Dioses de piedra y filo

Capítulo 17

Gracias a mis padres inicié hace unos meses la búsqueda de mi novia, bueno, de la chica que creo que era mi novia antes de irme. Con la ayuda de Marcus County, porque he preferido no involucrar a su hijo ni a Brighid en esto, me he hecho con una lista de todas las mujeres llamadas Sarah residentes en La Fosa. Os voy a hacer un favor ahorrándome los detalles innecesarios, la mayoría podrían ser mi madre o abuela y las otras pocas me conocen por ser el hijo del herrero principal. Unos días atrás hubo una que afirmaba ser mi novia, el tema es que ni siquiera se llamaba Sarah. Y me diréis: pero si no te acuerdas de casi nada, ¿cómo estás tan seguro? Pues ni idea, algo me dice que se llama así.

Resumiendo, hace seis meses que llegué y sigo sin saber nada de mi novia. Sin embargo, hace unos veinte minutos que me encuentro en el ala de la Residencia Gubernamental dedicada a la administración de la ciudad. Estoy apoyado en un mostrador esperando a que Thomas encuentre la lista de los participantes en cada una de las partidas.

Esta mañana mis padres han recordado un detalle que podría ser determinante en mi búsqueda. En el grupo con el que me enviaron había más de una chica y puede que una de ellas se llamara Sarah. O eso piensan ellos.

Mi compañero atraviesa una puerta de madera con un tomo enorme en sus manos y se acerca a mí.

—Siento haberte hecho esperar tanto. Es que la última vez lo guardó mi padre porque mi hermano no estaba y era él el que se encargaba de volver a guardarlo después de las salidas y no se acordaba de dónde lo había puesto —ahora está melancólico, como siempre que habla de Robert. No conocí al chaval, bueno, sí lo hice en la partida y en los meses del entrenamiento previo, pero sin recordarle sé que debía de ser una buena persona por lo que dicen Thomas y Marcus de él.

Él deja caer el libro delante de mí causando un estruendo mayor de lo que me esperaba para que yo lo abra. Veo la lista de los integrantes de la partida para comprobar que conmigo, Robert y otro tipo, también había dos chicas. Al momento una sonrisa me estira los labios, levanto la vista del libro para luego darle la vuelta para que Tom lo vea.

—Mira —digo emocionado apuntando con el dedo a lo que me ha puesto tan contento.

Su mirada brilla con el reconocimiento justo antes de fruncir el ceño.

—¿Sarah? ¿Estabas buscando a Sarah? —Me pregunta extrañado.

—Eh, sí. ¿Por?

—Porque yo conocía a esta Sarah. Ella era mi novia —entonces el alma se me cae a los pies y creo que a mi mandíbula le falta poco para llegar al suelo.

—¿Hablas en serio?

—Pues claro que no. Estoy de broma —escuchar eso me provoca una oleada de alivio—. No entiendo por qué nunca me has dicho cómo se llama tu supuesta novia —dice con lo que parece una mezcla rara de hastío, sorna e incredulidad.

—Ya sabes que esto es un asunto muy personal para mí, no me gusta autorecordarme que no tengo casi recuerdos desde los meses previos al sorteo. Aunque hace poco tiempo que tú y yo nos hemos hecho amigos sabes que me cuesta abrirme con la gente —explico apenado apoyando los codos en el mostrador que se interpone entre nosotros.

—Abrirte con mi padre no te cuesta nada —señala.

—¿Acaso estás celoso, Tom? —Pregunto medio en broma medio en serio mostrando una sonrisa ladina.

—No digas estupideces, idiota —responde dándome un puñetazo amistodo en el hombro con una sonrisa.

—Con tu padre me abro porque tengo que hacerlo, es el Gobernador, su ayuda me ha facilitado las cosas para conseguir llegar a dónde estoy. Ahora ya sé quién es la chica que no puedo sacarme de la cabeza. Y a la que dices conocer, así que dime de qué, por favor —le pido imitando la sonrisa que ha puesto él.

—Yo no la conocía del todo, más bien sabía de su existencia porque era Rob quien la conocía de verdad. Ellos fueron amigos desde pequeños, e incluso ambos pertenecieron a la misma partida que tú, cosa que no sé por qué te digo si lo acabas de descubrir por ti mismo —él también se ha inclinado a mi lado sobre el mostrador y, como yo, se ha apoyado sobre sus codos con sus dedos entrelazados.

—Háblame de ella. Por favor.

—Ya te he dicho que no la conocía mucho, Vic —dice incorporándose a la vez que suelta un resoplido de derrota.

—Cuéntame algo, lo que sea —pido en tono de súplica.

—Era una chica simpática, maja, en cuanto la veías te dabas cuenta de que era una buena persona. Se llevaba bastante bien con todo el mundo.

—¿Sabes dónde vivía?

—Sí, ella y una de sus madres vivían en la calle secundaria sureste, justo antes de una de las mercerías, es una casa con la puerta pintada con patrones de diferentes colores, creo que a su madre Mel le gusta el dibujo, no tiene pérdida. Pero no pienso que te vaya a servir de mucho ir allí —eso me hizo girar la cabeza para mirarle directamente—. Sus madres se separaron hace unos cinco años, aunque aún mantenían una buena relación por Sarah. Al menos eso me dijo mi hermano. Después de la salida de su hija de La Fosa se reconciliaron, supongo que la pérdida las unió de nuevo, y se mudaron a otra casa. 

—¿Y su padre? —Pregunto con genuina curiosidad.

En esta ciudad las relaciones homosexuales no son vistas con malos ojos, tampoco es que sean extrañas o inusuales, pero lo raro es que tengan una hija. Parece ser que en el antiguo mundo, antes de la Guerra de Legiones, había lugares en los que no eran libres y otros en los que sí, e incluso los había dónde podían pedir ayuda a terceras personas para tener un hijo biológico de al menos uno de sus integrantes, pero ahora no disponemos de esos avances; por lo que para ello sería necesario que uno de los o las dos tuviera relaciones con otra persona fuera de la relación. Hay muy poca gente dispuesta a hacerlo.

Una opción diferente es que los padres biológicos de un pequeño mueran y una pareja homosexual decida hacerse cargo de él. A pesar de que esto puede parecer más probable no es así, la tasa de mortalidad temprana es muy baja en esta ciudad. Los Extra nos odian lo suficiente como para atraparnos aquí dentro y mantenernos vivos el mayor tiempo posible para que podamos sufrir el encierro el máximo tiempo posible.



#4348 en Fantasía

En el texto hay: brujas, hadas, laberinto

Editado: 02.10.2023

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