Saca una caja de leche del refrigerador mientras habla por teléfono con su amiga Glenda.
-Sabes que esto es solo un trabajo – habla Megan riéndose de los chistes que le cuenta Glenda.
-Lo sé pero algo pueden sacar de tus jefes – dice en modo coqueto, mientras que Megan niega como si la viera.
-Mejor tu ven a cuidarlo – dice caudno deja un poco de leche en su vaso para luego consumirlo de manera rápida, pone la caja en la encimera - ¿Cómo están en el hospital?
-Bien, Alan te extraña – responde molestando a Megan – y el señor Richard también te extraña.
-Deja de decir tonterías – se queja, cruzándose de brazos.
-Por qué no aceptas que tu jefe te ama, te suplico que no te fueras – afirma su amiga exageradamente.
-No exageres, tal vez es normal – contesta restándole importancia.
-Aja, si claro Megan – dice sarcásticamente – bueno me despido, cuida a Susy.
-Lo hare – cuelga, para luego mirar a su pequeña que toca un peluche, le sonríe para luego agarrar la caja de leche y meterla al refrigerador, luego de cerrarla, se da la vuelta pero choca con el pecho de menos esperado Liam, quien sintió de nuevo el toque de electricidad.
-Los siento… - dice Megan alejándose de él para agarrar el vaso y llevarlo al lava manos. Liam no deja de mirarla por ningún minuto, cuando ella lo voltea a ver, desvía la mirada para dirigirse al refrigerador y sacar agua.
Megan se acerca a Susy y abre un frasco de puré de frutas para darle de comer a Susy, tuvo que cancelar la cena que tendría con Alan así que será mejor que este con su bebita, comienza a darle con una cuchara, Liam revisa el periódico donde hablan del accidente que tuvo, le da coraje saber que la prensa no deja de meterse en lo que no le importa, frunce el ceño por saber que aún no han hallado a la persona que le causó el accidente. Quiere averiguar quien fue pero a la vez no porque será mucho trabajo, toma un poco de agua para luego mirar a Megan quien sigue dándole comida a su pequeña, sonríe al verla actuar como una madre, pero luego los recuerdos al estar medio desnuda se le vienen a la mente, ladea la cabeza queriendo quitar esas escenas.
Luego carraspea para llamar la atención de la mujer que tiene en frente, ella voltea a verlo frunciendo el ceño.
-Debo aclararle unas reglas – dice cuando se mueve para acercarse un poco a su doctora, ella solo lo mira por unos segundos para luego restarle importancia.
-Escucho – dice dándole cucharadas a su bebé.
-La primera es que nos hablaremos informalmente, segundo es que no entrara a mi oficina, tercero nos mantendremos en contacto por cualquier emergencia, cuarto… la señorita Melissa vendrá seguido así que quiero que usted no esté en esos momentos y quinto no tendremos discusiones algunas, ¿entendido?
Megan no dice nada, solo se encoje de hombros, en cambio Liam empuña sus manos porque esa mujer lo saca de quicio y no sabe el motivo.
Luego ella se levanta de su lugar, saca un papel de su bolsillo del pantalón, agarra un lapicero que tenía en su cabello que con él se lo sujetaba, cae su cabellera sensualmente, llamando la atención de Liam por unos segundos; escribe algo ahí para luego caminar hasta donde está el y se lo deja en la encimera de la cocina.
-Ese es mi numero – dice con seridad cuando se aleja para agarrar la beba en sus brazos – estaré en la habitación hasta que la señorita Melissa se vaya.
Así como se desaparece de la sala, dejando a Liam concentrado en sus pensamientos, ¿Qué le sucede? En sus pensamientos esta la desnudes de Megan y su cabellera hermosa, mueve la cabeza de nuevo pensando en lo mal que esta pasando ¡Qué diablos le sucede!Parpadea varias veces intentando despertar y ponerse a la hora, debe ir a su habitación a darse una ducha.
Mientras que Megan está en su habitación jugando con su pequeña y a la vez en su mente rodea solo una pregunta, ¿Por qué el la odia? Aunque no debería de preguntarse eso, porque ella también lo odia, sin embargo la curiosidad era grande.
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Han pasado dos días, la señora Rosa ha salido con éxito en su operación, Retana le ha comentado muchas cosas a Megan, ella no ha podido verla desde esos días y ansia poder hacerlo pero el estúpido de su jefe no se lo permite, al menos ha ido con Alan a algunos lugares, su novio ha estado muy ameno con ella ya que los celos le invaden de solo saber que vive con otro hombre.
Ahora saldrá con él y su pequeña, una cena en la casa de él no suena mala idea. Cambio a su pequeña para ponerla bonita, luego ella se dedicó arreglarse colocándose un vestido color verde oscuro que con su cabello suelto le queda hermoso, se ha colocado un poco de maquillaje, en sus labios y mejillas resaltando sus ojos mieles.
Carga a Susy junto a la pañalera y la coloca en su hombro para luego salir de la habitación, camina por la sala, pone a Susy en su regazo mientras se sienta en el sofá a esperar a que venga Alan.
Liam sale de su habitación con su atuendo frio, que es un suéter gris con cuello de tortuga, unos pantalones apretados color negro, su cabello negro lo trae desordenado, haciendo que este se vea extremadamente guapo, camina por la sala donde se encuentra Megan cargando a su hija mentras mira su reloj.
-¿Vas a salir? – pregunta Liam seriamente, se acerca a la mesa donde tiene unos papeles.
-Si – responde sonriente al recordar que ira con Alan.
-Pero no venga tarde – habla sin mirarla, se la vuelta para irse a su oficina, sabiendo que ella se ira y no sabe con quien.
Megan solo hace una mueca de desagradado hacia Liam, luego se escucha la bocina del auto de Alan, se levanta para irse con él, abre la puerta y ahí está su novio.
La abraza sin lastimar a la pequeña, luego ve a Susy, quien solo le sonríe y le ayuda con la pañalera para llevarla a su auto, en el cual en ese momento hay alguien que los observa con suma atención, desde el segundo piso en la gran ventana de su oficina, ahora Liam sabe quién es la persona que tiene enamorada a Megan, fulmina con la mirada a Alan aunque no logra verlo del todo, siente una sensación extraña de desconfianza hacia esa persona en cual hace que le desagrade, luego mira a Megan como se adentra en el auto; no sabe el motivo porque la odia tanto. Los motivos son pocos pero al verla que se va con su novio hace que empuñe las manos esperando que con ello regrese.