Dust: Una odisea a la flor

A (Una producción de lealtad, al estilo del viejo Kendrick)

Retomando lo sucedido de aquella noche, al llegar a su residencia, el joven Frederick pasó de mala noche por lo acontecido, intento dormir por todos los medios posibles, pero simplemente se le dificultaba conciliar el sueño, no fue si no hasta que se tomó unas píldoras para dormir de su madre, con las que pudo adormecer su atormentada mente. Pero decir que se adormeció es simplemente excluir lo acontecido en su descanso, pues los malos recuerdos y sueños extraños lo atormentaron durante su reposo, se movía de lado a lado mientras hacía ruidos incomprensibles. En pleno trance del sueño, su teléfono empezó a vibrar, logrando despertar al adormecido de su descanso, cogió su teléfono y con un gran bostezo contestó

-Buenos días ¿Qué se le ofrece?- respondió sin ver su teléfono, en la otra línea estaba Elena, había llamado para saber si tenía la intención de ir a algún lado en la noche

-Disculpa la hora, pero quería llamar para saber si tenías algún plan en esta noche, pues te quería hacer una propuesta para que vinieras a cenar a un restaurante conmigo-

Tan pronto y escucho la voz de Elena, cambio su estado de ánimo tan rápido, como si de un bipolar se trataba, se levantó de su cama y trato de comprender mejor el mensaje

-Oh, Elena, disculpa mi tono de voz, pero apenas me acabo de levantar de un pequeño trabajo que tuve que hacer, pero retomando lo que dijiste; Si, me encantaría salir contigo esta noche- Y así se dispuso, Frederick tomo nota del lugar y la hora, un pequeño restaurante de comida italiana, en el momento que el sol bajaste y la luna ascendiese, pero para ser más formales, entre las 6:30 y las 7:00 de la noche. Tomado nota y alegre por la noticia, Frederick partió para la taberna de su gran amigo (y único dicho sea de paso) Marcus.

Partió rumbo hacia al lugar antes mencionado, camino por unos minutos y justo antes de llegar, vio que al otro lado de la calle, se encontraba una chica de pelo largo y negro, chaqueta verde militar, haciendo que Frederick intérprete que era Nikita la que estaba ahí.

-¿Esa que anda ahí es Nikita?- pregunto, pero no trato de dar vueltas en el asunto, decidió entrar al lugar y buscar a Marcus, quien se hallaba sentado en una mesa del lugar

-Buenos días antes que nada- dijo Frederick- he venido a consultarte sobre un asunto que surgió en la noche, en el cual esperaba que me ayudaras-

En primera instancia, no hubo respuesta de Marcus a aquella petición, pues se le quedó viendo de manera extraña, como si su mirada lo estuviera juzgando. Al pasar de unos segundos se levantó, miro a Frederick en silencio y con euforia pregunto

-Responde con toda la sinceridad que tengas, como la que yo te ofrezco todo el tiempo ¿Es verdad el rumor de que te has metido en una pandilla callejera?- Frederick quedó desconcertado, pues no sabía que alguien lo había descargado y se lo había dicho a Marcus. Cómo era algo típico de él, negó aquella acusación, pero se fue para atrás cuando se enteró de la persona que había dicho lo de su ingreso a las pandillas

-No trates de negarlo Frederick, pues quién me dijo aquel rumor fue tu misma compañera, la mala compañía que a la cual acoges en todas las noches: Nikita-

Una ingrata sorpresa tomo desprevenido a Frederick, pues había sido ella quien la tentó a meterse en las pandillas, por lo cual él no le veía mucha lógica

-¿Cómo fue capaz de decirte eso? Y dime ¿Por qué? Pues no le veo la lógica a su declaración?-

-No es necesario la lógica, Frederick, la única razón por la cual le creo a esa mujer, es por el hecho de que ella misma es una testigo de lo que sucede en aquel mundo, y aunque sea de mala fama, viniendo de alguien que conoce a profundidad ese asqueroso mundo, debería creerle aunque sea un poco-

-Pues lo he de decir en este momento; ¡Es una absoluta mentira!, pues tú sabes bien mi opinión de sobre aquel fétido y asqueroso estilo de vida, además de que le tomas la palabra a una misma pandillera, bien puede andar diciendo eso para desprestigiarme, tal vez por alguna broma o acción que habré hecho en su contra, pero juro ante ti y ante el mundo, que yo no he de estar metido, ni de meterme en aquellos asuntos-

Dudoso estaba Marcus, pensando en si creer en las palabras de una pandillera o en las de su amigo más cercano, ya que aquella declaración, viniendo de alguien cercano a ese mundo, debía tomarse en consideración. Al final se hizo de orejas sordas y decidió creerle a Frederick, sin antes decirle:

-Más te vale que me estés diciendo la verdad, por qué si las palabras de Nikita son verdaderas, estarás denigrando la memoria de tu difunto padre, pues recuerda que el murió por culpa de aquellos a los que tú llamas “Lacras”, y no vaya a ser que la astilla de aquel árbol se dejará pudrir por la mugre de la tierra,-

Y habiendo terminado el sermón, Frederick decidió contarle sobre aquella llamada en la mañana, buscando un consejo y apoyo de alguien que sepa un poco del tema,. Y así fue, Marcus le había dado la dirección de una florería de renombre en la ciudad, también le dio un flor de origami que tenía guardado en la taberna, y por último, le obsequió un pequeño collar de oro, con una frase grabada en las cadenas “Loyalty”

-¿Y a qué se debe el grabado?- había preguntado Frederick

-Es un signo se unión, la conexión de 2 personas que juntan sus caminos en uno solo y forman vínculos de amor, respeto, compañerismo, pero sobre todo, de lealtad, el dar y esperar la reciprocidad de la otra parte, ofrecer la mano y espada en los momentos duros y mantenerse firme ante las tempestades, ese es el valor de la lealtad, mantenerse, incluso en los peores momentos-

Con todo en mano, partió luego hacia la locación que Marcus le había marcado, partió primero para la florería, donde olfateo cada flor en busca de la más dulce y agradable para el aroma. Encontró unas hermosas rosas y pago un ramo entero por ellas, esperando impresionar a Elena con aquellas flores tan majestuosas. También reutilizó el traje con el cual había querido ir a la ópera con Elena, planchándola y dejándola confortable y agradable, espero por unas horas y decidió probarse el traje, se vio al espejo y espero a que llegará la hora.



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En el texto hay: trama, decadencia, novela juveni

Editado: 19.07.2022

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