Dos Almas Gemelas

CAPITULO X

ISABELA

Llegamos a un hermoso lugar, la entrada daba vista a un jardín hermoso, lleno de flores, había una terraza y un pasillo en piedra que llegaba hasta la puerta de una casa gigante y hermosa, me quedé maravillada por todo lo que veía, era todo tan hermoso, los pequeños arboles le daban un toque único al jardín, había una fuente con un pequeño ángel en medio, la cual se encontraba rodeada de piedras, en la parte de atrás había un piscina gigante, en el centro tenía un pequeño bar, era un lugar único.

DYLAN –Te gusta?

ISABELA –Es hermosa Dylan!! ¿Quiénes son los dueños?

DYLAN –Pues tú y yo. La compré hace poco, me pareció muy acorde a ti, sabía que te gustaría, mira Isabela, sé que serás la mujer con la que me voy a casar y quiero que sepas que esperaré hasta que termines tu carrera sin ningún problema. –Le dije mientras se le llenaron los ojos de lágrimas y me abrazó.

ISABELA –No sé qué decirte, esto es demasiado! – dije entre sollozos.

DYLAN –No digas nada mi amor, solo quiero que seas feliz con cada detalle en la vida.

ISABELA –El simple hecho de estar contigo es lo que más me hace feliz en la vida, si te tengo a ti lo tengo todo mi amor.

DYLAN –Vamos adentro mi amor, quiero mostrarte un lugar especial.

************

NARRADOR:

Entraron a la casa, Dylan llevaba del brazo a Isabela, estaba maravillada con todo lo que veía, era una enorme mansión, hermosa y a la vez sencilla, caminaron hasta un cuarto al fondo de la casa, cuando atravesaron la puerta, Isabela empezó a llorar de la emoción, era un lugar de música, allí habían guitarras, un piano, varios micrófonos, toda una colección de instrumentos musicales y una mesa, que estaba allí con la función de componer.

Pero lo que más impacto a Isabela fue un enorme cuadro en el centro de la habitación, era ella tocando la guitarra, cuando estaba aprendiendo con Dylan. Él había tomado la foto sin que ella se diera cuenta.

No podía parar de llorar, nunca nadie había tenido estas atenciones con ella y esto era algo que de verdad nunca se había esperado, estaba tan emocionada que tuvo que sentarse, porque las piernas no paraban de temblarle.

Dylan tomó una guitarra en las manos y sentándose frente a ella, empezó a tocar sin dejar de mirarla.

DYLAN –Quiero que sepas que eres la razón de mi vida, eres el único motivo por el cual cada día doy gracias a Dios por estar aquí, eres la única persona que me hace soñar, por ti soy capaz de cualquier cosa, haría lo que sea que me pidas sin pensarlo dos veces, amor tu eres la mujer de mi vida, la mujer perfecta para mí!

Isabela no paraba de llorar, lloraba tanto que le fue imposible responder a Dylan esas cosas tan hermosas que le acababa de decir, pero su mirada decía todo lo que su corazón quería gritarle en ese momento y él lo comprendió.

DYLAN –Esta canción que voy a cantarte ahora es todo lo que siento amor mío, te amo!

Dylan dijo esto sin dejar de mirarla a los ojos y mientras cada uno de los dos lloraban fueron danzando en el aire estas letras de Hany Kauam, la mujer perfecta:

CANCIÓN:

Como adivinas mis silencios en tu corazón

Como dibujas mis deseos con la luz del sol

Cuando no estas y te apareces al nombrarte hoy

Tú me das fuerzas para continuar

Te quedaste en mi alma y me curaste

Es que tú eres el aire te veo en todas partes.

Tú eres la mujer perfecta para mí

Yo no puedo dejar de amarte

Y encontrarte en cada esquina de mi alma, niña

Tú eres la mujer perfecta para mí

Y yo he nacido para amarte

Y esperarte.

Tú la mujer perfecta

Tú la mujer perfecta

Tú eres la luz que a mí me aleja de la oscuridad

Tú eres la calle donde yo prefiero caminar

Cuando hace falta te sumerges en mi soledad

Tú me enseñaste que así puedo andar y amar

Mil razones para enamorarme

Me has devuelto la vida no puedo olvidarte

Tú eres la mujer perfecta para mí

Yo no puedo dejar de amarte

Y encontrarte en cada esquina de mi alma, niña

Tú eres la mujer perfecta para mí

Y yo he nacido para amarte

Y demostrarte que eres mía y que mi vida

Tú eres la mujer perfecta para mí

Tú la mujer que me ama

Tú la que me entiende

La que me acompaña cada madrugada

La que me dio un abrazo

En aquellos momentos sin pedirme nada

Solo tus ojos, tus detallas niña

Amo el misterio de tu risa

Y es que…

Tú eres la mujer perfecta para mí

Yo he nacido para amarte

Y encontrarte en cada esquina de mi alma, niña

Tú eres la mujer perfecta para mí

Y poco a poco me enseñaste

Que a tu lado es que yo puedo ser feliz

Tú eres la mujer perfecta

Yo (yo)

Te amo (te amo)

Vives por siempre aquí en mi eterna melodía

Y hasta mil años niña yo te esperaría

Para amarte



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En el texto hay: tristeza, sexo, amor

Editado: 10.07.2024

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