Dulce Atadura (el Amor De Mis Vidas#1)

Capítulo 29


"Hay una cura eficaz para erradicar los males; la educación. La ignorancia  es una desgracia, mientras el conocimiento es poder y una  verdad absoluta. La verdad siempre te hará libre, y ser libre te hará feliz"

《...》

Sale del lugar a toda prisa. Sin llevarse el almuerzo y sin un auto en dónde irse.

La llamada de Richard fue un alivio a su corazón maltrecho y su mente atormentada. Se había ido de viaje y con toda la situación que se había dado lo extrañaba más que nunca.

Richard Lincoln era —además del vicepresidente de Angel Falls— su segundo padre.

El chofer de la familia se ofrece para llevarla encantado. Mientras va en el auto conversa con él hombre. Ahora sabe que se llama Joseph. Es joven, de apenas treinta años. Le cuenta  que lleva trabajando para la familia Nicols desde muy temprana edad, ya que su madre y su padre trabajaban para ellos desde antes que naciera.

—Claro, nunca me trataron como un criado o algo similar, mis padres, mi hermana y yo siempre fuimos tratados como parte de la familia. Incluso recibimos la misma educación— le comenta.

Cuando Andrómeda le pregunta por su hermana, el semblante del hombre se oscurece.

—Ella...Ya no vive aquí.

Al percibir el aire tenso, cambia el tema y Joseph se muestra menos distante. Le pide que se detengan frente a la pequeña cafetería que siempre frecuenta y que la espere.

La conversación ha sido muy amena y ha logrado sacarla temporalmente del caos que se desata en su mente.

Aún no olvida que es víspera de navidad y que la relación con su familia está fracturada, tampoco olvida que las alucinaciones se vuelven más vívidas y reales. Sobre todo, está presente la peligrosa dirección que sus sentimientos están tomando a causa de Elliot Cárter.

Son un sinfín de problemas que se encargan de torturarla cada vez que la oportunidad se les presenta.

La chica de la cafetería la trata con la misma cordialidad de siempre y le obsequia un mini pastel de chocolate y fresa  por ser cliente frecuente.

Las palabras 《Sonríe y ten buen día》 están escritas con glas de chocolate sobre el pastel.

El gesto, aunque solo haya sido mera cortesía, le da un poco de color a su vida.

Es increíble como algunos gestos insignificantes—como una agradable conversación, un trato cordial o un pequeño obsequio optimista—puede cambiar por completo el ánimo de una persona.

Más entusiasmada y optimista que en la mañana, sube nuevamente al auto y le ofrece un poco de pastel y un café al chofer. Joseph le agradece por el gesto.

Espera que el resto del día sea igual de agradable.
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Cuando entra a la compañía, ocurre lo que ya venía imaginando que pasaría desde que se descubrió su matrimonio con Elliot.

La gente que no la miraba antes, ahora la saluda con besos y abrazos, felicitándola por su compromiso. Las personas que antes la saludaban con soltura, ahora le sonríen reticentes. Sólo las verdaderas amistades la trataron con normalidad. Entre esos Spencer, el mensajero.

 Ya es de dominio público que es una Cárter. 

Lo que quiso evitar que pasara con su identidad oculta como presidenta durante años, ahora ha ocurrido con su identidad de casada.

¿Irónico?

Ha dejado de creer en las ironías desde el momento en que conoció a Elliot y cosas extrañas comenzaron a ocurrir,o más bien,  a coincidir con su vida.

Sin prestar atención a las reacciones, sigue repartiendo el café como le es de costumbre. Se siente gustosa al ver como todos los reciben, un poco atónitos, pero con gratitud en sus ojos. 

Cuando finalmente termina, sube a la oficina vice-presidencial. Un Richard Lincoln pulcramente vestido con traje de corbata la  recibe con una sonrisa burlona.

—¿Ahora debo llamarte señora Cárter?—Entorna los ojos y abre sus brazos para abrazarlo. El hombre la recibe entre los suyos, como un padre afectuoso—. Me voy una semana. Una. Y me encuentro con que te has casado. Si me voy un mes seré abuelo de trillizos.

Ríe y se aparta de él para ver su expresión.

No luce enojado, su sonrisa marca las pequeñas arrugas que hay en las esquinas de sus ojos. Pero sí se ve preocupado.

—Sabes que es un compromiso por conveniencia— dice, sin evitar sonar triste.

—Lo sé. Te conozco a la perfección y también lo conozco a él. Sin añadir que solo se vieron una vez y se detestaron de inmediato. No me preocupa la conveniencia, me preocupa la clase de persona con la que has hecho este trato, que sospecho tiene que ver con el proyecto en Gambia.

—No te equivocas.

—No tenías que llegar tan lejos. Mucho menos con una persona que, no solo tiene una fama de racista y despiadado que puede afectarte, sino que, de hecho, realmente es racista y despiadado.

—¿De verdad quieres tener esta conversación? ¿En serio tú vas a juzgarlo?

—¿En serio lo estás justificando porque te sientes identificada con él? 

—No estoy justificándolo. Sé lo que se siente sentirse confundido. Sé cómo se siente despreciar a las personas sólo porque así te lo han inculcado y que te desprecien a ti cuando no tuviste opciones de educarte más allá de quienes te criaron. Elliot es un buen padre, un buen hijo aunque se niegue a admitirlo. No es una mala persona, sólo es una persona maleducada.

—Que sea bueno con los que ama, no significa que sea bueno con quienes no le interesa. Es en la empatía hacia quienes no guardan afecto donde se ve la verdadera bondad de una persona. Y Elliot Cárter no es bueno más que con los suyos y quienes le interesan. Es igual que su padre y créeme, él no era una persona que te gustaría tratar o cruzarte en la calle. Estás pisando terreno peligroso y ni siquiera lo notas, sólo porque estás cegada por una vivencia que ni siquiera es real.

—¡Sólo quiero…!

—¿Qué? ¿Cambiarlo? ¿Hacerle ver que está equivocado? ¿Crees que una persona con esa clase de pensamiento cambiará de la noche a la mañana? ¡Tú no le importas, Andrómeda! Eres un medio para él, nada más ¿Acaso te dijo acerca de la fiesta de fin de año que realiza anualmente su empresa?— no responde, su estómago se retuerce al escuchar sus duras palabras—. Ni siquiera te lo ha mencionado porque no te quiere allí ¿Cómo va a hacerlo si irá Charlotte Smith? Oí que era su novia antes que tú y que  es la hija del senador Smith ¿Acaso no lo notas, Andrómeda? 




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