CAPITULO VIII

ISABELA

Corrí desesperada a mi habitación, tome el celular en mis manos y me quede paralizada cuando sentí alguien detrás de mí, no estaba sola, alguien entro a mi cuarto y me estaba mirando en ese momento. Intento girar, pero antes de hacerlo por completo, esa persona se abalanzó sobre mi tan fuerte, que me golpeé la cabeza con la puerta de mi cuarto, estaba todo oscuro y no podía ver de quien se trataba, empezó a besarme los labios y aunque aquella cercanía me parecía familiar, lo alejé de mi de golpe y corrí a encender la luz.

ISABELA –Dylan? ¿Qué haces aquí?. –Dylan no me respondió. Volvió a acercarse, me tomó por la cintura con ambos brazos y me besó suave y lentamente, de pronto abrí los ojos y vi que él tenía los suyos cerrados, esa imagen me derritió al instante y le correspondí con todo el amor que ha nacido en mí solo para él.

DYLAN –Dime que eres solo mía, dime que solo yo puedo hacerte el amor, que solo me deseas a mí. –Me dijo en un tono desesperado sin parar de besarme.

Tomé su rostro entre mis manos, besé su frente y le dije.

ISABELA –Gracias por venir, hoy te necesito más que nunca, quiero que esta noche me hagas el amor como nunca y mañana hablamos de todo lo que ha pasado, pero ahora solo ámame, desnúdame y hazme tuya. –Le dije mientras lo besaba apasionadamente.

DYLAN

Cuando escuché a Isabela pedirme que la hiciera mía, se me olvidó todo, la cargue y me la comí a besos, estaba tan excitado que la volví a tirar fuerte y le bajé los shorts, mientras subía mis manos por su trasero, pasé mi lengua sobre su abdomen, deposité infinitos besitos en sus piernas y lentamente le quite las bragas; ella gritaba aceleradamente, estaba tan excitada como yo, separé sus piernas con mis manos y acaricie su parte hinchada con mi lengua, ella me tomó fuerte por el pelo, pidiéndome más y más, introduje mi lengua hasta el fondo saboreando el rico sabor que solo ella poseía, ese que me volvía loco….

DYLAN –Eres deliciosa, me tienes loco, loco. – diciéndole ésto, me tomó por los hombros y me tiro a la cama, se terminó de quitar la ropa y rápidamente me quitó la mía, era angelical lo que veían mis ojos, se arrodillo ante mí y me separó las piernas para introducirse en ellas, tomó mi miembro erecto en sus manos y lentamente lo fue introduciendo en su boca, empezó a acelerar y de repente se subió a la cama encima de mí pero esta vez al contrario, ella tenía de nuevo mi miembro en su boca y yo su vagina en la mía, aceleramos tanto el ritmo, que no pude más y me corrí en su boca, mientras ella lo hacía en la mía.

La puse a horcajadas encima de mí introduciendo mi miembro en su vagina mientras gemíamos fuertemente los dos, cada vez que la escuchaba gritar aceleraba más hasta que juntos nos corrimos.

Terminamos tan cansados que nos quedamos dormidos sin importar que estábamos totalmente desnudos y ella aún encima de mí.

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Me desperté en la madrugada y al verla como estaba, no me aguanté la puse debajo de mí y la desperté con mis besos, le abrí las piernas y la penetre duro y rápido y así pasamos el resto de la madrugada, hasta que nos quedamos dormidos a las 7: am.

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ISABELA –Buenos días amor mío!!

DYLAN –Buenos días vida mía. ¿Cómo amaneciste?

ISABELA –Pues no me dejaste dormir, pero fue la mejor noche de mi vida.

DYLAN –No te dejaría dormir nunca, es más quiero hacerte el amor ahora mismo. –L a puse debajo de mí y le bese los labios muy fuerte, hasta que nos interrumpió el sonido de un celular.

ISABELA –Tengo que contestar, puede ser importante. – y se fue.

LLAMADA DE GABRIEL:

ISABELA –Hola!

GABRIEL –Buenos días hermosa, ya voy a pasar por ti.

ISABELA –Gabriel! lo había olvidado, perdóname. Ya mismo me arreglo.

GABRIEL –Bueno pues en un rato paso a buscarte y desayunamos juntos, ¿te parece?

ISABELA –Por supuesto, te espero.

FIN DE LLAMADA.

DYLAN –De nuevo Gabriel!!. -Dijo Dylan, mientras se levantaba de la cama y se ponía su ropa.

ISABELA –Si, quedamos en pasar hoy el día en su casa, pasaremos todo el día de piscina. ¿Quieres ir conmigo mi amor?. –Le dije mientras le rodeaba el cuello con mis brazos.

DYLAN –No pienso dejarte sola con él y menos si estarás en traje de baño, sé que está enamorado de ti, lo sé.

ISABELA –Amor, debes dejar de ponerte celoso por Gabriel, es solo un amigo, un buen amigo, el cual quiero un mundo y la verdad estoy harta de pelear contigo.