V.- Malena

Kyle la llamó al día siguiente. La conversación comenzó con silencios incómodos y al final acordaron reunirse para comer. Ella debía regresar a su casa más tarde por lo que accedió. Recordaba a Kyle como un chico con el que salió en más citas pero no había nada bueno que mencionar sobre él además sentía que el hecho de que no le volviera a llamar era el indicio que esperaba sobre su relación, es decir, no tener ninguna.

Él siempre fue un chico guapo que llamaba la atención a dónde quiera que iba incluso decían que tenía tan buena suerte que sus amigos también eran afortunados. Lo único que él encontraba extraño al estar con ella era el hecho de que no lo mirara igual que otros y lejos de llamarle la atención su indiferencia, quería que ella pusiera sus ojos en él.

Al encontrarse en la entrada del restaurante, ella lo saludo.

— Aún usas ese anillo.

— Evita el acoso

— No te creo… entonces, ¿dices que en serio eres divorciada? — preguntó mientras iban a su mesa.

Ella se burló.

Cuando se conocieron, él se veía tan confiado intentando que cayera a sus pies que parecía saber mucho de la vida era tan joven y las citas con él eran siempre divertidas. Sacó su celular y le mostró la foto de su acta de divorcio.

Tres años antes ya había culminado esa relación.

Dos años antes ya estaban separados.

Un año sin mantener contacto.

— ¿Puedo saber los motivos?

— No

La manera cortante en que terminó la conversación lo hizo sentir mal como si quisiera darle a entender que no eran suficientemente cercanos para compartir esos detalles. Ordenaron la comida. Ella no tocaba el tema de que fue él quien ignoró sus mensajes aunque no tenía la obligación de responderlos quería una separación limpia. Por otro lado, Kyle no dejaba de pensar que en el evento anterior la presentaron como esposa de un empleado y no sería extraño que aún quedarán algunos sentimientos por resolver en la ex pareja. Si aún había ese tipo de indicios, no sería sorpresa que retomaran su relación y quizás, el breve tiempo en que salieron podría resultar incómodo.

— Entonces, ¿solo me llamaste para eso?

— No… bueno…

Antes de responder, su celular sonó y en pantalla apareció el nombre de una mujer.

— Ah, ¿sigues en las mismas?

— ¿Qué? ¡No! — respondió dejando el celular más lejos de su vista.

— Es bueno que tengas amigas pero según recuerdo, cada vez que salíamos a algún lado, ellas se nos cruzaban en el camino… dime, ¿también duermes con ellas?

— ¿Por qué dices eso? Estás haciendo preguntas incómodas.

— Lo siento pero desde el momento en que ya no me contestaste ningún mensaje para mí fue claro que tú objetivo solo era dormir en mi cama. — dejó los cubiertos y se levantó — no quieres hablar pero tengo que irme. Adiós.

Lena salió del lugar dejando a Kyle confundido. Miró el plato frente a él y ella terminó todo lo que ordenó. No fue su intención ignorarla pero nunca había dado ese tipo de explicaciones a nadie que solo de pensar en lo que debía decirle, las palabras desaparecen. Apenas encuentre el momento oportuno, la llamaría para disculparse.

Más tarde, Lena estaba terminando de hacer sus maletas cuando recibió una llamada, al ver su nombre en pantalla sonrió instantáneamente. Dylan le sugería verse para conversar un poco sobre un asunto importante, ella se negó pero él insistió así que decidió colgar. Por la época del año, quizás era algo relacionado a la reunión familiar pero antes de que pudiera devolver la llamada, recibió una foto de Dylan con una breve descripción.

"Nos vieron en el hotel"

No se iba a enojar pero tenía que dejarles claro que ya no había nada entre ellos.

Dylan la recogió en la tarde. La ayudó a subir su maleta a la cajuela y la llevaría al aeropuerto. Su vuelo saldría en la noche y tenían muchas cosas que discutir. Estar solos en un auto era extraño. Cuando estaban casados, rara vez viajaban juntos solo por sus horarios de trabajo y en otras ocasiones usaban transporte público o rentaban bicicletas. Comenzar la conversación era bastante difícil, no había nada de lo que quisiera hablar y él tampoco quería abordar el tema. La noche en que se encontraron tuvieron muchas cosas que contar pero ahora ya no quedaba nada de eso. Malena vio a su conductor, Dylan iba concentrado en el camino, se había cortado el cabello y tenía una sensación de estabilidad pese a que cambió de trabajo en semanas recientes. Parecía que descansaba más, ya no tenía ojeras y por lo demás, estaba saludable.

Aún usaba ese anillo.

— ¿Pasa algo?

— Si, ¿estás bien?

— Si o si quieres saber si me acostumbré a estar solo… también.

— Pensé que si manteníamos un contacto tan íntimo como antes, sería difícil volver a nuestra antigua vida.

— Pero no cambiaste tu número como si estuvieras esperando mi llamada, Lena… muchas veces quise hablar de lo que sucedió pero no podía llamarte y creer que las cosas volverían a ser como antes. Quería saber que te iba bien y al mismo tiempo quería que me necesitarás, que dieras el primer paso.