Dos Ambroni y un Villagran

Capítulo 3

Capítulo 3

Ornella

Miraba por la ventana  hacia el patio, deseando que sonara el timbre, solo faltaban cinco minutos.

Ya está cansada, solo quería ir a mi casa a dormir y levantarme el sábado parta ir a comer con mis hermanos. Por ahora son los únicos que demuestran interés alguno por mí.

Miro la hora en mi celular ,4 minutos, el tiempo pasa tan lento. Guardo el celular en mi bolsillo, pero ciento que vibra lo vuelvo a sacar. Me había llegado un mensaje  de un número desconocido.

Desconocido: Hola Ornella, soy Nicolás. Solo quería decirte que si está bien a las 18  nos encontramos en mi casa la dirección es la rioja 1234.

El corazón  me dio un vuelco a ver que él me había escrito. Rápidamente agendo su número.

Yo: Claro, perfecto .Nos vemos en un rato.

Nicolás:  dale ,genial nos vemos.

Mi corazón latía fuerte, dude de mandarle una carita sonriente o algo por el estilo, pero opte por dejar el mensaje en visto. No quería  parecer una tonta o algo así.

El timbre sonó anunciando que era libre, al fin.

Tome mis cosas y las guarde en mi mochila.

Al salir del aula, vi a mi hermano esperando me en la puerta del colegio. Eso quiere decir que mi mama  viene a buscarnos  y que tengo exactamente 5 segundos para inventar una excusa, para que  no me pille  que reprobé mi examen.

-Vamos  Orne, mama nos está esperando – Dijo en tono desaprobatorio .Como si fuera mi culpa que el timbre tardara en sonar, ruedo mis ojos.

- Échale la culpa a la portera que toca tarde el timbre, dale andando.- Le digo  mientras paso por su lado.

Ambos caminamos hasta el auto de mama, quise subirme adelante, pero Pablo me gano y se subió adelante cerró la puerta sacando me la lengua.

Imbécil. 

De  mala manera entre a la parte de atrás  del auto, mi mama me miro con el ceño fruncido  o eso reo ya que tenía las gafas de sol  puestas.

Tenía  puesto ropa de ejercicio, pero se veía fresca seguramente estaba probando algo de su nueva marca deportiva. Necesito  ganar puntos para que me deje ir  a la casa de Nicolás sin hacer  tantas preguntas.

- Te  ves hermosa mama ¿Es de una nueva colección?- le digo, mirando con aprobación su atuendo, el cual no me desagrada  del todo.

Ella sigue manejando.-Gracias  hija, si es de una  marca deportiva, acabo de salir de una  sesión de fotos si quieres puedo conseguirte  un conjunto en azul  o verde.- me dijo sonriendo.

-¿Para qué quieres  ropa deportiva, si el único deporte que haces es ir de la cama al baño?-  dice Pablo son sorna.

Lo vuelvo a repetir  ¡imbécil!

-Nadie te hablo a ti metido.- Respondí enojada.

- Orne no le hables así a tu hermano y tu  Pablo no molestes a tu hermana. – dijo mi mama. Por una vez me defendió a mí, aunque también me reto ,pero esto es algo bueno.- ¿hija  la calza azul o verde?

- verde – respondo feliz.

 

Creo que hoy mi madre esta de mi  lado. Así que es un día perfecto para pedirle permiso.

Cuando llegamos a la casa, espero que mi mama guarde el auto en la cochera y salgo del auto.

Voy hacia mi pieza y dejo la mochila enchufo  mi celular  para tener batería para esta tarde.

Voy a mi ropero y me cambio el  jeans ajustado por un pantalón de chándal y me siento más cómoda, mi hermano tiene razón debería hacer ejercicio, pensé mientras miraba mi panza.

-Chicos a comer.- Grito mi mama desde la cocina.

Salgo de mi cuarto y mi hermano hace lo mismo, pero de la puerta frente .Parece enojado, aunque nos llevemos mal algunas veces (por no decir todas) me preocupo por él

- ¿Qué te pasa?- Pregunte mirando lo.

El frunce el ceño.

- ¿Desde cuándo te interesas por mí? ¿Qué Ariel y Brandon están  ocupados?-  Bufo y siguió caminando.

- Aunque seas un idiota me importas, imbécil.-L e grite.

Pareció no importarle por que bajo las escaleras, como si no le hubiera hablado. Como lo dije tantas veces hoy es un imbécil. .

Bajo las escalera y me dirijo a la cocina, parece que mi mama está de buen humor porque  cocino milanesas a la napolitana más papas fritas. Y lo que más me sorprendió fue que hubiera gaseosa  en vez de agua con pepinos, la cual aprendí a soportar. 

- Y bueno  que estamos celebrando.-dije mientras me sentaba en la mesa junto a mi hermano.

-Eso mismo iba a preguntar.- dice Pablo mientras se comía una papa frita.

-Bueno  esperaba que llegara su papa para contarles  pero lo diré ahora, vamos a renovar nuestros votos de casados.- dice mi mama feliz.

Me alegro tanto la noticia  que me levente de mi silla  corriendo y fui directamente a abrazarla.

-felicidades mami  - dije feliz.

Mis papas  me contaron como se conocieron y decir que fue una locura, terminar con el ex de tu mejor amiga es  romper un código gigante entre amigas. Pero viendo la relación de hermandad que tiene mi mama con mi madrina/tía Ada , creo que todo salio bien.

- Eso es genial ¿Cuándo van  a hacerlo?- Pregunta  Pablo a  mama.

- Creemos que en septiembre, pero no estamos seguros todavía.- Responde mi mama contenta.

Veo que estamos todos de buen humor, así que ahora me toca jugar mis cartas.

-Mama ¿Te puedo pedir algo?- Le digo mientras como un pedazo de milanesa.

- Claro.- Dice ella mirando me.

Me sudan las manos, me siento como Messi cuando tiene que patear un penal.

-Puedoiralacasadeun compañerodelcolegioahaceruntrabajo.- Dije todo muy rápido que ni yo misma me entendí.

-¿Qué?- Pregunto mi mama.-Ornella te eh dicho que odio cuando balbuceas .Explica me bien, que queres...- Dice ella.

Pablo se empieza a reír, sabiendo que cuando me pongo nerviosa así, hay algo que le oculto a mi mama. Obviamente le oculto lo de mi mala nota, pero no quiero que me deje sin la salida del sábado.




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