El amante joven

Capítulo 17

Durante la cena empezaron a lanzar ideas sobre la boda. Unos decían que sería hermoso que se casen en primavera, cuando las flores de cerezo resaltan en la copa de los árboles; otros que se casen en otoño, cuando es la temporada de cosecha, lo que significa abundancia de cosas buenas; otros que mejor en verano, durante las vacaciones.

  • Será en invierno –dijo Ryusei y todos lo miraron sorprendidos.
  • ¿Esperarán un año para casarse? –preguntó Takeo sin creer lo que escuchaba, ya que en menos de seis meses de relación ya se estaban comprometiendo, y que quisieran esperar tanto para casarse era impensable.
  • Será en este invierno –todos quedaron callados cuando escucharon lo que Ryusei respondió.
  • Pero, la próxima semana es Navidad para los occidentales y luego es Año Nuevo, celebración importante para nosotros. Además, van a estar en los Estados Unidos… -dijo Harumi mientras la voz se le apagaba por la tristeza porque ella siempre quiso preparar la boda de sus hijos. Takeshi y Natsuki la consolaban mientras Ryusei seguía hablando.
  • Pensamos casarnos en enero o febrero. En esos meses aún estaré en Los Ángeles, ensayando las coreografías de las peleas y escenas de riesgo, luego ya salgo hacia las locaciones internacionales –indicó Ryusei.
  • ¿Te casarás para dejar a tu esposa sola mientras grabas la película? –preguntó Mika, con su semblante gélido, pero por dentro muy preocupada.
  • No, Ann chan viajará conmigo. Ya coordiné con la producción para que incluyan en las reservas de pasajes y hospedaje a Ann. Claro que yo seré quien pague los gastos de mi esposa –Ryusei sonrió muy feliz al pronunciar esa palabra refiriéndose a la periodista.
  • ¿Y dónde se piensan casar? ¿En Las Vegas? –preguntó Takeo con un toque de comedia para alegrar la conversación, pero eso hizo que Harumi ya no pudiera evitar las lágrimas-. ¡Ay, hermana mayor! Esa no fue mi intención, solo quería que rieras, y te hice llorar –se excusaba Takeo preocupado más por la cara gruñona que le ponía Midori, su esposa, por haber hecho llorar a su hermana, quien todos sabían que estaba muy sensible por esos días.
  • Bueno, eso aún no lo conversamos porque queríamos hacerlo con todos ustedes –tomó la palabra Ann-. Como hemos decidido no esperar más tiempo para ser esposos y empezar a convivir juntos, hemos visto la necesidad de casarnos durante las grabaciones de la nueva película. Los ensayos se realizarán en Los Ángeles, y a mí se me había ocurrido que podíamos casarnos en Salem o en Portland, en donde Los Tanaka tienen hermosas casas con estilo campestre que podrían ser el escenario perfecto para el inicio de nuestra vida marital –Ann miraba con amor a Ryusei y este sonreía complacido de escuchar que ella ya estaba convencida de adelantar los planes que tenían.
  • ¿Y por qué no en Sisters? –preguntó Alice.
  • El pueblo es pequeño y de seguro nadie está de acuerdo con lo de mi relación con Ryusei, por lo de la diferencia de edad –la tristeza en las palabras de Ann fue obvia que Harumi dejó de llorar para prestar atención a la conversación.
  • ¿Has hablado con alguien del pueblo para estar segura de ello? –preguntó Harold sonriendo. Ann sabía que cuando su cuñado preguntaba algo con una sonrisa en sus labios era porque conocía la respuesta-. Antes de venir a Japón hicimos unas cuantas llamadas a diferentes familias del pueblo para conocer la opinión que tenían sobre tu nueva relación, y todos están muy contentos de que por fin hayas encontrado a alguien con quien quieras rehacer tu vida.
  • Pero la gente del pueblo siempre ha sido muy conservadora. De seguro el reverendo no piensa igual –dijo Ann siendo negativa.
  • Al reverendo lo llamamos en primer lugar, y nos manifestó su alegría porque estuvieras rehaciendo tu vida. Él tiene un hermoso recuerdo de la boda que tuviste con Bryan en la iglesia del pueblo, y nos dijo que para él sería un honor casarte nuevamente –comentó Alice acercándose a su hermana menor, quien ya había empezado a llorar-. Para el poblado de Sisters, tú eres una heroína. Primero, porque desenmascaraste a Arthur Clark, quien estaba haciendo daño a todos de a poco; segundo, porque saliste del pueblo a estudiar y te hiciste una excepcional profesional; tercero, porque te convertiste en una mujer fuerte y valiente que ha defendido en más de una oportunidad al débil e inocente, así como no ha demostrado miedo de ir en contra de aquellos poderosos que solo quieren abusar, aprovechándose de su dinero y redes de contactos. En Sisters eres una leyenda viviente, hermana, y todos están felices por ti.

Casarse por segunda vez en donde lo hizo en una primera oportunidad no se le había ocurrido a Ann. El recuerdo de Bryan era fuerte en Sisters por todo lo que vivieron, y de alguna manera la Houston creía que le estaría faltando el respeto si pretendía regresar a su pueblo natal para casarse con Ryusei, un nuevo amor.

  • Si crees que al casarte en Sisters estás ofendiendo la memoria de Bryan, estás equivocada –se escuchó decir a Aiko y Ann giró la cabeza para mirar atentamente a su madre de corazón-. Mi hijo te amaba, Ann chan, y por ello estoy segura que le encantaría verte ser feliz. Casarte en Sisters solo significa que reconoces que la decisión que tomó Bryan de hacerte su esposa en tu poblado natal, fue acertada.
  • ¿Estarán conmigo en Sisters, tú y padre Inosuke? –preguntó la periodista completamente conmovida por lo que Aiko acababa de decir.
  • Por supuesto que sí, hija –se escuchó responder al anciano Tanaka-. Es más, ofrecemos las instalaciones de la gran mansión que fuera de Los Clark y adquirimos cuando compramos todos los negocios de esa familia para que ahí se realice la boda. No habremos vivido en ella, más que pequeñas temporadas vacacionales, pero está en muy buenas condiciones por todos los cuidados que el personal de servicio doméstico le da.
  • Disculpen que me meta en la conversación, pero si la boda es en un pueblo pequeño como Sisters, ¿en dónde nos hospedaríamos aquellos que viajaremos desde el otro lado del Océano Pacífico? –preguntó Takeo tratando de no hacerse el gracioso para no hacer llorar a nadie más, sino Midori lo haría dormir en una de las habitaciones de huéspedes.
  • La propiedad a la que me refiero tiene más de veinte alcobas disponibles en las que se pueden alojar varios de ustedes. Además, ya como Tanaka Enterprises, somos los propietarios de dos hoteles en la localidad y tenemos acceso a las instalaciones del club de golf, en el cual también hay servicio de hospedaje –comentó Inosuke para responder la pregunta de Takeo.
  • Además, que la Casa Houston ha sido remodelada hace unos años atrás, aumentando el número de habitaciones pensando en que las nuevas generaciones querrán visitar el pueblo de origen de sus ancestros en algún momento, así que tenemos unas diez habitaciones más en esa propiedad para alojarlos a todos –añadió Aiko a lo que su esposo ya había dicho.
  • Entonces, Harumi, querida hermana mayor, no hay por qué llorar. Después de las festividades por el Año Nuevo, te vas con Midori a organizar la boda de tu hijo junto con Aiko san y Ann chan –soltó de repente Takeo.
  • ¿Y nosotras qué? –protestó Keyko señalando a su cuñada Natsuki, y a Saori junto a Yoko, las esposas de los hermanos mayores de Takeo.
  • ¿Ustedes? No sé. Yo solo puedo disponer de mi esposa –dijo Takeo muy a su estilo despreocupado.
  • ¿Disponer de tu esposa? –Midori miraba a Takeo con una ceja levantada mientras mantenía los brazos cruzados sobre su pecho.
  • Es una manera de decir, amorcito. Tú sabes muy bien que en este matrimonio tú eres independiente, estás conmigo porque quieres y quien tiene la última palabra siempre serás tú –Takeo se acercó a abrazar a su esposa y jugar a darle besitos en sus mejillas mientras el resto reía por la carismática pareja que eran: él tan bromista y alegre mientras ella tan seria y renegona.
  • Creo que quienes puedan participar en la organización de la boda deben coordinar con Ann chan, Aiko san y Harumi –opinó Yori Nagata, sonriendo feliz de que su mansión se haya llenado de tantas personas apreciadas por él y otras que estaba conociendo.
  • Opino igual, suegro –dijo Kenji y todos callaron para prestar atención a lo que tuviera que decir-. Soy de la idea de que Harumi debe trasladarse a los Estados Unidos para que junto a la novia y la madre de esta organicen los preparativos mientras el resto puede estar ayudando desde Japón. Por ejemplo, Midori puede diseñar todo lo concerniente a las invitaciones y demás detalles; Natsuki puede encargarse de la decoración del espacio, y así cada quien se hace cargo de algo.
  • Todos estamos muy emocionados con lo de la boda, Kenji kun, pero no le hemos preguntado a los novios lo que quieren –mencionó Natsuki al no escuchar a Ryusei ni a Ann manifestarse.
  • La verdad es que había pensado en algo mucho más pequeño de lo que ustedes se imaginan –confesó Ryusei-. Es que estamos envueltos en el mundo del espectáculo, y mientras más grande se haga la celebración, más expuestos estaremos a la prensa.
  • Además, queremos que todo sea sencillo porque yo no tengo mucho tiempo para dedicar a la organización de la boda –remarcó Ann.
  • Teniendo eso en consideración, creo que solo debemos incluir a la familia y a los amigos más cercanos –mencionó Harumi y todos quedaron atentos a lo que tenía que decir-. Estas semanas que quedan antes de acabar el año me permiten organizarme para viajar a los Estados Unidos a comienzo de enero y dedicarme de lleno a todo lo que concierne a la boda. Si se van a casar en el poblado de Sisters, tendré que residir en ese lugar.
  • Cuente con eso, Harumi chan –ofreció Aiko-. Inosuke y yo nos mudaremos a la gran mansión del poblado, en donde la estaremos esperando para hospedarla y empezar a prepararlo todo.
  • Por favor, hermana mayor, cuenta conmigo para organizar el espacio en donde celebraremos la unión de nuestros queridos Ryusei y Ann –pidió Natsuki muy entusiasmada.
  • Y conmigo para todo lo que tenga que ver con el diseño –se ofreció Midori, siguiendo los pasos de su cuñada, la esposa más joven.
  • Yo podré viajar a mediados de enero para ayudarte en lo que sea necesario –mencionó Keyko a su hermana mayor.
  • Pero ¿ya acordaron la fecha? –preguntó Manuel, el mejor amigo de Kenji-. Escucho que todos están animados, imaginándose la organización de la boda, pero no he escuchado que los novios fijen una fecha para la ceremonia –Ryusei y Ann se miraron con sorpresa, preocupados, para luego sonreír por lo olvidadizos que eran.
  • Qué les parece que nos casemos el último sábado de febrero del próximo año –dijo Ryusei y todos sacaron sus móviles para buscar la fecha.
  • Sábado 23 de febrero… me gusta –dijo Ann, y dejando un beso en la mejilla de Ryusei, fijaron la fecha de la boda.




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