En Puerto Viejo, un pequeño pueblo donde el océano marca el ritmo de la vida, las olas no solo moldean la costa... también los corazones.
La llegada de Hadley y su gemelo Henry sacude las dinámicas de un grupo de adolescentes que han crecido juntos entre el sol, la sal y la arena.
Entre tablas de surf, atardeceres que queman la piel y silencios que dicen más que las palabras, Hadley descubrirá que el mar no solo enseña a flotar, también enseña a caer.
Porque en Puerto Viejo, nadie escapa de la marea.
Y no todas las historias nacidas bajo el sol terminan con una sonrisa.