Mi querido hermano, ahora convertido en novio falso:
Gracias por aceptar este ritual.
Sabes que me gusta esta forma de comunicarnos, porque no se borra, porque es personal y porque la puedo atesorar bajo mi almohada para que vele mis sueños cada noche.
Gracias por dejarme curarte las heridas con mi saliva.
Gracias por aceptar mi mano y dejarme abrazarte y consolarte aquel día tan triste cuando tuviste que decirle adiós a tu mamá.
Gracias por no soltar mi mano nunca más.
Gracias por quererme tanto, aunque nunca me lo hayas dicho.
El que siempre ha soñado contigo,
Mew.
P.d. Jamás encontraré a un novio más lindo que tú...