Dulce Represalia

Capítulo # 2

Capítulo# 2

En la mansión Watson.

En el comedor.

—¿Y Emma? —preguntó Benjamín mirando a su hijo.

—Debe de estar acomodando la ropa.

—Para eso, está la sirvienta —dijo él serio, mirándolo— no quiero que haga nada. Es mi nueva nuera y quiero que se sienta cómoda en la mansión.

Bruno está serio, no se imaginó que su padre le fuera a simpatizar Emma, al menos su hermana sería una aliada, si no soportaba a Elise menos a Emma.

—¿Y Alexa?

—Está en su habitación, debe de estar escuchando música o bailando. —le respondió y angustiado— sabes que tu hermana no es la misma, desde que Bobby la dejo.

—Bueno, podemos decir que gracias a Elise que se acabó esa relación. Ese joven no era nada serio, al menos Elise la separó de ese vagó.

—Pero, desde ese momento, Alexa se puso rebelde y no hace caso —le recuerda con tristeza, preocupado— no es la misma joven de antes.

—Eso sí.

.

.

En la habitación.

Emma abrió la puerta y se encontró con una joven rubia parece de su misma edad.

—Hola.

—Así que eres, la esposa de mi hermanito Bruno —dijo Alexa detallándola— eres rubia y de ojos azules como los míos —la miró divertida— pensé que buscaría una mujer parecida a la maldita de Elise.

Emma se sorprendió y la miró.

—No dices nada —dijo riéndose y seria— parece que Elise. No es de tu agrado.

—No la conocí, no es correcto hablar mal de una persona que está muerta y no puede defenderse.

—Estupideces —dijo ella, cruzando los brazos— esa estúpida y perra, solo vivió para hacerme la vida imposible.

—Parece, que no fue de tu agrado.

—Esa zorra, por favor —dijo con desprecio—. Ella engañó muy bien a mi padre y a mi hermano. Jamás lo hizo conmigo, cuando vivió aquí, pretendía meter a su amante. Como le hice su estadía, una pesadilla, inventó muchas mentiras para que mi novio y yo termináramos —le comenta con amargura— por eso, cuando murió, me dolió la perdida de mi sobrina y no su muerte.

Ella mira a su cuñada con asombro y no sabe si creerle o no, sobre la anterior esposa de Bruno, de algo si está segura, aún su esposo la recuerda con mucho cariño.

—Me voy a reunir con mi esposo.

—Vamos, por los momentos me estás cayendo bien. Si vas a hacer así de callada, mejor para mí —dijo sonriendo.

Emma y Alexa bajaron las escaleras, mira a su esposo como le sonríe a su padre, está muy feliz de ser su esposa y aceptaría todas las condiciones para estar a su lado, él la ama. Y eso lo que ella realmente le importa.

—Así que eres enfermera —dijo Benjamín sonriendo un rato después de comer— eres la enfermera y Bruno el doctor acosador —bromea— será divertido.

Emma se sonrojó.

—Tampoco es así.

—Soy el lobo y Emma es la Caperucita —aclara Bruno, agarrándole la mano—. ¿Verdad, amor?

Ella asintió.

—Mucha miel —dijo Alexa, aburrida de escuchar la vida de su cuñada—al menos, no eres una pediatra.

—¡Alexa! —La regaño su padre y molesto— eso no se dice.

—Emma es Emma y Elise fue una maravillosa mujer que ame, ahora mi relación con Emma es muy diferente a mi anterior matrimonio.

—Así es hijo, no es bueno comparar a Emma con Elise, no está bien.

—Sí, Emma no sé parece a la perra de Elise —dijo Alexa para hacer enojar a su hermano y padre.

—¡Alexa a tu habitación! —ordenó Benjamín.

—Bah… total, no quería cenar con ustedes —dijo ella levantándose con brusquedad y tumbando la silla— nos vemos cuñis.

—Es muy diferente a lo que me imagine de ella —confesó Emma, mirándolos— solo hay que tenerle paciencia.

—La voy a matar —murmuró, Bruno furioso— odio que se exprese así de Elise.

—Creo que es mejor, que hable con ella —dijo ella levantándose— con su permiso —informó retirándose.

Benjamín encantado.

—Es tan educada. Hijo, ¿En dónde consigo una así?

Bruno lo miró incrédulo.

—Papá, por favor.

Emma subió las escaleras y entró a la habitación de Alexa, casi se desmaya de la impresión de ver calaveras e imágenes de monstruos por toda la habitación.

—Una decoración, bastante llamativa.

—Eres una atrevida —habló Alexa saliendo del baño, pregunta molesta—. ¿Cómo te atreves a entrar a mi habitación?

—Lo siento, es que dejaste a Bruno y al señor Watson enfadados. Y.

—Tonterías —dijo ella, mirándola mal— solo se molestan por la verdad, eso es todo.

—Fue la esposa de tu hermano. No te simpatizaba, no deberías expresarte así —dijo seria.

Alexa se acercó a ella y le apretó la muñeca haciendo que Emma se arrodillara de dolor.

—Tú no eres nadie y que sea la primera. Y última vez que entres a mi habitación —le aclaró, mirándola mal— lárgate, o será peor.

Emma se acarició la muñeca y observó que está roja.

—Lo siento —dijo y salió corriendo.

—Creo que se me fue la mano —dijo, sintiéndose culpable— ella no es igual a Elise.

Emma se fue corriendo a su habitación, le dolía un poco la muñeca, prefirió aplicarse una crema para evitar que le fuera a salir un moretón, su piel es muy sensible.

Bruno se despidió de su padre y subió las escaleras, necesita saber que había hablado Emma con su hermana, aún no entiende por qué Alexa odia tanto a Elise siempre la vio como una hermanita.

—Emma —dijo él entrando a la habitación y encontró a su esposa aplicándose crema en la muñeca—. ¿Qué te pasó?

—Me golpeé —respondió ella mirándolo, medio sonríe— sabes que soy un poco torpe.

—Claro —dijo mirándola y observando que está muy seria—. ¿Qué pasa?

—Es que, aún no entiendo, ¿Por qué debemos, dormir separados?

Bruno irritado.

—Te dije, que odio los berrinches —le recuerda él cruzando los brazos.

—Es qué. Me gusta dormir a tu lado, las dos semanas que estuvimos de luna de miel no te quejaste.




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