Dividida entre dos corazones

Capítulo 4

Callie e Irina recorren un largo camino entre el abundante bosque. Ninguna de las dos ha pronunciado una palabra. Irina está enfocada con sus animales y Callie está inmersa en su propio mundo. El sol está brillando a lo más alto. Los rayos solares iluminan las hojas verdes. Aun así, Callie percibe esa extraña opresión de la oscuridad en su pecho. La belleza de la naturaleza sigue latente después de la destrucción. Todo lo fabricado por el hombre derrumbado en un segundo. Los seres humanos han vivido por tanto tiempo, pero la humanidad no está garantizada para toda la eternidad. Puede la tierra sobrevivir, ¿pero la vida? Tal vez sí, tal vez no. Puede que mañana o en millones de años, seguir vivos. ¿Pero una vida eterna? No. La humanidad tarde o temprano se extinguirá. No podemos hacer nada para evitarlo. El universo es incierto y hostil. Lo único que sí podemos realizar es no acelerar el proceso del exterminio de los seres vivos. Cada vez, hay más casos de animales en peligro en extinción, océanos contaminados, países demolidos por las guerras. Hay que paralizar la avaricia de los humanos antes que sea demasiado tarde para actuar.

—¿Quieres comer algo?

La pregunta de Irina interrumpe los pensamientos de Callie. Las tripas de la joven comienzan resonar. Callie suelta una pequeña risa. ¿Cuándo ha sido la última vez que ha comido? ¿Durante su trabajo en la librería? Está hambrienta, pero no tiene las ganas de probar la comida. Como si la boca de su estómago se hubiese cerrado. Pero, Callie no debe caer en la hambruna. Tiene que alimentarse bien para tener la suficiente fortaleza para no morir.

—Sí. Tengo mucha hambre. ¿Pero qué puedo comer? Estamos en medio del bosque.

—¡Oh! No te preocupes. Llegaremos pronto mi casa. ¿Te quedarás conmigo por unos días o prefieres partir cuanto antes a Petite Villa?

Es una oferta tentadora quedarse en la casa de Irina por unos días. Pero, Callie ya ha tomado una decisión definitiva. Estar en Grand Sunlite es arriesgado. Los asesinos de sus padres pueden estar buscándola entre los destrozo de la gran ciudad. Un pequeño pueblo como Petite Villa, Callie podrá sobrevivir y estar a salvo del peligro.

—Si pudiera irme a Petite Villa hoy estaría genial.

—Entonces, come algo para ganar fuerzas. ¿Sí? —inquiere Irina con preocupación.

Callie afirma ligeramente con la cabeza.

—Sí. Te estoy agradecida por la ayuda.

—No hace falta que me des las gracias. Amo ayudar.

—Igual debo darte las gracias.

—Bueno, ¿tienes dinero para el billete a Petite Villa?

Callie sacude su cabeza. Recuerda que ha traído con ella la billetera, pero tal vez durante su caída al río, se le hubiese perdido.

—Puedo prestártelo.

—¿Sí? Me siento mal.

—No lo pienses más. No es tan caro el billete. Además, puedo conseguirte alojamiento sin tengas que pagar nada. Conozco una amiga que busca una recepcionista para su hostal en Petite Villa. Creo que eres la perfecta candidata para el trabajo.

Los ojos verdosos de Callie relucen de la emoción. A decir verdad, la joven no ha pensado que en Petite Villa tiene que encontrar un lugar donde alojarse y un trabajo para mantenerse. Solo quiso desaparecer de Grand Sunlite lo más rápido posible.

—Me harás un gran favor. ¡De verdad, muchas gracias!

Durante el restante recorrido, Callie ha conocido la vida de su salvadora. Irina es de Velikaya Zima, una ciudad muy lejana. Es conocida por su clima helado y desértico. Irina es una joven solitaria. Sus padres le han obligado a un matrimonio concertado e infeliz. Durante la noche de la gran boda, Irina huye, dejando atrás una vida llena de lujos y riquezas. Sí, pertenecía a la alta sociedad de Velikaya Zima, pero no era feliz ni tampoco libre. Ahora, tiene una pequeña casa, sus felinos y su bien más apreciado: la libertad.

Las dos jóvenes llegan a su destino. La vivienda de Irina es de madera, diminuta pero acogedora. Está ubicada en la entrada del bosque. En ella, puedes observar el pequeño río y los enormes pisos de la ciudad.

Callie supone que este sitio ha sido bonito antes de la catástrofe. La joven se pregunta sobre lo que está ocurriendo en el país. ¿Venganza de la naturaleza por destrozar su hábitat? ¿O es una guerra? Es casi imposible que fuese la segunda opción. ¿Por qué? Porque en su país, no existe los conflictos bélicos. Hubo una, pero ha sido hace siglos. La monarquía es parlamentaria y pacífica. No hay casos de injurias hacia la corona. Todos los ciudadanos aman a la realeza. A diferencia de otros reyes del mundo, ellos sí se preocupan por el bienestar de sus habitantes.

Pero lo casi imposible se puede convertir en posible. La codicia no tiene límites.

Callie observa como Irina curva un poco su cuerpo para entrar por la puerta. Irina es alta. Tal vez mide uno setenta metros. Callie ha entrado sin ningún problema. Ventajas de ser bajita.

La casa por dentro es más agradable y cómoda. Irina tiene una habitación ordenada y colorida, una sala de estar llena de estanterías, una cocina diminuta y el cuarto de baño. En las piernas de Callie, aparecen dos gatos. Estos la huelen con sus hocicos.

—No tengas miedo. Siempre hacen eso con los desconocidos.



#24692 en Novela romántica
#11573 en Fantasía

En el texto hay: amorodio, enemistad, veganza

Editado: 19.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.