Éxitos y heridas que llevas contigo

Desde que te alejaste de mi vida,
he florecido en belleza y fuerza,
mi cuerpo ha ganado la gracia que antes no conocía,
mis amigos volvieron a llenar mis días,
y el éxito rozó mi piel como nunca antes.

He estado bien sin tu presencia,
he vuelto a ser quien siempre fui.
Pero esa cicatriz, el saber que el amor de mi vida
ya no me ama,
me quema,
como el primer día.

Mi duelo, una tormenta que no supe navegar,
me llevó a humillarme frente a ti,
buscando salvarnos en el abismo.
Incluso cuando tu mirada ya buscaba a otra,
y tu alma cansada se había alejado de mí,
seguí luchando por tus ojitos bonitos.

Me gustaría verte aquí,
para contarte sobre los logros que acarician mi vida.
Celebrar a tu lado las alegrías que el destino me da,
e incluso compartir las penumbras que a veces me alcanzan.
Pero quedaron tantas palabras silenciadas,
secretos que nunca habrían encontrado fe en tus oídos.