Mientras soñaba en su propia clínica e imaginaba su propia consultorio donde atendería muchas personas con problemas de salud, le hacia el avioncito con una cuchara llena de puré de frutas a su pequeña bebe Susy de apenas seis meses, Megan por esos últimos meses ha intentado ser una madre y se siente orgullosa que todo eso haya funcionado, sin embargo la vida le ha dado un giro al tenerla en su vida.
Observa su reloj cada minuto esperando que por nada en el mundo se le haga la tarde para ir al hospital.
-Eso es mi bebe – imita la voz de la pequeña de una manera dulce – solo te falta un poco y luego iré a cambiarte.
-Esa cama que me prestaste esta súper cómoda – dice su hermana Retana cuando se acerca a la cocina aun adormiladada por acabada de levantarse, se encamina donde esta Megan para darle un beso en la frente a su sobrina – hola mi Susy hermosa.
-¿No deberías ir donde mamá? – pregunta Megan mientras le limpia la boca a su bebita que se ha llenado de pure.
-Sí, iré después que te vayas – dice sentándose cerca de la encimera - ¿no tienes una cirugía ahora?
-Sí, pero es a las ocho de la mañana – respondo con tranquilidad cuando se levanta para dejar el plato en el lava manos – aún tengo tiempo.
-Pues mi celular dice otra lo contrario – dice Retana cuando se levanta para dárle el celular a Megan e indicarle que horas son, abre los ojos como platos al ver son las siete y media.
-¡Carajo! – exclama cuando sale corriendo a su habitación, Retana agarra la bebe en brazos y se la lleva al cuarto de su madre – el señor Grifad me matara - dice Megan al ver que su hermana se encuentra en su cuarto.
Agarra sus cosas como la bata, entre su cartera para luego colocarse sus tacones con rapidez, no son tan altos pero esta acostumbrada a ellos.
-¿Puedes llevarte a Susy contigo? – Pregunta Megan observando su reloj quien es el culpable de su retraso ya que está atrasada la hora - por favor.
-Claro, se la llevare a mamá – dice viendo a su sobrina con una sonrisa de lado – sabes que le gusta estar con su abuela.
-Si eso se nota a leguas – responde sonriendo cuando agarra las llaves y camina para darle un beso a su bebe – adiós Susy.
-No te preocupes por ella, las cosas están en su cuarto, las llevare conmigo – dice Retana con una sonrisa, Megan solo asiente despreocupado ya que confia en su hermana.
-Gracias – sale del cuarto de inmediato, cierra la puerta de la entrada para ir a la cochera y meterse a su auto.
Al quererlo encender se lleva la sorpresa que no le arranca, lo intenta dandole vuelta a la llave varias veces pero es imposible el carro no enciende.
-¡Carajo! – exclama golpeando el volante, sale del auto para irse a la calle y pedir un taxi, al fin de dos minutos aparece uno, entra en él y le indica al chofer el lugar donde quiere ir.
En el camino repasa los pasos que debe hacerle a su paciente quien tiene problemas en su medula espinal y debe ser operado, de repente recibe una llamada de su amiga Glenda quien es la enferma del hospital donde trabaja.
-Hola, voy en camino – responde en seguida porque sabe que le preguntara.
-¿Por qué vienes tarde? – Pregunta con nervios su amiga – el doctor Scott nos regañara.
-Ese no tiene relevancia – dice en seguida mientras arregla su cabello intentando ponerse una coleta – el que me preocupa es el Grifad me va a matar.
-Sabes que no lo hare – ella comienza a reírse, Megan pone los ojos como plaros sabiendo que es lo que seguira – él te ama y tú no le das una oportunidad.
-Cállate – responde en un susurro como si alguien la fuese escuchar – si Alan te escucha se morirá de celos.
-Tranquilizate el no esta aqui – responde Glenda riendose aun, de repente en el celular se escucha que un señor llama a su amiga – bueno te dejo, ya me regañaron.
-Bueno, ya llegare – corta la llamada para fijarse que está en medio de un tráfico – señor puede apurarse, no sé, dar con otra salida, tengo una operación en menos de diez minutos.
-Lo siento, el tráfico es mucho – dice el chofer apretando el volante con fuerza, queriendo hallar una solución.
-¡Rayos! – Agarra su cartera para sacar dinero de este – gracias de todas maneras – le da el dinero y sale del auto.
-¿Qué hará entonces? – pregunta el chofer preocupado al ver que ella sale.
-No se preocupe – después de decir eso trota para llegar más rápido al hospital.
Mientras tanto en medio del tráfico se encuentra un auto de último modelo donde lleva su chofer el millonario Liam Walker quien está enojado por el tráfico que lo interrumpe para llegar a la empresa, nunca ha sido impuntual pero ahora se le complicara.
-¿Qué rayos le pasa a estos carros que no se apuran? – pregunta con voz ronca de lo enojado que esta.
-Algunas veces hay manifestaciones señor – exclama el chofer pendiente de la calle esperando que se disuelvan los carros.
-Iré a ver – en ese momento Liam sale del auto dejando la puerta abierta sosteniéndose de ella mientras observa cual es el motivo de la tardanza de estos carros.
En ese momento que esta de espalda, la doctora Megan va trotando sin mirar al frente por estar queriendo arreglar su reloj, lleva una falda de vestir que le llaga en la rodilla, con una camisa roja de mangas normales, mientras arregla su reloj no se da cuenta de la persona que se encuentra en frente de ella, chocando con la espalda de Liam haciendo que este cayera junto a la mujer, luego de ese penoso momento, Megan un poco inconsciente de lo que pasa, se levanta de una sola vez.
-Lo siento señor… no fue mi intención – dice nerviosa por lo que acaba de suceder, intenta ayudar al hombre pero este no se deja y la fulmina con la mirada.
-Debería tener más cuidado – dice levantándose para luego limpiar su traje de empresario, con sumo cuidado sin mirar a la mujer con quien sufrió el accidente.