Después de la reunión, Liam se dirige camino a su casa, está desesperado por saber cómo esta Susy; estaciona su auto lo más rápido posible, como de costumbre cuando va a trabajar ocupa su traje, siempre tiene ropa en su oficina por cualquier emergencia.
Abre la puerta, camina hasta la cocina encontrándose con la pequeña en su sillita donde come, se ve mejor.
-Hola – le dice Liam sonriéndole a la pequeña, se acerca para arrodillarse y verla bien – ya estás mejor.
La bebe solo sonríe, luego coloca su mano en la mejilla de Susy para acariciarla, le gusta tocar su piel tan suave.
-¿Y tu mamá? – pregunta de manera calmada, de repente Megan ve a su jefe acariciando a la niña, no deja de sentir una sensación hermosa que por lo menos ame a los bebes, pensándolo bien y recordando, Alan nunca ha jugado con su bebita.
La sonrisa de Liam es la que la cautiva más, sin duda nunca pensó que ese hombre tuviera sentimientos pero quién lo diría, está siendo testigo de un acto impresionante. Lleva en sus manos una canasta llena de ropa, estaba decidida ir a lavar todo en la lavadora.
-¿Ya vino? – pregunta ella sin hacerle ningún gesto de alegría.
Liam se levanta y se limpia su traje para luego mirarla a su doctora.
-Tenía que ser curado – ella solo asiente para caminar hacia el cuarto de la lavandería, el por el otro lado el magnate se va para el cuarto donde será tratado.
Después de comenzar el lavado, ella se dirige donde la bebe para cargarla y llevársela al cuarto, el coche se encuentra ahí así que solo es de poner a su pequeña.
Liam se encuentra ya acostado en la cama sin la camisa, ella como siempre se coloca sus guantes para poder empezar. Quiere comenzar una conversación pero no sabe de qué, decide mejor quedarse callado hasta ahorita.
Recuerda los primeros días de como la trato y eso no es de perdonar pero espera una pequeña compasión, también recuerdo el día que la vio desnuda, se miraba tan sensual con ese brasier que no se le olvida de qué color era, eso nunca lo olvidare, ¡carajo! Decide preguntarle si les gustaron las rosas.
-¿Recibió las rosas? – pregunta sin mirarla ya que ha empezado la curación.
-Si – dice a secas, la verdad no se explica por qué insiste tanto - ¿Por qué me las distes?
-Porque quiero que me perdones – confiesa dando por sorpresa a Megan quien se ha quedado paralizada, traga grueso y sigue con la curación - ¿me perdonantes?
-Mira Liam, no es fácil – exclama alejándose de la persona – llamarme de esa manera sin ir directo, eso es demasiado.
-Lo sé pero tengo mis motivos, solo déjame explicarte – dice Liam levantándose pero ella lo detiene.
-No te pares, debo terminar – le hace caso omiso y se levanta, se posiciona quedando en frente ella, el hombre es un poco alto así que la cabeza de Megan queda a la altura del cuello, es un hombre musculoso aunque las heridas no dejan de notarse pero eso no le quita lo atractivo, Megan traga grueso ante la presencia - ¿Qué quieres Liam? Ya has hecho suficiente para lastimarme, lo único que quiero es hacer mi trabajo.
-Solo quiero que me escuches – le responde gritando, ella solo lo ve confundida – por favor, solo escúchame.
-Ok – dice cuando lo agarra de los hombros – pero acuéstate y deja que termine.
Liam solo asiente para luego hacer lo que le ordeno, Megan termino de curarlo y después se retiró con la bebe hasta la lavadora para ver el proceso de este, luego fue a bañar a la bebe, cambiarla y después intentar darle un poco de comida; las horas pasaron y se dio cuenta que eran pasadas de la siete, Liam no lo haya visto ya que estaba ocupado en su oficina trabajando, ni él tuvo tiempo para hablar con ella, no tenía apetito así que se quedó ahí sin comer.
No sabe cuánto tiempo paso, Megan se retiró a acostar a la pequeña en su cama, después de cantarle varias canciones al fin se durmió, le coloco las almohadas y la cubrió para que no sufriera frio.
Se decidió a tomar aire fresco cerca de la piscina, muchas veces hace eso y cuando Susy se despierta llora y desde ahí la puede escuchar; camino por el pasillo hasta encontrarse en las gradas cerca de la piscina a Liam, quien está sentado en ellas con los brazos guindados en posición de oración con la cabeza cabizbaja, ella se acerca para sentarse a su lado.
Él se da cuenta de su presencia así que se decide a hablar sobre lo que le duele.
-Liza – comienza con ese tan solo nombre que al mencionarla los recuerdos se aparecen en su mente – ella era mi novia, desde hace tres años ya no la veo.
Megan lo escucha observándolo de manera confusa, los ojos azules de Liam se centran en el suelo con un rostro que solo demuestra tristeza, Liam no espera que ella lo comprenda, sencillamente quiere que alguien lo escuche.
-La conocí en el cine, los dos nos sentamos juntos y comenzamos a conocernos, hasta que al final decidimos ser algo más que amigos, la quería bastante y pensé lo mismo de ella – dice riéndose pero apagadamente – mi padre la rechazaba porque era de familia de clase baja, en ese tiempo Melissa estaba comprometida conmigo pero yo no la quería, amaba a Liza.