Dioses ll: Mitología azteca

Capítulo 7: La leyenda de los cinco soles

Este capitulo va dedicado a @Triahada gracias por tu comentario que lo disfrutes. 

La leyenda de los cinco soles explica las creencias que tenían los aztecas en que otros mundos existían antes del suyo. De acuerdo con los aztecas hubo cuatro mundos anteriores o soles como ellos los llamaban, cada uno regido por un dios específico, una raza humana única y devastada por un fenómeno natural diferente. Cada uno de estos soles estaba ligado con los elementos básicos: tierra, agua, aire y fuego. Cada uno de estos elementos estaba relacionado no solo con la naturaleza y su composición sino también con su destrucción. Hay varias versiones de este mito ya que la información no es completa y el orden suelen cambiar. Esta versión está basada en la Historia de los mexicanos por sus pinturas donde el orden de los soles es el primer sol, el segundo sol, el tercer sol, el cuarto sol y el quinto sol.​

 

Origen del mundo

Después de las devastaciones de los cuatro soles Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son reconocidos por la recreación de la tierra y el cielo, no como enemigos sino como aliados. Según el mito Azteca de la creación, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca crean el cielo y la tierra desmembrando al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli, que quiere decir señor de la tierra, a pesar de que en los textos se puede encontrar una descripción femenina de este monstruo. Se dice que Tlaltecuhtli se combinaba con otro monstruo, el gran caimán el cual con su espalda de cocodrilo le dio forma a las montañas del mundo. Este mito fue esparcido por todo México por lo que llegó a la cultura Maya de Yucatán.

 Este mito fue esparcido por todo México por lo que llegó a la cultura Maya de Yucatán

 

Una de las versiones de este mito dice que Quetzalcóatl y Tezcatlipoca descendieron del cielo para observar a Tlaltecuhtli, al hacerlo vieron que su deseo por la carne fresca era tan grande que no solo poseía una fauces llenas de filosos dientes sino que también poseía dentaduras rechinantes en sus hombros, rodillas y otras articulaciones. Al ver esto los dioses concordaron en que la creación no podía ser completada mientras el monstruo estuviera de por medio. Entonces para crear la Tierra Quetzalcóatl y Tezcatlipoca se transformaron en grandes serpientes. Una de ella tomo la mano izquierda y el pie derecho de Tlaltecuhtli, mientras que el otro la tomó por su mano derecha y su pie izquierdo y entre los dos desmembraron al monstruo. La parte superior del monstruo creó la tierra mientras que la parte inferior fue el cielo.

Este violento acto de desmembramiento al monstruo hizo enojar a los demás dioses por lo que decidieron que para consolar la tierra, todas las plantas que necesitará el hombre para vivir crecerían de ella, de sus cabellos crecieron los árboles, flores y hierbas y de su piel saldría pasto y pequeñas flores; sus ojos serían la fuente de los riachuelos, lagunas y pequeñas cuevas; su boca los grandes ríos y cavernas y su nariz sería la cresta de las montañas y valles. La leyenda dice que se podía escuchar el grito del monstruo en las noches sediento de sangre y por los corazones de la gente y esto solo podía ser calmado por medio de los sacrificios ofreciendo la carne y la sangre para calmar a Tlaltecuhtli y que siguiera dando los frutos necesitados para que la vida humana continuara.​

Estos dos dioses tuvieron cuatro hijos: el primero nació rojo y sin piel que cubriera su cuerpo y lo llamaron Xipe Totec (nuestro Señor desollado). El segundo nació negro, con garras y colmillos de jaguar y lo llamaron Tezcatlipoca (Espejo negro que humea), el tercero nació blanco con cabello rubio y ojos azules y lo llamaron Quetzalcoatl (Serpiente emplumada) y el cuarto nació azul, con la mitad de su cuerpo descarnada, y lo llamaron Huitzilopochtli (Colibrí zurdo).




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.