Doblemente Padre!

5

Capitulo 5

Ethan

―Ahora si. Dime que pasa?―le pregunto mientras nos sentamos en uno de los sillones.

―recuerdas que te conté que salía con una mujer?―lo encuentro escribiendo algo con sus dedos en el pantalón.

―si pero tu sales con muchas, que hay con eso?―lo miro un tanto extrañado. El nunca habla de mujeres a menos que se esté refiriendo a diversión con ellas.

Darren sigue jugando con sus dedos y evita mi mirada por lo que intuyo que algo raro esta pasando y creo imaginarme que es.

―eh... bueno pasa que he estado saliendo con ella....muchas noches.

―eso no es normal,nunca repites.―acomodo mi saco.

―lose.... pero ella es ....diferente―al fin enfoca su mirada en mi.―yo queria avisarte que necesito salir de la ciudad. Necesito ir tras esta mujer.

―y que planeas hacer? sabes que por mi tienes el permiso pero solo por el fin de semana.El martes te necesito de regreso.

―claro,como usted diga jefe―Darren se burla de mi. Ese es mi amigo , parece que ha caido en las redes del amor. Espero que no pase por lo que yo pase.

Esa tarde la pase hablando sobre unos problemas de la empresa con Darren y el quedo en ayudarme a solucionarlo desde el lugar donde estaría.

El fin de semana estuve en casa con los gemelos. Estaban castigados por lo que no salimos de casa. En su lugar estuve jugando con ellos y haciendo otras actividades.

El martes justo como prometió, Darren llego a la oficina alrededor de las 9 de la mañana.

Estuvo trabajando en su oficina y yo en la mía. Solo paso a avisarme que había llegado y prometió contarme algo después. Ya lo sospechaba porque no había dejado de sonreír.

Llegué a mi casa tras una larga mañana y junto a James y Jake hacia la comida cuando recibí una llamada un tanto inesperada.

― ¿Hola? ―pregunto al contestar ya que es un numero desconocido.

―Ethan―se escucha un susurro. Hay luego una pausa donde no dicen nada.

― ¿quién es? ―tengo mucha curiosidad ya que la voz no la reconocí debido al tono bajo en que lo dijo.

―Ethan―escucho de nuevo la voz, pero ahora está hablando en un tono más alto. ¡No puedo creerlo! Yo conozco perfectamente esa voz. Mi cuerpo parece congelarse y el tiempo parece detenerse. El sonido de los autos pasar por la calle nunca se había escuchado tan claramente. No hay manera de que sea Ella. No debe serlo, mi mente debe estar jugándome una mala pasada.

―¿quién es?―vuelvo a preguntar finalmente sintiendo el enojo correr por mis venas.―no es gracioso. Exijo que me digas ¿quién eres y que quieres? ―Camino hacia la ventana de la sala principal tratando de que los gemelos no me escuchen.

―Ethan....Soy Liv…. tu Olivia―el aire nunca me falto tanto como en este momento. Siento que se escapa de mis pulmones. Las manos comienzan a sudarme y siento como un hormigueo en ellas, mi corazón late desenfrenadamente y comienzo a sentirme mareado. Me recargo de la pared mientras la imagen de ella no deja de aparecer en mi mente.

Es entonces cuando recuerdo la primera vez que la conocí en aquel café mientras leía un libro. Luego cuando la veía todas las mañanas. Cuando acepto ser mi novia, cuando nos casamos, cuando estuvimos en la luna de miel en España. Todos los momentos tan íntimos que compartimos. Todos estos me llevaron a el momento más bonito que he tenido en mi vida, el cual fue el nacimiento de mis hijos. Pero también me llevaron al momento más horrible de mi vida cuando me quede solo con dos bebes de un mes de nacidos que no paraban de llorar mientras la soledad rodeaba mi habitación. El armario solo contenía mi ropa, la de ella estaba desaparecida completamente.

― ¿qué quieres? ¿porque volviste? ―el enojo sigue presente. Es la única persona a la que le guardo rencor. No por mi sino por mis hijos. Mi mano aprieta inconscientemente el teléfono.

―Ethan... yo necesitaba escuchar tu voz―es lo primero que dice en un tono suave y asustadizo. ―cómo están ellos? ―el enojo aumenta en mí. Ni siquiera puede llamarlos por su nombre. No sé en qué momento cambio todo para ella.

― ¿Ahora no sabes sus nombres? ¿Para qué preguntas por ellos si ni siquiera puedes llamarlos por el nombre que les pusimos? ¿Ya te aburriste de estar sola? o es que alguien te ha dejado como tú nos dejaste a nosotros?

―Yo... necesito hablar contigo. Por Favor Ethan. Debo explicarte todo, el porque me tuve que ir―escucho desesperación en su voz conforme va hablando, pero no puedo creerle. Me niego a creerle. Ella olvido que teníamos dos bebes de un mes de nacidos y que al ser dos yo no podría solo. Se fue una noche en la que yo dormía en la habitación de los gemelos tras darles de comer porque no habían parado de llorar. Se fue dejándome solo con sus cuidados. 

Nunca sabrá lo que es estar solo cuidando a ambos mientras lloraban al mismo tiempo y pedían comida. Cuando pedían la leche materna y cuanto costo encontrarles leche de fórmula que les gustara. No le importo que uno de ellos tuviera asma. Simplemente empaco sus cosas y se fue llevándoselas y con eso también se llevó el amor que tenía por ella.

―Yo no necesito hablar contigo―cuelgo el teléfono mientras no puedo aguantar más lo que siento. El aire se me va aún más. No me he dado cuenta de cómo ni porque, pero alcanzo a ver a Darren gritándome mientras estoy recargado a la pared en el suelo. Está dando palmadas en mis mejillas mientras grita algo, pero la sensación que tengo puede más cada vez. 

―Ethan! Ethan! ¡mírame carajo! ―sigue dando palmadas. Alcanzó a ver a los gemelos tras él. Uno trae en su mano el teléfono de la cocina. Ambos tienen los ojos llorosos, están llorando y muy asustados. Es lo que me hace reaccionar, solo ellos.

No puedo asustarlos así, comienzo a tomar respiraciones profundas imitando a Darren quien las hace frente a mí. Poco a poco vuelvo a la realidad, pero no puedo sacar de mi mente que ella ha intentado volver a nuestras vidas. Ella no puede volver y pretender que nada paso.



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En el texto hay: gemelos, drama, aventuras

Editado: 21.02.2023

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