Dos Ambroni y un Villagran

Capítulo 20

Capítulo 20

Ariel

Aparco frente a la casa de campo de mis abuelos, es una construcción hermosa y pintoresca.

Estaciono mi auto en el garaje compartido, veo que soy el último en llegar.

-Hola hermanito.- La voz de Catherine se hace presente. Me doy vuelta para ver a mi hermana, quede boquiabierto al ver su nuevo look.

Su cabello castaño claro, fue sustituido por  azul y morado. Los cuales estaban intercalados en su pelo.

-¿Qué te hiciste en la cabeza?- Fue lo primero que le pregunte. – Ah, perdón, hola hermanita.

- Muy mal educado, primero se saluda y después me preguntas que me paso en la cabeza.-Dice en tono de regaño. Pero después se lanza a mis brazos y me abraza como si fuera un koala.- Te extrañe hermanito, deberíamos vernos más seguido.

- Y si vos siempre estas ocupada.- Le riño desacomodando su cabello.- Entonces… ¿Por qué?-Le pregunto mirando su cabello. A la luz de sol se veía mucho más brillante y llamativo.

- Es que necesitaba un cambio.- Dice mirando hacia un costado.- Aparte, este no es el único cambio.- Dice señalando su cabello con su dedo anular en el cual brilla un enorme anillo.

- La pucha…-Murmuro.

Ella se sonroja y mira hacia un costado. ¿Es enserio?

- Me lo propuso ayer, le dije que si.-Dice con una sonrisa radiante.

Esta vez soy yo quien se lanza a sus brazos. Siento una felicidad enorme  al saber, que mi pequeña hermanita se va a casar.

- Me tienes que contar todo. ¿Mama ya sabe?- Pregunte, mientras pasaba un brazo por sus hombros y caminábamos hasta la casa.

- Claro que no, te estábamos esperando.- Dice ella.- Necesito que me apoyes,  sé que a nuestros padres no les va a gustar.- Chilla con fastidio.

Eso es cierto, Cate  es apenas una adulta joven, solo tiene diecinueve años, aún falta  unos meses hasta que cumpla los veinte.

- Es que, llevamos mucho tiempo junto. Vivo, duermo, como, me tiro pedos con él. Es mi vida entera y no me imagino estar sin él y él tampoco se imagina la vida sin mí.- Suelta feliz.

Como envidio (sanamente) las relaciones hetero, son fáciles y dinámicas. Siempre te apoyan tus padres, no debes explicaciones  de si te gustan más los hombres o las mujeres.

Aunque  si me  fijo en la vida amorosa de mis hermanos, estamos epatados en cuanto a desamor.

- Entonces si ambos se aman. Y si están listos para esto, los apoyo.- La ánimo, besando su frente.

- Si tengo tu apoyo, podre contarles a mis padres que me voy a casar.- Dice con una risa histérica.- Me voy a casar…- Volvió a decir.

- ¿Te dio miedo ahora?- La interrogo. Ella se muerde el labio.

-No es miedo, es que casarse es algo fuerte. ¿No?-Me  pregunta. -Lo siento me había olvidado, que sos un Don Juan  y no tienes novia.-Se burla.

Claro novia no, pero novio sí. Ojala pudiera sinceramente  con ella y contarle mi desafortunada vida amorosa.

- Tienes razón, nunca eh tenido novia.- Digo sin mas.

-Hijos míos ¿Por qué no están adentro?-La voz de mi mama nos interrumpe, se veía feliz con un vestido blanco muy hippie para su estilo, su cabello castaño esta trenzado de manera prolija.

- Ya vamos mami, solo saludaba a nuestro sireno.-Dice Cate.

- Mama, Cate me está  molestando.- Me quejo como un niño pequeño.

Mama, se acerca a nosotros riendo. Se pone en medio de nosotros dos y pasa un brazo por mi cintura y por la cintura de mi hermana.

-Mis niños, no saben la alegría que me dan.- Habla feliz.

- Es que verme a mí, es como ver un rayo de felicidad.- Se halaga Cate.

- Claro…- Ironizo.

- Vez mami, hiciste un sireno muy enojón.- Se queja mi hermana.

-No le digas sireno.- La reta mi mama.- Vamos adentro, porque la comida está servida y Brandon come mucho.

- Eso es verdad, encima nunca le decís que no. Como es tu favorito.- La molesto, ella rueda los ojos. Sé que le molesta que diga que tiene favoritos.

- Lo confirmo, lo deja vivir de vuelta con ella cuando fue la primera en decir.- Cate aclara su garganta.- “Si el pendejo ese vuelve, lo saco cagando. Se cree muy grandecito para dejar a su mama e irse entonces que no vuelva”- Imita a la perfección la voz y las quejas de mi mama. El día en que Brandon se mudó.

- Basta, no molesten a su madre.- Nos regañó.

- Esa es Cate, te dije mama la falta de ácido fólico hace que salgan así.-Me quejo rodando los ojos.

- Me sentiría insultada, si entendiera lo que dijiste.-Murmura.

- ¿Hija no estudias medicina?-Pregunto mi mama horrorizada, mirando a la futura medica de la familia.

- Estaba bromeando.- Dice con una sonrisa, mirando hacia el costado.

Mama y yo nos miramos sin saber que pensar, con esta niña nunca se sabe.

- Bien, vamos adentro pues.

Seguimos a mi mama al interior de la casa, el aire fresco me sacudió la cara.

Catherine

Entramos a la sala de estar, es inmensa amo los muebles retro. Aunque los abuelos sean viejos, tiene buen estilo.

Los tres nos dirigimos a la amplia cocina. En la mesa central, estaban acomodando los platos y el rico asado, que hicieron mi papa y mi tío Alex.

Marco estaba sentando a la derecha de la mesa, charlando con Orne. Esa chica cada vez, está más linda (Claro se parece a su prima).

Los ojos marrones de Marco, chocan con los míos. Me sonríe nervioso, ambos sabemos que la noticia de nuestro matrimonio será sorpresivo y más que todo para mi papa.

Al ser su única hija mujer, que me fuera de la casa a vivir con mi novio fue un golpe duro. Soy su pequeña, pero no sé qué se queja, ahora tiene a la princesa de Brandon viviendo con él.

- Miren quien apareció.- Grito mi mama, haciendo que todos nos miren.

-Al fin, tengo hambre.- Grito Brandon dramático, Ornella le pego un chasque en la cabeza  con su mano.




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