La sintonía que tuvo la rueda de prensa sobrepasó las expectativas, por lo que el mensaje que querían difundir llegó a muchos. La transmisión en vivo por distintos medios de prensa a través de sus redes sociales y web de noticias también ayudó a que de inmediato la verdad de Ryusei y Ann saliera a la luz. La opinión del público empezó a saberse por los comentarios que dejaban en internet, creándose un bando que apoyaba a la pareja y otro que la criticaba duramente. La diferencia de doce años entre ellos, siendo Ann mayor que Ryusei, era el principal motivo para que muchos rechazaran que esos dos se habían enamorado. Ann y Ryusei sabían que habría quienes no podrían entenderlos, que los iban a criticar y hasta condenar porque se amaban, pero ambos estaban dispuestos a luchar y defender juntos su derecho a amarse.
Sin embargo, por más que Ryusei fuera categórico al decir que fue él quien primero se enamoró y quien buscó el acercamiento, el público tenía un mal concepto de Ann. Muchos la criticaban al afirmar que fue ella quien sedujo al actor, que se aprovechó de su juventud e inexperiencia sobre cómo se obtiene fama en Hollywood. Algunos la llegaron a compararla con Mabel Wolf -actriz que se había obsesionado con el actor japonés tras el lanzamiento de la primera película que protagonizara, y que no dudó en inventar un romance con este solo para llamar su atención con el fin de conseguir un jugoso contrato- y hubo quienes crearon memes para burlarse de ella, colocando su cara sobre el cuerpo de alguna actriz porno, aludiendo que se debió comportar como una verdadera experta en el arte de las cuatro perillas para seducir a Ryusei. Esos comentarios herían el orgullo de Ann, quien siempre había cuidado su imagen para tener la autoridad moral que la hiciera la abanderada de la verdad al investigar sobre algún acto delictivo grave que se estaba perpetrando. Además, le dolía que a ella la sindicaran como una mujer conocedora del sexo coital, cuando el único hombre con quien había intimado fue Bryan, su primer esposo. Después de él, no se acostó con ningún otro porque con él había aprendido que entregar su cuerpo era un acto de amor, y al no amar otra vez, simplemente se guardó.
Ryusei no soportaba verla triste al afectarle la manera en que parte del público y de la prensa arremetían en contra de ella. Quería salir y defenderla de todos, pero ella se lo impidió. Ann era consciente que la reputación de Ryusei no se vio afectada, por lo que era un punto a su favor que ayudó a que la productora cinematográfica continuara con el contrato y la participación del actor japonés en la nueva película que estaban próximos a grabar, ya que llegaron a plantearse la posibilidad de finalizar el acuerdo de trabajo si es que la imagen del japonés pudiera causar que la audiencia no apoye el filme y no consiguieran una buena taquilla. Ann jamás permitiría que la carrera de su amado japonés se viera afectada, por lo que le rogaría no emitir ninguna clase de comentario sobre las burlas que los pocos días después de la rueda de prensa se habían manifestado en cientos de miles de publicaciones en redes sociales.
No obstante, Ryusei no se quedaría quieto, no podía, la amaba con todas sus fuerzas y conocía su bondad y pureza, así fue que solicitó un permiso especial a la productora para unirse a las grabaciones del nuevo filme con una semana de retraso, ya que necesitaba viajar a Japón urgente. Al recibir la respuesta afirmativa de sus empleadores, Ryusei comunicó a Ann que quería adelantar los planes del compromiso y del matrimonio, unos que habían pensado ejecutar después de que terminara de grabar la nueva película, o sea, dentro de un año. «Yo he aceptado tu pedido de no poner en su sitio a tanto imbécil que sin conocerte como yo lo hago se atreve a publicar mentiras sobre ti, ahora tú acepta mi pedido de adelantar nuestros planes. Nos vamos a Japón para presentarte a toda mi familia y oficializar el compromiso», dijo Ryusei y Ann le dio un «sí» que acompañó con un beso.
Al manifestar sus intenciones de adelantar los planes de una vida a futuro con Ann a sus padres, a Los Tanaka y a Onur con Emma, comunicó su decisión de viajar lo más pronto posible hacia la ciudad de Nagoya. Mencionó que le pediría a su tío Kenji que enviara el avión del conglomerado para ese viaje, pero Inosuke le dijo que no era necesario, que volarían en el avión de Tanaka Enterprises. Al día siguiente, siendo el cuarto día posterior a la rueda de prensa, Ryusei y Ann, acompañados de Takeshi y Harumi, Inosuke y Aiko, Onur y Emma, viajaron hacia Nagoya.
En pleno vuelo Ryusei le pidió a Ann que le devolviera el anillo que le dio antes de viajar a Japón acompañando a su madre tras el bochornoso episodio en el camerino, ya que pensaba entregárselo enfrente de todos cuando se formalizara el compromiso. Ann no quería entregarle el anillo, temía que él desapareciera junto a la promesa que le hizo. «Eso jamás sucederá. Te amo, Ann Houston, y lo que más quiero es que seas mi esposa pronto», dijo Ryusei y Ann extendió su mano para que su amado japonés tomara la joya, la cual retiró a la par que le daba un beso, de esos que quitan el aliento, a la periodista. Al tener el anillo en su poder, Ryusei pegaría su frente a la de Ann y le haría una nueva promesa: «Una vez te di este anillo prometiéndote que regresaría a ti, y lo hice. Ahora me lo regresas porque en unos días te haré una nueva promesa, una que haré realidad en los Estados Unidos porque no pienso esperar un año para hacerte mi esposa». Ann, completamente emocionada, se abrazó al cuello de Ryusei y, acercándose al oído, le dio las gracias por amarla como lo hacía y no desistir de ello.
En el aeropuerto de la ciudad de Nagoya los esperaba Manuel Tuesta, el Gerente de Finanzas del Conglomerado Sa-Na y mejor amigo de Kenji Sato, quien se encargaría de llevar a Ann, Emma, Onur y Los Tanaka a la Mansión Nagata, mientras que Harumi, Takeshi y Ryusei serían trasladados a la Mansión Sato. El Director Sato estaba enterado de los planes de su sobrino para esa semana presentar a Ann a la familia, formalizar el compromiso y empezar con la organización de la boda. Por temas en los negocios que no podía dejar de ocuparse personalmente, Kenji le pidió a Manuel que se encargar de dar la bienvenida a quienes llegaban en el avión de Tanaka Enterprises y velar por que Ann y aquellos que la acompañarían a la Mansión Nagata queden cómodamente alojados.
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Editado: 11.09.2023