El amor de la bestia

Capítulo 32

Ya han pasado varios días y en todo este tiempo hemos estado tratando de encontrar soluciones para lo que se avecina. Según los nuevos informes de Breymont y el de los guardias del reino de Mindrac las grietas en el muro que guarda al antiguo señor de las tierras de fuego, cada día son más notarias. Así que mi padre ha convocado a una reunión a los líderes del reino como también a nuestros aliados para darles a conocer lo que está sucediendo, también para presentar a Breymont cómo un nuevo aliado. 

Cada líder que ha sido convocado ha  hecho acto de presencia en el gran salón de reuniones, muchos de los cuales yo no había tenido el privilegio de conocer, pero que en esta ocasión mi padre me ha estado presentando.

—Eire, te presento a uno de mis más fieles aliados. Gran-Aldous. Él es el más anciano de nuestro reino, líder de la región sur.

—Es un honor el poder conocerla en persona princesa —dice haciendo una pequeña reverencia, pero yo opto por ofrecerle mi mano en forma de saludo. 

En el mismo momento en que nuestra piel hace contacto siento una quemada en el centro de mi pecho, estoy segura que es mi luna la que ha vuelto a aparecer, pero gracias a la prenda que llevo puesta no he sido descubierta. Sin embargo, puedo percibir la sorpresa que refleja el rostro de Gran-Aldous. Estoy segura que él ya se dió cuenta de mi origen.

—Es un privilegio estar ante su presencia, Gran-Aldus —respondo con cortesía y tratando de disimular lo que ambos sabemos.

—Creame, princesa que el privilegio es mío, y sería un honor para mí si aceptara en un futuro cercano visitar las tierras del sur, mi clan tenía el don de sanar el espíritu y aunque ya no poseemos magia dado los acontecimientos en el pasado, le puedo asegurar que aún tenemos los conocimientos.

—De eso estoy segura y de por hecho que en cuanto pueda visitaré la región sur.

Él solo asiente y luego de hacer una reverencia ante mi padre continúa su camino seguido de sus acompañantes.

Luego de varios minutos y revisando la lista que todos los que fueron convocados estén presentes la reunión da inicio.

—Los hemos convocado a esta reunión para hacerles saber las medidas de prevención que el rey Luisandrium y yo hemos estado contemplando —anuncia Mondrag.

»Como ya sabrán hace unos días atrás la princesa sufrió un ataque que por poco le cuesta la vida, a pesar de los esfuerzos de nuestros guerreros por mantener resguardados los muros el enemigo aprovechó un punto de debilidad dando como resultado la invasión de un grupo de Delgars, por suerte tenemos a una valiente princesa que no se dio por vencida y los enfrentó con coraje y valentía. —Al momento de culminar sus palabras su atención es puesta en mí, provocando una sensación de mariposas en mi estómago.

—En algún momento no han contemplado la idea de que tenemos traidores dentro del reino —interrumpe Vitrug con un semblante serio.

—Es una posibilidad que no se descarta —responde mi padre—, pero no tenemos prueba de ello y en este momento es mejor enfocarnos en reforzar la seguridad del reino e implementar nuevas estrategias de combate y entrenamiento, pues el principal objetivo de esta reunión es para darles a conocer las nuevas amenazas que se avecinan —informa mostrándose tranquilo y confiado.

Yo permanezco en silencio mientras que los presentes empiezan a murmurar sobre lo que mi padre acaba de revelar dando a conocer su preocupación y hasta sacando sus propias conjeturas.

Mi padre llama al orden y la sala de inmediato queda en silencio nuevamente.

—Antes de continuar quiero presentarles a nuestro nuevo aliado, estoy seguro que no es necesario recordarles que todo lo que aquí escuchen es confidencial, pues no quiero crear pánico entre el reino, en su momento se les hará saber si es necesario, pero esperemos en que las acciones den el fruto esperado.

Shani me mira interrogante, temo que esto no termine bien, pues al momento que vea entrar por esa puerta a Breymont estoy segura no estará felíz. Le ruego a los dioses que ella entienda y que por una vez en su vida confíe en mi juicio.

—¡Adelante! —anuncia mi padre, su voz resuena fuerte y con autoridad por todo el salón. 

Las puertas se abren y un muy sonriente y despreocupado Breymont cruza el umbral, mi corazón empieza a palpitar y los nervios no se hacen esperar. Deseo creer en él y confiar en que sus intenciones son verdaderas. Estoy consciente que esta alianza puede llevarnos a una victoria segura o un fracaso que reducirá a cenizas nuestro reino. Un sudor helado recorre mi cuerpo al comprender la magnitud de lo que todo esto significa, he sido yo quién en primera instancia deposité mi confianza en Breymont al hacer el juramento de sangre, por lo tanto toda la responsabilidad recae en mí.

Respiro profundo recobrando de esta forma mi compostura.

—¡Pero esto debe ser una broma o alguien que me explique lo que está sucediendo! —grita furiosa Shani.

—Tranquila amor —susurra gentil Dragfor—, estoy seguro que hay una muy buena razón para esto —concluye tratando de tranquilizar a su novia.

Los gemelos y Beriatric permanecen tranquilos sin mostrar ninguna clase de sentimientos, tengo que darles el crédito pues al parecer ellos confían mucho en su líder y no cuestionan ninguna de sus decisiones.



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En el texto hay: criaturas magicas, romance, drama

Editado: 29.07.2023

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