Dos Ambroni y un Villagran

Capítulo 30

Capítulo 30.

Brandon.

Eres el padre del bebé que llevo en mi vientre.

Eres el padre del bebé que llevo en mi vientre.

Eres el padre del bebé que llevo en mi vientre.

Eres el padre del bebé que llevo en mi vientre.

Eres el padre del bebé que llevo en mi vientre.

Es lo único que se repite en mi cabeza. ¿Eso quiere decir que seré papa?

-¿Cómo?

-¿Cómo qué? Brandon eres grande, creo que sabes cómo se hacen los bebes.-Dice en tono escéptico.

Ruedos los ojos con molestia.

-Si se. Pero ¿Por qué me lo decís ahora? ¿Por qué no cuando te enteraste?-Pregunte.

No entiendo por qué espero tanto tiempo hasta decirme esto.

-Porque pensé que no era tuyo.-Confeso con la voz temblorosa.

Es decir que se cogía al esposo, cuando estábamos juntos. Ella me juraba que solo estaba conmigo.

-Eres mentirosa.-Escupo con asco.

Me sentía traicionado  y humillado.

La cara de ella se contrae en una mueca de dolor. Mis palabras la lastimaron, pero ahora no me importa.

-No, cuando comenzamos  salir juntos deje de estar con él. No lo volví a buscar. Eso a él no le gusto, sabía que  tenía a otro, pero nunca pensé fuera capaz de hacer eso.-Dice mirando hacia un costado. Una lagrima solitaria bajo por su mejilla.-El llego un día muy enojado y borracho. Dijo que sabía que estaba contigo, y que te iba a matar. Me golpeo con fuerza y me sacudido por toda la habitación, como si fuera un costal de papas. Tenía miedo de que fuera contra a ti. Así que le dije que haría cualquier cosa. Él me dijo que fuera suya de vuelta, quería dejarme en claro que solo mandaba el en mí.

“Preferí estar con él una vez, dejar que se descarga contra mí. Y no que te lastimara, porque eso si no me lo perdonaría. Asique acepte.

Un mes después me entere que estaba embarazada. Pensé que era de él. Pero cuando fui a mi primera ecografía. Me entere que tenía no un mes, sino casi  tres meses.

Supe de inmediato que era tuyo, intente irme de su lado. Pero el me golpeo y amenazo de vuelta con acabar con tu vida. Asique me quede, te busque y te dije todo eso. Que te alejaras que solo quería al dinero y por eso no estaba contigo.

Pero en realidad solo quería proteger te. A  ambos los iba a engañar les iba a hacer cree que no era tu hijo sino de él.

Él lo creyó, pero sé que llegara el momento del nacimiento y ya no podré  hacer nada. Y sé que será peor.”

Me quede en shock, con todo lo que ella me estaba contada.

¿Cómo pude ser capaz de lastimarla?¿Y lo peor de todo obligarla a estar con él?

La ira inunda mis sentidos. Solo tengo algo en mi cabeza y es ir a matarlo.

Me levanto de mi silla y me acerco a ella para abrazarla con fuerza. Ella llora en mi hombro, no puedo siquiera pensar cómo se debe sentir.

-Tiene que haber una forma. De que puedas irte de ahí, no tienes que seguir aguantando lo.-Digo arrodillándome para mirarla. Tomo su mano y la entrelazo a mis dedos.-Ahora que lo sé todo, estoy para ti y para él bebe.

Ella acaricia con cuidado mi cara.-No quiero que te haga daño. ¿Me entiendes?- Pregunta de forma triste.- Y es la bebe, tendremos una niña.

¿Una niña? Siempre pensé en cuando formara mi familia, quisiera tener hijos. Tres un niño y dos niñas. Tendré una niña, con la mujer que amo. Ahora sé que ella también me ama y hare todo lo que pueda, para verlas felices y junto a mí.

-Reina, haremos que esta pequeña princesita. Crezca feliz y amada, al lado de sus padres.-Tomo aire y sigo.-Quiero  pedirte que te mudes conmigo. Quiero vivir contigo y con la bebe. Tengo trabajo, capaz que no tengamos una vida de lujos, pero si tendremos una vida llena de amor.

Ella pone sus manos en su cara, y llora de forma un poco escandalosa. Atrayendo la mirada de algunos clientes, me había olvidado por completo en donde estábamos.

Me quedo preocupado porque ella sigue llorando.  Pero esa preocupación se disipa, cuando me rodea con sus brazos por el cuello.

Empezó a besarme la cara, las mejillas y los labios. Nos besamos con ganas. La había extrañado. Joder, sí que la extrañaba. Su piel, sus besos, su aroma  todo lo que tenga que ver con ella.

Ella es todo lo que nunca pedí y siempre soñé. Es lo que yo necesitó, no la dejare ir.

Sigo besándola demostrándole, todo lo que ella me hace sentir. Todo lo que ella, es para mí. El amor de mi vida.

-¿Eso es un sí?-Pregunto poniendo mis manos sobre el vientre de ella.

-Es un claro que si amor. Me iré contigo, nos iremos contigo.

Esas palabras me hicieron el hombre más feliz del mundo. Sentía que el mundo era otra vez bello y que nada podría hacer algo para destruirlo.

Pero me había olvidado que la maldad humana, hasta el más fino rayo de luz. Lo destruye…

 

Ariel.

Fue un día demasiado agitado.  Muchas emociones.

Primero la reunión con la empresa de automotores. Fue exitosa, el único problema es que Agustín estuvo ahí,  hizo de cuenta que yo no existía

Me trato como otra persona cualquiera y no como lo que éramos, personas que se aman.

Era injusto quejarme,  no podía hacerlo. Él se había alejado por mi culpa, pero yo iba a recupéralo.

Por otro lado, el enterarme de que mi madrina casi mata la secretaria de mi papa. Fue algo demasiado dramático. Pero por suerte no paso a mayores, y ellos solucionaros sus problemas.

Pero mi papa no trabajo en todo el día, eso quiere decir que tuve varias reuniones más.

Llegue a casa a eso de las  once de la noche. No quería hacer nada más, que no fuer aun baño y dormir.

Al entrar al edificio veo a Olivia. La saludo con la mano, y ella palidece. Y así como la vi, salió disparada a las escaleras. Esa actitud me pareció muy extrañan, así que decido seguirla.




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