó con la mirada.
—Oye —Se queja por mi arrebato.
—Tengo que comer, tuve un día muy pesado —Le di mi primera probada al helado y la boca se me hizo agua.
—Alison, ¿qué fue eso en el aeropuerto que llegaste con humor de perros? —Su mirada inquisitiva se detuvo en mis ojos, buscando alguna respuesta.
—El tipo este quería que le llevará sus maletas, yo en cambio le dije que no... ¿Quién se cree que es para verme como burro de carga? Después lo dejé en su sitio. Posteriormente me amenazó y yo le devolví las palabras hasta que nos acercamos tanto que después, y sin ningún escrúpulo me dijo que si yo quería besarlo —Terminé de hablar con los dientes más que apretados.
—Jamás cambiarás, ¿cierto? —Niego rotundamente—. Espera un momento, casi se iban a besar.
—¿Qué? No, yo y él jamás. Sonó tan acosador —Declaré haciendo una mueca de asco y Victoria se ríe a carcajadas—. Fue asqueroso, nada sexy.
—Admite que es lindo —La miré negando rápidamente.
—No, no y no. No lo es. Su maldito ego hace que lo encuentre feo y lo repugne —Hice una mueca con mis labios—. Solo su actitud ególatra me hace saber que sería última persona en la tierra que consideraría lindo. Ese hombre no es más que un pedazo de idiota.
Me enloquece hablar de él.
—Sí que le tienes amor al hombre—Reí con fuerza.
—Amor infinito —Ironicé.
Tipos de personas como esas que se cree superior a los demás, desaparecen de mi vida y ahora lo tengo que ver todo el día. Maldito karma.
—Cambiado de tema, ¿qué ves? ¿algún meme? —Le pregunto extrañada mientras trato de ver su teléfono—. No es uno de esos artículos de espectáculo, ¿O sí?
—Sí, lo es. En los titulares hablarán de Adam y si hablan de él, de seguro hablarán de nuestro nuevo spot publicitario —Dice entusiasta.
"El famoso y guapo modelo Adam Walton estuvo dando hoy declaraciones de que irá por unos cuantos meses al oriente para hacer unos cuantos spots publicitarios con su fotógrafa de campaña, Victoria Bennett —Tomé su teléfono para leer mejor—. En otras calientes noticias, mientras tanto su hermano menor Jaiden Walton, el empresario, se hará cargo de algunos negocios en nuestro país. Aunque hay algunos medios que dice lo contrario y añaden que está en una relación sentimental, ya que hoy fue captado con una chica desconocida"
Me reí irónicamente mientras veía a una chica desde lejos junto a él. Además de ególatra es todo un conquistador el bendito. Podre chica, no sabe lo que se espera.
—Mira la pobre chica con ese estúpido —Me reí de la imagen mientras se la mostraba a Vic.
—Pobre chica —Me cogió el teléfono y rio—. Esta pobre chica vestida así, eres tú.
Mi mundo se fue a la mierda. Me quede en shock viendo esa fotografía tomada de lejos, era yo junto a él. No podía ser cierto. Estaba llegando a límites de mi cordura, ahora por tener que ser vinculada con él. Esa foto junto a él me alteraba, pero me inquietaba más el hecho de que Victoria se iría por tres meses.