Cada día que pasaba desde el acontecimiento trágico de nuestro caballero de arrogancia eterna se volvió fundamental para el curso de Frankfurt, sin querer se había abierto una caja de Pandora que condenaría la vida de cientos de personas en las Cloacas, empezando en la noche del 25 de agosto de aquel año. Luego de haber evitado la captura por parte de la policía, el restante del escuadrón de aquél atraco volvió al Nido, esperando que ninguna sombra los alcanzará en su regreso. Llegados fueron notificados de las desgracias de aquel incidente, por ende se movilizaron rápido para encontrar a Patel y Frederick, puesto que la información que ellos tenían sobre la pandilla era de vital importancia. Las primeras acciones fueron ejecutadas por Mainstein, quien había ordenado capturar a los 2 y asesinarlos por poner en riesgo la integridad de la pandilla, a lo que Nikita trato de oponerse, quien sabe la razón por la cual había realizado aquella acción, pero lo que se sabe es que discutió con su padre por este motivo. En lo que las discusiones familiares estaban subiendo de tono, otros sonidos provinieron de las afueras del nido, las sirenas empezaron a sonar y sonar por doquier, de pronto se escucharon 4 tiros dentro del recinto
-Atrapen al Polizonte- Se escuchaba en el interior, y con 3 disparos bastaron para ponerlo fuera de servició, pero aquella noche estaba lejos de terminar, incluso abatido en el suelo dio unas últimas palabras
-Pandora se ha liberado, asesinen a los demonios-
Las luces se apagaron en cuestión de segundos, la misma oscuridad vestida de muchedumbre se había envuelto en las tinieblas, se empezaron a escuchar disparos por doquier y las botellas del recinto reventaron, todo era un caos desde cualquier lugar, incluso el mismo Dave se vio involucrado en el mismo tiroteo, cargando la racha de 3 azules y 4 soldados que habían ingresado al recinto, la paga de esta hazaña fue una herida en su hombro izquierdo.
Dentro del corazón de las Cloacas las cosas iban peor, apenas sonaron los primeros disparos y muchos hombres salieron a defender a sus camaradas, unos cuantos se quedaron a resguardar a la familia Iscario, la mala suerte se junto ese día para que más de un infiltrado se metiera al nido de comadrejas. Dejando la defensa débil, salió un impostor de la mala vida entre aquellos hombres corruptos. Cómo a la par de la entrada, las luces se desvanecieron por completo, las balas llovían entre el corazón del lugar y la familia estaba en riesgo, El nido estaba comprometido tras empezar a darse cuenta de que la “pequeña trampa” resultará en un asedio a las instalaciones.
Nikita había ido a defender la entrada, pero apenas llegó se encontró con algo terrible: Vehículos blindados y soldados armados hasta los dientes había roto la entrada del lugar, lo único que pudo ver fue la horrorosa y estruendosa explosión de la puerta principal. Como aquella noche en Berlín, el muro había caído y las escorias que estaban detrás de ello salían a la luz, miles de balas empezaron a caer en el suelo mientras los pandilleros restantes resistían el fuego enemigo, Dave salió corriendo tras acabarse su munición en el combate. Las órdenes eran claras: Defender a Mainstein y Nikita a como de lugar, pues de los 2 dependía la hegemonía y el poder del tráfico de drogas en la región de Hesse. De tan mala suerte les fue a todos aquella noche, que solo 1 de los 2 saldría del lugar con las manos libres, en el tiroteo, Dave vio que Nikita estaba arrinconada en una barricada hecha de sillas y mesas, corrió bajo la metralla enemiga y se encontró con la misma para decirle de las órdenes actuales.
-Agarra las llaves de la moto escondida en la bodega, iremos por los túneles secretos y nos iremos de aquí con tu padre, las órdenes son estrictas: Tu y Mainstein deben vivir de aquí, el resto tratará de huir igual y nos reagruparemos en las afueras de la ciudad, cerca de la casa del Gordo Hansen-
Con toda la prisa del mundo corrió hacia su cuarto, había dejado aquellas llaves ahí por si alguna vez sucedía un ataque de parte de una pandilla rival o se empezaba una rebelión. Por otra parte, Dave fue a buscar a Mainstein en su templo de la personalidad, entro al pasillo que dirigía al cuarto y encontró rastro de destrucción y muerte a su pasó. Se escondió en una de las esculturas que estaban puestas en el pasillo, tomo ojo de la situación y espero pacientemente hasta poder ver algo, ahí vio la imagen más extraña en su vida: Mainstein de rodillas y siendo esposado por 3 agentes vestidos de maleantes. No dudo ni 3 segundos en huir de aquel lugar, se fue como si el diablo anduviera detrás de él y por despistado, tiró de un jarrón que llamo la atención de un policía.
En contra del reloj y entre un montón de recuerdos viejos y sin importancia, aparecieron las benditas llaves de la moto, a este redescubrimiento apareció también un Dave angustiado, no paraba de sudar frío y exhalar aire como loco
-Mainstein ha caído, eres la prioridad ahora ¡Huyamos mientras tengamos tiempo- No tardo en gritar a los 4 vientos, mismos vientos que también cantaron disparos en los pasillos, pues los policías que buscaban a Nikita se enfrentaban a las últimas fuerzas que quedaban con pie en el Nido. La posición en el nido finalmente había caído, los últimos combatientes se estaba quedando sin munición y poco a poco fueron cayendo los que trataban de huir de la abrumadora fuerza policial y militar, quien diría que en el frente de la batalla y como comandante de la operación, estaba Kraus Wagner, el jefe encargado de desaparecer las drogas en la ciudad, aquel hombre que se hacía pasar por policía normal de la calle resultó ser el encargado de tumbar el imperio Iscario en una noche
En los recónditos lugares del Nido, estaba la bodega de armamento y droga, misma que estaba conectada con una vía que permitía el paso de la droga sin ser descubiertos, con vías que permitían el traspaso de camiones enteros de varias drogas exportadas de América y Oriente, ahí mismo estaban vehículos que permitían el paso de algunas camionetas para ciertos atracos y para aquel momento, ahí también estaba la última salida.