"Dios me hizo gay...
Lo supe desde el mismo momento en el que lo conocí a Gulf. Es que Dios no tuvo alternativa. Sabía que me iba a enamorar de él en cuanto lo viera..."
Unas risas pícaras y unos aplausos interrumpieron momentáneamente el discurso de Mew.
"Con el paso de los años, entendí que no fue sólo por eso que soy gay. El mundo está lleno de gays que no conocen a Gulf y son gays... Entonces entendí que Dios me hizo gay porque Él siempre hace de cada creación su mejor versión. Y esto que soy es mi mejor versión. Héteros, gays, lesbianas, trans, no binaries, hijos e hijas de un Dios amoroso. Un Dios que nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
No dijo ama a tu prójimo pero sólo ámalo si es hétero, o sólo si es blanco o sólo si es rico o sólo si tiene tu misma fe o ve al mundo como tú lo ves...
Ama a tu prójimo.
En catequesis siempre nos enseñaron que la Biblia es la palabra revelada de Dios. Y que es inmutable. Que no cambia. Y aquellos que se autoperciben apóstoles y representantes de Dios en la Tierra, creen que palabras como 'hombre y mujer los creó',escritas hace dos mil años para otro pueblo y otro contexto siguen vigentes hoy. Y aseguran que están en contacto personal con Dios.Si esas personas se atrevieran realmente a escuchar a Dios, estoy seguro que Dios los golpearía con su bastón y les diría:
–¡No aprendieron nada! Yo simplemente les dije que amaran..."
Esta vez el salón entero se llenó de aplausos y vítores. Y no dejó de sorprenderme que el propio Padre Yaaj fuera uno de los que aplaudían con más energía.
"Gracias Dios, gracias Padre Celestial, por hacerme gay..."
Y mientras Mew guardaba su discurso en un bolsillo , no me pude contener y grité:
–¡Y un gay muy bonito!
Todo estalló a nuestro alrededor. Gritos, risas, aplausos, festejos.
Llegué a él y lo besé con desesperación, con felicidad, con amor, con orgullo y sus labios también me supieron a eso...