No demoro en llegar al hospital donde se encontraba mi hijo. Con mi corazón desbocado y mi cuerpo temblando llego a urgencias preguntando por él, pero no me dan repuesta. Su estado es delicado es lo único que me dicen.
Quince minutos de haber llegado decidí llamar a Bayron mi ex para notificarle lo que acaba de pasar con nuestro hijo, sé que él me va a culpar de lo sucedido; y la verdad es que no estoy de ánimos para escuchar sus reproches, pero es necesario que el este acá.
Una hora después llego Bairon furioso y como lo pensé empezó a culparme por lo sucedido con nuestro hijo, que si algo le sucedía me iba a demandar y que me quitaría la custodia de mis otros hijos.
Me siento cansada, me siento débil, me siento culpable. Para una madre no es fácil ver a tu hijo postrado en una cama.
Salgo de la habitación de mi hijo corriendo hasta llegar a un pasillo y veo el letrero de las escaleras. Abro la puerta y bajo algunos escalones y al ver que no hay nadie; me desmorono por completo a llorar.
Nos acaban de informar que mi hijo está en coma y que posiblemente no pueda volver a caminar por el fuerte golpe que tuvo. El problema es que solo se confirmaría cuando él despertara, y eso puede tardar días, meses e incluso años. Pero también está la posibilidad de que no haya algún daño de la columna y con otra cirugía y terapias vuelva a caminar. Solo queda esperar y pedirle a Dios que no sea la primera opción.
Cuando me pude calmar regrese a la habitación de mi hijo, verlo postrado en una cama vendado y con golpes en su rostro y cuerpo es muy doloroso para mí. Me siento a su lado tomando su mano, la acaricio y cierro los ojos para poder orarle a Dios que me de una segunda oportunidad con mis hijos; prometiendo que esta vez será diferente y dejare tanto odio y rencor contra mi esposo y que mis hijos mayores dejen ese odio hacia mi y me puedan ver como una madre de verdad.
No volví ver a mi ex después de que el medico nos informara sobre la condición de nuestro hijo. Tenia que arreglar las cosas con él y no meter a nuestros hijos en el medio ya que son los más perjudicados.
Carlos me trajo alimento y ropa para cambiarme ya que estaba decidida permanecer al lado de mi hijo hasta que él despertara. Cuando lo vi no pude contenerme y terminé llorando de nuevo, pero en sus brazos. El me sostuvo y dejo que yo me desahogar y me dijo que no me preocupara que todo saldría bien y que él iba a permanecer a mi lado.
***
Han pasado dos días del accidente. Cuando viene mi ex o mis dos hijos mayores a visitar a mi hijo, yo aprovecho y voy a la cafetería mientras ellos le hacen compañía a mi pequeño.
Lo que me pareció extraño es que mi hijo Liam y mi ex se estaban comportando de una manera extraña conmigo. Estaban siendo más amables y estaban pendiente de cualquier cosa que necesite. Mientras que mi hija Aracely permanecía alejada de mí ignorándome por completo.
De ella si lo esperaba más no el comportamiento de los dos hombres. Puede que estas situaciones hagan cambiar a las personas.
Los días pasaban y mi hijo aún no reaccionaba. Su padre y su hermano mayor ya solo lo visitaban por unos minutos y se iban diciendo que no soportaban los hospitales y los gérmenes.
Mi hija es la que más me sorprendió en verla al lado de su hermano. Por algún momento imagine que ella solo se amaba así misma y a nadie más; pero al ver como lloraba, como acariciaba a su hermano y de como le cantaba me hacía sentir que mi hija si tenía corazón.
—Iré a la cafetería ¿Deseas algo? — Le pregunto a mi hija quien yace sentada al lado de su hermano.
—No…— Hace una pausa —Gracias — Me sorprendo por su agradecimiento, pero no le digo nada y salgo de la habitación dejándola sola con su hermano.
Camino hasta el elevador y oprimo el botón hasta que llega el ascensor. Subo en el mientras pienso en mis dos hijos que están en esa habitación. Aracely luce más delgada y en estos días no se ha quitado unas gafas oscuras y presiento que algo le pasa ya que trata de ocultar su rostro.
Tuve algo de tranquilidad al hablar con mis pequeños y saber que están bien. Carlos ha estado yendo a mi casa y se ha asegurado que todo este bien con ellos y también ha estado pendiente con las cuestiones de la empresa.
Cuando llego a la habitación, observo que mi hija se alista para irse. Besa la frente de Bairon y al pasar por mi lado la detengo sosteniendo su mano.
—¿Estas bien? — Pregunto y siento su cuerpo tensarse.
—¿Acaso te importo? — Dice.
—Claro que me importa, eres mi hija—
—Después de como te he tratado ¿Aún me consideras tu hija? — Susurra bajando su rostro.
—Claro que siempre te considerado mi hija— Hago una pausa y la suelta, me doy la vuelta y observo a Bairon mi hijo con tristeza —Debí ser una mejor madre — Susurro acercándome a mi hijo — No debí permitir que tu padre dejara que ustedes crecieran sin orden ni ley — Escucho como Aracely suelta un sollozo —Debí estar más pendiente de ustedes y haberlos corregido a tiempo — Susurro dándome la vuelta para acercarme a mi hija — Perdóname por no haber sido una buena madre —