Hace mucho tiempo que no sentía tanta felicidad. Todo mi mundo se encontraba en tonalidades grises a causas de las atrocidades que me vi obligada a cometer para mantener a todos a salvo en el bunquer. Aunque nadie me cuestionaba sabía que sentían odio y rencor hacía mi persona.
Yo misma me odiaba, hasta podría decir que en algún punto temia de mi misma. Creí que la chica que solía ser antes de entrar aquí estaba sepultada en lo mas hondo de mí ser, pero verlo nuevamente encendió una luz en mí interior. Talvez mi alma no esta perdida después de todo.
—¡Roan!
Ni bien tocó suelo salté a sus brazos. Por fin, luego de tanto tiempo, deje salir las lágrimas que había estado acumulando. Lágrimas de odio, dolor, agonía. No me había dado cuenta de lo mucho que lo necesitaba a mi lado. Ahora todo será más sencillo de sobrellevar o eso quiero creer.
—Aquí estoy ai gonaskai, perdóname por no sacarlos antes
Asenti recordando el derrumbe que hubo días después de praimfaya. En ese momento supuse enseguida que alguien estaba vivo afuera y que buscaba el modo de ayudarnos pero luego el edificio de Polis se derrumbó sobre nosotros y quedamos atrapados por los escombros.
—Te sienta bien la corona, Haiplana Kom Azgeda— me aleje de Roan para recibir a Clarke con un pequeño abrazo menos desesperado esta vez. Estaba felíz de verlos a ambos, pero las cosas se pusieron algo tensas cuando Bellamy también bajo al bunquer.
—De hecho es Iceheda ahora, fueron seis años muy largos— comenté hacía Clarke mientras extendía mi mano a Bellamy en un pequeño saludo. Las cosas entre nosotros no habían terminado bien, pero como dije seis años es mucho tiempo.
—¡Hermano!— Octavia se lanzó a los brazos de Bellamy. Le ordene a Indra llevar a Clarke a ver a su madre, a estado muy mal estos años se que verla le hará bien.
—¡Protejan a Iceheda y Bloodreina!— los soldados enseguida nos rodearon cuando dos extraños armados con rifles bajaron al bunquer.
—Está bien, ellos nos ayudaron abrir el bunquer están de nuestro lado por ahora— aunque el "por ahora" no me gustó mucho hice una seña para que los guardias bajarán sus armas de inmediato. Roan me miró con curiosidad, se notaba orgulloso lo que me hizo sentir muy bien.
—Tomen sus cosas los subiremos uno por uno
Bloodreina junto con Gaia se encargaron de seleccionar quiénes saldrían primero. Yo me reuní con Roan y Lorcan para ver como seguiría Azgeda ahora que su rey ha vuelto.
—Su corona rey Roan— cuando me saqué la corona y se la extendi, compartió una mirada con Lorcan y la rechazó. ¿Qué pretende con esto?
—Fuiste Reina de Azgeda por seis años, mas años que yo, lo más sensato es que tu...— negué no podía aceptar eso. Siempre soñe con este día, que Roan volviera y que se hiciera cargo de lo que es suyo por derecho. Gobernar y mantener bajo control a Azgeda no ha sido fácil pero debo admitir que me gusto sentirme poderosa— ellos te obedecen a ti ahora
—Pero... Cómo sea ya hablaremos de eso, ¿sobreviviste solo ahí afuera?— al ver que negó me alivio un poco, ¿quién estuvo con el? ¿Echo? ¿Acaso ellos ahora están juntos?. No, eso no puede ser ella me dejo bien en claro que no siente nada por él ¿además que me importa a mí eso?
—Clarke estuvo conmigo, teníamos que arreglar una antena para que la nave despejara, ella tomó la sagre y juntos lo resolvimos pero no llegamos a tiempo y nos quedamos en la tierra
—Estuviste con ella todo el tiempo, ¿alguien más se quedo?— por un momento un destello de duda cruzó en sus ojos pero lo ignore. Finalmente negó dejándome en claro que sólo fueron ellos dos.
—¿Algo lo inquieta mí rey?— preguntó Lorcar. Yo también lo noté. Desde que entró al bunquer y volvió a ver a su pueblo ha estado extraño, más serio de lo normal y comienza a preocuparme.
—La verdad sí, vi a mi ejército protegerte sin dudar, estaban dispuesto a morir por ti pero lo que me dio mas curiosidad fue ver como agachaban la cabeza en "respeto" cuando pasaste a su lado, igual que ocurría cuando mi madre los gobernaba— no me inmute ante su acusación. Se muy bien que el quería hacer las cosas diferentes a cómo había hecho Nia pero no estuvo aquí durante estos seis años. No sabe lo que tuvimos que hacer para sobrevivir, talvez sea el legítimo rey de Azgeda pero nunca podrá gobernarlos ni entenderlos.
—Hice lo que tenía que hacer para mantenerlos a salvo, lamento que no sea de tu agradó
Me esta molestando su postura, se que prometí a Octavia hacerme a un lado cuando salgamos del bunquer pero no puedo hacerlo. Roan no será capaz de mantener a la Nación Hielo bajo su control. La Azgeda que el conocía ya no existe y aunque todavía haya algunos que lo consideren como su verdadero rey, los demás siempre me seguían a mí, quién a estado para ellos todo este tiempo.
—No quiero gobernar si es así— se dio vuelta dándome la espalda y comenzó a alejarse de mi. Lorcan a pedido mío lo retuvo— ¡Haste a un lado!
—¡Azgeda necesita a un rey fuerte! se que no quieres que sea así pero no hay opción, debemos hacerlos juntos
Su mirada molesta me dio a entender lo decepcionado que esta de mí. Pero no pienso echarme hacía atrás, el terror fue la herramienta que nos salvo. El miedo a Iceheda fue el cable a tierra de todo Wonkru.
—Quería que Azgeda sea diferente a lo que fue con mi madre, ¡lo sabías y me traicionaste!— di dos pasos hacía atrás de la impresión. Jamás fue mi intención hacer tal cosa sólo quería salvarlos a todos, puede que no haya sido de la mejor manera pero están a salvo y eso se lo debo a una cosa.
—¡Nia sabía lo que era mejor para Azgeda! Te guste o no
Tomó la corona entre sus manos, creí que aceptaría pero su mirada sería me inquieto. Finalmente la arrojo a mis pies, en un claro mensaje de rechazó hacía el trono.
—Iceheda, te queda el nombre
(...)