Capitulo 7

Megan está comiendo un delicioso espagueti en casa de su novio, los dos están en un silencio queriendo aclarar todo lo que está sucediendo.

-¿Y? – al fin pregunta Alan, dejando el tenedor en el plato - ¿no me piensas contar?

-El contar, ¿Qué? – pregunta Megan mirándolo a los ojos, confundida por lo que habla.

-¿Qué te hizo el imbécil de Liam? – pregunta enojado por ver a su novia triste.

-Nada, ya te lo he dicho – dice ella insistiendo aunque es verdad que esta triste por Liam.

-¿Entonces a que se debe tu tristeza? – se cruza de brazos observando todo de ella, sus gestos para ver si no miente.

-Tú sabes que mi madre la operaron y todo no dejo de preocuparme – exclama mintiéndole.

-Pero ya está mejor, algún día la visitaremos – Megan asiente para luego terminar de comer.

Después se dedicaron a ver una película, Alan es un hombre guapo, bueno con ella pero siempre se siente insegura al ver aceptado ser novia pero después reaccione y se da cuenta que lo quiere.

-Bueno, debo irme – dice levantándose del sofá.

-¿Por qué no te quedas? – Pregunta Alan enojado – solo pasas en esa casa solitaria.

-Ya te dije que debo hacerle la última curación casi a esta hora.

-Si pero casi no estamos juntos – dice cruzándose de brazos, Megan agarra a su pequeña donde estaba, luego se acercó a Alan para darle un beso.

-Por favor llévame a casa – asiente y salen de la casa, para ir a dejarla, en el camino Megan solo observaba a su pequeña dormir, le coloco una manta encima para que la luz no la moleste. Al estar en frente de la mansión ella se despide.

-Adiós cariño – él se acerca para darle un beso en los labios.

-Adiós – le sonríe dulcemente para luego salir del auto con la pañalera en el hombro.

Deja que primero entre a la casa para luego irse, Megan al estar adentro camina por el pasillo directo a la cocina pero gran error, Melissa se encuentra ahí con Liam sentados en la mesa comiendo.

Melissa la mata con la mirada, ella solo sonríe nerviosa.

-Buenas noches – intenta salir de la cocina pero la voz de Melissa interfiere.

-¿Qué haces tú aquí? – pregunta de manera tosca y arrogante.

-Es mi enfermera personal – dice Liam de forma seria.

-¡Doctora personal! – Le corrige mirándolo – debo irme, pasen una linda velada.

-¡Como quiere que tenga una linda velada si tu estas en esta casa! – exclama Melissa celosa.

-¡Basta Melissa! – dice Liam, cansado de sus berrinches.

-¡Ahora la defiendes! – grita levantándose de la mesa – solo espero que no te acuestes con mi novio.

-¿Disculpa? – dice Megan ofendida, esta vez no se dejara que la traten de zorra, se pone casi cerca de ella, sin dejar de sostener a la pequeña - ¡Mira señorita plástico, usted no tiene derecho de decirme lo que se le viene a la mente sin saber!

-Yo le hablo como quiera a todos – se defiende Melissa alterada.

-¡Melissa! – grita Liam colorado del enojo.

-Bueno, entonces no tengo porque respetarla – con una mano se arregla el cabello.

Se acerca a la encimera de la cocina y agarra un vaso de agua que estaba ahí, sin medir consecuencia le tira el agua a su cara y su vestido rojo, Megan solo sonríe satisfecha, en cambio Liam la fulmina con la mirada, ella le resta importancia.

-Ahora está claro que si se mete conmigo, recibirá lo que merece – y con solo esas palabras se va de prisa a su habitación.

Melissa esta con los diablos en su cabeza, limpiándose el vestido y llorando haciéndose la víctima.

-¡Mira lo que me hizo! – Grita descontroladamente – no le dirás nada.

-No, porque te lo mereces – Melissa lo ve con los ojos llorosos – será mejor que te vayas.

-¿Pero por qué? – reniega como niña pequeña.

-¡Porque si! – Grita alterada – ahora vete.

Melissa se enoja y sale de la casa, mientras que Liam se queda pensativo como de costumbre, decidido a hablar con Megan, se va al cuarto, sin pedir autorización abre la puerta y se encuentra que no está, solo está la pequeña Susy en la cama en medio con muchas almohadas a los lados para que no se salga y se pueda caer.

Se acerca a verla, su seriedad cambia a una sonrisa dulce al ver a Susy agarrándose los piecitos. Luego al ver a Liam le sonríe con sus encías sin nada de dientes.

-No te pareces a tu madre – dice de manera dulce para luego acercar a su mano a la mejilla de la Susy, la acaricia como si fuera la bebe más bella del mundo.

La pequeña quiere agarrar la mano de Liam, en ese momento Megan sale del baño mirándolo lo a los ojos confundida.

-¿Qué haces aquí? – pregunta acercándose para poder ver a Susy

-No debiste comportarte así – le reclama poniéndose serio de nuevo y cruzándose de brazos.

-Mira Liam, no sé si ha quedado claro pero estoy cansada –observa a la bebe – no dejare que nadie me ofenda.

-Pero se te olvida que es mi novia y debes respetarla – reclama de manera incompetente.