Dioses: Mitología nórdica

Capítulo 3: Cosmología

En la mitología nórdica el mundo está representado como un disco plano. El disco está situado en las ramas del árbol del mundo Yggdrasil, que sostenía los nueve mundos. En él habitaban varias criaturas, como un dragón llamado Nidhogg en las raíces, que, royéndolas, quería derribar a un águila sin nombre (consiguiéndolo en el Ragnarök) que habita en la rama más alta, y desde ahí vigila los nueve mundos. Esta a su vez tiene un halcón llamado Veðrfölnir en el entrecejo, que vigila los movimientos del águila. Además hay una ardilla llamada Ratatösk que corretea de las raíces a la copa llevando noticias falsas del dragón al águila, y viceversa, sembrando la discordia entre ellos. Asgard, la región alta del cielo, (as- indica áss/Æsir, gard es asentamiento o residencia), donde vivían los dioses, estaba localizado en el centro del disco, y solamente podría llegarse hasta allí caminando por el arco iris (el puente Bifröst, guardado por Heimdall, quien estaba provisto de un gran cuerno con el que avisaba cada vez que un Æsir (dioses del panteón de la mitología nórdica) o un Vanir lo cruzaba. Los gigantes vivían en un lugar llamado Jötunheim.

Había una fría y oscura morada llamada Niflheim, y en la zona más profunda de esta se encontraba Helheim, lugar regido por Hela, hija de Loki. De acuerdo a la Edda prosaica, este era el lugar último de residencia de la mayoría de los muertos. Estaba situado en algún lugar al sur del ardiente reino de Muspelheim, hogar de los gigantes de fuego. Entre otros reinos que componen esta cosmología se destacan Alfheim, hogar de los elfos de luz (ljósálfar), Svartálfaheim, hogar de los elfos oscuros. En medio de Asgard y Niflheim se encontraba Midgard, la región baja del cielo, el mundo habitado por los humanos (véase Tierra Media).

La cosmología de la mitología nórdica incluye un fuerte componente de dualidad. Por ejemplo el día y la noche tienen sus contrapartidas mitológicas Dagr/Skinfaxi y Nótt/Hrímfaxi, el sol y el lobo que la persigue (en esta mitología «el» sol es femenino y «la» luna, masculina), trayendo la oscuridad Sól y Sköll, la luna y el lobo que la persigue Máni y Hati, y la oposición total entre Niflheim y Muspelheim que da origen al mundo. Esto puede verse reflejado en una profunda creencia metafísica en los opuestos para la creación del universo.

 



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En el texto hay: dioses, diosesnordicos

Editado: 02.03.2018

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