Dolunay

Capítulo 3: Invitación...

                                                                       IAN

Mi pulso estaba acelerado. Mi respiración agitada. El sudor caía por mi frente y mi espalda estaba completamente mojada. Era una mañana como las de mas, solo que hoy el día estaba nublado y las veredas estaban húmedas por las pequeñas gotas de agua que caían constantemente.

Despues de correr por cuarenta minutos por el central park, volví a mi casa y tomé una ducha rápida. Me vestí con uno de mis trajes azules y en veinte minutos estaba saliendo de la cochera del edificio.

Conducía en total silencio con los vidrios del coche arriba, las calles de Manhattan estaban apestadas de autos, solo se escuchaba el sonar de los motores y las bocinas que formaban una orquesta de mal gusto.

Para las siete y media en punto cruzaba las puertas del edificio para tomar el ascensor y bajarme en el tercer piso. Sobre aquél corto pasillo se escuchaba el tenue murmuró de los empleados y los tacones resonando sobre el piso con rapidez anunciaban mi llegada. Me detuve para observarlos, todos estaban en silencio. Aguantando la respiración tal vez.

-Buenos días - dije indiferente. 

-¡Buenos días señor! - contestaron todos a la vez. Levanté una ceja y los mire una vez mas antes de dirigirme a mi oficina y cerrar la puerta detrás de mi. Pues no habia mucho que decir, más bien habia mucho por hacer. Eso era lo que decia mi padre siempre. 

Mi querido padre William Russell, creo esta empresa desde cero junto a un muy querido amigo o mejor dicho hermano de vida. Y me la confió a mi, dándome el lugar de presidente desde hace cinco años. En los cuales nos hemos destacado entre los mejores. los porcentajes de ventas solo suben. Lo que hace que mi trabajó y el de los demás sea perfecto.   Él fue el que me hizo amar este trabajó y se a seguro de hacerme entender que el mundo de la moda es mucho mas que caras bonitas y cuerpos perfectos. 

Para mi el trabajo es lo más importante y por eso no pienso dos veces el dedicarle todo el tiempo que me sea posible. Y hoy no era la excepción me había pasado la mañana completa enfrente de la computadora trabajando y revisando los nuevos diseños para la colección primavera-verano. Esto era lo que más me encanta hacer, enfocarme en el trabajo es lo que me da paz.  Aunque algunas veces se armen tormentas. 

Dos golpes en la puerta me hicieron levantar mi vista de los papeles sobre la mesa -Adelante- dije mientras guardaba los bocetos.

-Buenos días - dijo Selin mientras avanzaba hacia mi escritorio.

-Buenos dias, siéntate - le ofrecí mientras señalaba a la silla delante mío.

-Estoy bien así. Quería entregarte esto personalmente - dejó sobre la mesa un sobre verde claro con pequeñas flores en relieve.

Me estire solo un poco para tomarlo.

Selin y David decía justo en el medio del sobre. Mire a Selin, sabia lo que era no hacia falta prestarle atención o siquiera leerla.

-¡Cuatro meses Selin! ¡Solo pasaron cuatro meses! - dije enojado mientras dejaba caer el sobre en el escritorio.

-La vida continúa Ian y nuestra relación no acabó hace cuatro meses, fue mucho antes - respondió sin tan solo vacilar.

-¡Pero para los medios no!- me paré de golpe- ¿Te das cuenta de lo que haces?. La gente hablara, el nombre de la empresa estará en bocas de todos.

-¡La empresa no se verá involucrada, si es tanto lo que te preocupa!- dijo furiosa caminando a la salida- David y yo nos queremos lo suficiente para dar este gran paso- continuó antes de salir y azotar la puerta.

-Nos queremos lo suficiente - repetí. ¿Que significaba eso? ¿Acaso mi cariño de todos estos años no fue suficiente para ella?. Volví a tomar el sobre, ella estaba jugando un juego demasiado sucio. ¿como podía casarse con alguien que apenas conoce , solo para darme celos y hacerme dar cuenta que la perdí? Abrí uno de los cajones del escritorio y arroje el maldito sobre dentro.

-¡Darla!- grite mientras tomaba mi saco y mis llaves.

-Si , señor Ian - respondió inmediato mientras entraba apurada a la oficina.

-Saldre, cancela todas las reuniones-

-Claro señor-

Salí de mi oficina lo más rápido que pude. Estaba enojado. Como Selin me podía hacer esto, después de tantos años juntos. Toque el botón del ascensor varias veces. Cuando por fin llegó, oí a mi hermano hablarme.

-Ian ¿a donde vas? - dijo ya cerca

-A casa - dije secamente

-aun es temprano ¿paso algo? - dijo mirando la hora en su reloj.

Ni siquiera le respondí, solo entre en el ascensor. Pero antes de poder tocar el botón para bajar al estacionamiento, él se apresuró a entrar y pulso para subir al cuarto piso. Lo miré con fastidio.

-Tomaremos primero un café- dijo mientras arreglaba los puños de su camisa. Ni siquiera le respondí, continuamos esos pocos segundos en silencio.

 

El edificio donde tenemos nuestra empresa cuenta con cuatro pisos. En el primero se encuentra el taller que es supervisado por mi hermano. En él trabaja también nuestra diseñadora Loretta Paxton, junto con algunas modelos de tallaje. También se encuentran  las telas que se utilizan para hacer los primeros diseños antes de enviarlos a la fabrica. Este piso es el más grande ya que cuenta con una pasarela espaciosa donde se presentan los diseños terminados antes de lanzarlos a la venta.

En el segundo piso esta el estudio fotográfico, donde hacemos las fotos para las revistas. También es el lugar donde las modelos posan antes de ser elegidas para desfilar. Cada temporada nueva cambiamos el grupo de modelos dándole la posibilidad de entrar al mundo de la moda a muchas chicas.

En el tercer piso tenemos ubicada la dirección ejecutiva. Las oficinas de los abogados de la empresa, contadores, socios y entre ellas la presidencia y vicepresidencia. Todo el manejo de papeles importantes, contratos y reuniones se realiza en este piso.



#27007 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, dolor

Editado: 08.08.2024

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