A la mañana siguiente, Megan despertó de un sueño pesado, es raro para ella no estar con su bebe en la cama, su madre quiso cuidarla para que su hija fuera tranquila a la ceremonia; se levantó de la cama para darse una buena ducha que la refrescara, al terminar de bañarse se cambia como de costumbre para luego ir a la cocina y prepararse algo delicioso, no es una mujer que coma bastante pero ahora el apetito lo tiene grande, es porque ha estado agotada.
Frunce el ceño cuando escucha el timbre de su puerta ser tocado, se separa del comedor siempre con el delantal puesto, abre la puerta donde atrás de esta se encuentra un joven que Megan le calcula la edad de veinte años.
-Buenos días – dice el joven con una sonrisa en sus labios - ¿usted es Megan Collins?
-Si soy yo – responde enarcando una ceja.
-Entonces esto es para usted – en su mano tiene una bolsa de papel, se la ofrece ella y la agarra un poco dudosa – esto se lo da el señor Richard.
-Ohh gracias… - dice mirando lo que lleva en el interior de la bolsa y para su sorpresa en una tela con brillantes.
El joven se va dejando a Megan en la puerta observando lo que tiene en sus manos, entra a la casa de nuevo cerrando la puerta detrás de ella, al llegar a la cocina coloca la bolsa en la encimera donde saca por completo la tela que es ahora un vestido plateado con bastante brillantes, es de mangas cortas con un escote pequeño combinados con unos zapatos de tacón, Megan se admiró al ver ese vestido, sin duda al señor Richard le había costado una fortuna.
Lo fue a dejar a su cuarto para después ir a comer.
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Al estar en el hospital se encuentra con Richard.
-¿Le gusto el vestido? – pregunta con un brillar en su mirada.
-Si esta hermoso… ¿pero cuánto le costó? – pregunta mirándolo fijamente.
-No es nada del otro mundo lo que valió – dice con una sonrisa en los labios – lo que importa aquí es que le gusto.
-Muchas gracias – dice nerviosa – bueno señor Richard lo dejo, adiós…
-Adiós Megan – se despiden cuando Megan toma el ascensor.
Llega a su lugar de trabajo para examinar algunos pacientes, cualquier cosa le recuerda a Liam y eso la altera, quiere estar con él y pedirle perdón por como lo hirió.
Glenda se acerca a ella por la espalda, ayer Glenda actuó raro pero era algo que quería estar convencida.
-Hola mi amiga hermosa, ¿Qué tal? – dice Glenda con una sonrisa bastante grande.
-Bien, ¿Cómo estas o como te fue anoche? – pregunto levantando las cejas.
-Fue… hermoso – exclama para luego suspirar – nos gustan las mismas cosas.
-Siento que muy rápido se hicieron novios – responde Megan.
-Si pero poco a poco nos vamos conociendo y tú no digas nada que tú con…
-Liam si fue rápido pero habíamos convivido mucho, además por no conocernos bien mira en qué posición estamos - responde Megan rápido con su rostro que demuestra de nuevo tristeza – ahora quizás debe odiarme.
-No digas eso Megan – se acerca a ella para posar sus manos en los hombros de ella para consolarla – solo es un error, pronto se dará cuenta que tú no eres lo que él piensa, además es un idiota porque solo por un beso no creo que se aleje del amor de su vida.
-Te comente que el sufrió con otra chica y debe pensar que soy igual a ella – dice cuando unas lágrimas se resbalan por sus mejillas – soy una idiota.
-¡Oye no te digas así! – Exclama enojada – debes de ser fuerte, ¿Dónde está la Megan que conozco?
-Lo extraño y lo amo demasiado – afirma secándose las lágrimas.
-Pero debes ser fuerte, ahora lo veras y tendrás la oportunidad de decirle cuanto lo amas y disculparte – Glenda la consuela, su amiga solo asiente para luego intentar abrazarla pero Glenda no se lo permite – no, no eso si no.
-Pero solo es un abrazo…
-Si… pero… ¡Diablos! Venía a decirte que ahorita están los chequeos médicos para todos los que trabajan en el hospital.
-¿Y quieres que vaya a ver si no estoy enferma? – pregunto Megan cruzándose de brazos.
-Claro, ven a hacértelo para comprobar algo – al decir eso Megan enarca una ceja.
-¿El qué? – Pregunta Megan frunciendo el ceño – ya te dije que eso no sucederá, por eso no has querido abrazarme.
-Lo siento es que pienso que puede ser posible – responde desanimadamente – pero por lo menos hazlo.
-Ok, solo para que no me molestes más con lo mismo - se quita la bata y se la entrega a su amiga – ya regreso.
-Espero que te salga positivo – grita cuando Megan se está alejando de ella.
-¿Qué te parece este vestido? – pregunta Melissa con su voz chillona.
-Me parece anticuado – responde la mujer que se encuentra sentada, mirando atentamente a su amiga – no le darás nada de impresión a Liam.