Dolunay

Capítulo 13: Confusión

EDA

Después del vergonzoso escenario que había armado en mi cabeza, lo único que me quedaba era viajar en silencio hasta nuestro destino. ¿En qué estaba pensando? ¿Por qué de repente me había sentido como una niña pequeña a la cual le habían regalado algún dulce?
Frote mis manos sobre mi ropa, sentía como transpiraban de los nervios o talvez de la vergüenza, a estas alturas ya no conocía mi cuerpo ni mis emociones.
Trate de tranquilizarme y respire profundo lo más desapercibido posible, mientras miraba por la ventana podía ver los edificios acercarse, después de todo no estábamos tan lejos.
Mientras apreciaba aquel paisaje, me pregunte que podía estar pensando Ian, ¿le habrá parecido extraño mi reacción? Tal vez cree que soy una loca y en este momento debe de querer cancelar todo, y no puedo permitirme eso. O talvez este pensando en su adorada Selin y en cuanto desea abrazarla!
Necesitaba ver su cara, pero no podía solo girarme y observarlo como si nada así que comencé a colocar los mechones de pelo tras mis orejas, hasta que logré girar solo unos centímetros de mi cabeza, los cuales lograron ver aquel hombre concentrado manejando con algo de impaciencia, tratando de llegar lo más rápido posible. Su rostro era serio y muy poco amigable, corrí mi mirada hasta llegar a sus manos las cuales ambas agarraban el volante, sus nudillos se notaban algo blancos y por momentos movía sus manos sin levantarlas, como si quisiera apretar algo con fuerza.
Volví mi mirada a la ruta y cerré mis ojos tratando de pensar en algo. Una pregunta surgió de la nada en mi cabeza, ¿qué les diría a los periodistas? No únicamente me preguntarán por el compromiso, sino también por mi relación con Ian y eso es mucho más difícil de inventar, ni siquiera lo conozco para saber que clase de emociones maneja. Aunque a decir verdad creo que únicamente conoce la emoción del enojo.
Eran demasiadas cosas en que pensar y debía también pensar en el trabajo y en la nueva producción que se transportaría.
Hoy iba a ser un día demasiado largo.
Después de unos cuantos minutos más llegamos al estacionamiento del edificio, ambos bajamos del auto y caminamos hasta los dos ascensores que se encontraban abajo. Aproveche esto para poder separarme de él, no toleraba más su silencio.
-Tomaré este, para ir con tete- dije presionando el botón para que así bajara.
Enseguida capto mi indirecta o simplemente él también necesitaba alejarse de mí.
-Está bien iré en este, dile a tete que lleve mi traje a la oficina me cambiaré ahí y luego nos veremos en el último piso-dijo enseguida y sin darme tiempo de contestar las puertas de su ascensor ya se estaban cerrando.
Unos segundos después llegué hasta el taller, el cual estaba hecho un desastre. Había telas, zapatos, percheros con vestidos, modelos que iban y venían con muy poca ropa puesta.
Los gritos de tete se podían escuchar apena abajabas del ascensor y no la culpo tener que diseñar dos trajes tan pronto y ocuparse de una nueva colección no es fácil.
Entre toda la gente que había logre encontrar a tete, empecé a caminar despacio, mientras la observaba llevaba puesto unos pantalones ajustados y una camisa rosa chillón. Su cabello estaba recogido con un moño todo desordenado, en su cuello llevaba dos cintas de medir como collar y en una de sus muñecas tenía como pulsera una almohadilla llena de alfileres dorados. Detuve el paso casi cerca, dudaba si acercarme o no, su rostro no se mostraba amigable.
-Acércate estoy seguro de que aún no muerde-dijo el hermano de Ian
-No quisiera arriesgarme -conteste
-Le has caído bien, estoy seguro de que mejoraras su humor-
-O tal vez lo empeore más cuando me vea-
-Pues tenemos que averiguarlo- dijo mientras dejaba su brazo en mis hombros para luego obligarme a caminar a su lado.
-Tete, tu modelo preferida ha llegado- grito
Tete se giró con una expresión de fastidio, la cual me hizo querer salir corriendo, pero los brazos de Nick me lo impedían. Cuando estuvimos más cerca de ella su cara había cambiado, estaba más relajada y nos saludó a ambos con dos besos en las mejillas.
-¡Que gusto que llegaron!-dijo algo emocionada, a pesar de que su cara había cambiado se notaba aún su mal humor, pero trataba de ocultarlo- Esta gente ya me estaba volviendo loca-
-Que suerte haberte rescatado- dijo Nick
Tete solo sonrió mientras le daba un amigable golpe en el brazo.
-Basta, dejémonos de juegos es hora de probarte tu traje- dijo fascinada
-Por cierto Ian dijo que se cambiara en la oficina-comente rápidamente
Tete puso los ojos en blanco haciendo mala cara
- Este hombre siempre arruinando mis planes, pero no se escapará le mandaré a Max, el pobrecito no sabe lo que le espera- dijo y empezó a caminar, Nick y yo nos miramos mientras nos reíamos. Me interesaba saber quien era Max y porque de pronto Ian sería una víctima en los planes de Tete.
Seguimos hasta la parte más alejada del taller, había una mesa redonda de color blanco y unas sillas verdes que hacían juego con los detalles de las paredes.
-Siéntense, les pediré café y nos conoceremos un poco- hablo mientras me miraba
Solo sonreí, tenía a dos personas las cuales eran cercanas a Ian y no sabía que tanto podría haber contado el sobre nosotros.
Después de unas horas todo iba excelente Tete solo hizo preguntas de mí, que claro podía contestar sin mentir y cuando mencionaba a Ian, no dejaba que dijera nada porque inmediatamente contaba alguna historia de su niñez.
Nuestra conversación duró solamente unos minutos, los cuales parecieron una eternidad.
- Bueno es hora de que la prometida se cambie- dijo Tete mientras se levantaba
-No estés nerviosa la nota dura poco- agrego Nick
Tete camino hasta un cambiador que estaba cerca de nosotros, corrió las cortinas e hizo un gesto con su mano para que pasara. Respire profundo mientras me levantaba de mi asiento.
Entre al cambiador mientras las cortinas se cerraban detrás de mí, colgado a un costado había un vestido corto en color rojo lo tome y me lo medí por encima de mi ropa, era realmente precioso, pero no podía usar eso. Corrí las cortinas, Tete y Nick que se habían sentado se pararon sorprendidos al ver que aún estaba vestida y sostenía el vestido en mis manos.
-No puedo utilizar esto, es demasiado corto y llamativo-
- Querida eres la prometida debes estar radiante- agrego tete
-¡Si es él time, todo el mundo lo va a ver!- dijo nick
-Justamente por eso, no suelo utilizar vestidos así y siempre he mantenido un perfil bajo, sin nada que llame la atención.
Ambos se miraron pensando cuál de los dos hablaría primero, claramente lo hizo Tete.
-Eda, cariño te vas a casar con Ian, Luego de esta nota serás el centro de atención. ¡La chica hermosa que logro enamorar tanto al CEO, que hasta le propuso casamiento! Eso mi niña saldrá mañana en todos lados.
Sentenció Tete mientras me hacía girar hacia el espejo que se encontraba dentro del cambiador.
-Si no quieres usar el vestido está bien me pondré triste, pero lo entenderé- dijo sonriendo.
Aunque la noticia ya había salido a la luz
Tete tenía razón, después de hoy se conocería más nuestra supuesta historia.
Mi cabeza se llenaba de preguntas y dudas, pero estaba más que segura que no me pondría ese vestido.
-Necesito otra cosa, lo siento- dije mirándola atrevés del espejo.



#27007 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, dolor

Editado: 08.08.2024

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