Capítulo 1
¿Cómo es que las personas consiguieron su fortuna? Es una de la pregunta que usualmente no logro responder de manera satisfactoria.
Lo que tengo claro es que fue con mucho esfuerzo y perseverancia o eso es lo que intento creer. Intento hacer lo mismo. Pero por mi situación, las cosas se ponen más duras a diferencia del que lo tiene todo a mano tendida.
En algún momento de mi vida me di cuenta que no lograría mucho si me quedaba observando como los demás conseguían cosas de manera fácil, mientras que yo no hacía nada y me quedaba esperando.
No consigues muchos esperando, la vida requiere de astucia y esperanza, si no tienes ninguna, simplemente no llegas a nada.
Cuando cumplí 10 años, mi hermano Evan se fue por su servicio militar, Evan me aventajaba siete años, es decir que él tenía 17 años en esa época. Él nunca supo acerca de los problemas financieros que nuestra familia atravesaba y sinceramente optábamos que así fuera, puesto que no queríamos interferir con sus sueños.
Cuando cumplí 12 años, entendí como la falta de dinero podía afectar todo a tu alrededor y que podía cambiar tu vida, tornándola oscura y triste. Mi padre trabajó en una empresa de exportación, él era el encargado de verificar que las entregas llegaran a su destino en buen estado.
Mi madre estudio para ser una administradora. Pero como siempre dicen, las cosas no siempre salen como uno lo quiere y eso fue lo que ocurrió con ella.
Cuando mi madre se embarazo, decidió seguir los deberes de una ama de casa, cuidando de mi hermano mayor y de mí. Perdió todo, sus sueños y metas, pero según ella, no se arrepiente de nada.
Ese no sería mi caso.
Cada día miraba como las cuentas nos asfixiaban, el trabajo de papá no cubría los gastos y todo por haber realizado un préstamo bancario que debíamos pagar en diez años… años que llegaron volando.
Para cuando mis padres reaccionaron, el banco se llevó todo.
Esa fue la primera vez que caímos fuertemente. Levantarse cuesta, pero estábamos juntos.
Claro que no se vive de amor, ¿verdad?
Luego de toda esa tormenta, nos vimos obligados a mudarnos a otra cuidad, en donde le ofrecieron un mejor puesto a papá y con una mejor paga. Ese fue el nuevo inicio que necesitábamos, mi familia y yo.
Y hasta el día de hoy seguimos aquí. Dentro de dos meses cumpliré 22 años, me gradué de la preparatoria hace cuatro años y voy en mi cuarto año en la universidad.
Ahorre dinero durante los últimos años, por lo que estudio en una universidad privada, pero mis padres no lo saben y mucho menos Evan que regreso de hace siete años.
Mentí, lo acepto, sin embargo, el remordimiento se ha disipado con el paso del tiempo y más con cada meta lograda. Salí de casa con la excusa de que había recibido una beca en otro país. Gran mentira la que invente, se lo creyeron, pero la verdad era que había postulado a varias becas sin éxito, lo único que me quedaba era agarrar mis ahorros para seguir mis sueños.
Nunca sospecharon nada, es más, regreso cada vacación a casa para pasar tiempo con mis padres y con Evan si lo encuentro, puesto que él tiene su propio departamento en donde vive junto a su novia Alba.
Alba es una chica muy amigable y amable, la quiero demasiado, no solo por ser la novia de mi hermano, es más bien por el hecho de que se comporta como mi hermana mayor, tan comprensible y amable.
֎֎֎
Camino observado el cielo nublado, una capa fina cubre el paisaje y el cielo celeste de la tarde, sin embargo, no encuentro ninguna amenaza de lluvias o alguna tormenta. Eso es bueno considerando mi ánimo el día hoy.
Si llueve juro que me quedare en cama observando a la nada mientras mi vida pasa poco a poco.
Deshecho la estúpida idea, porque simplemente no puedo hacer eso. La vida no se trata de estancarse y dejar que el tiempo valioso trascurra sin hacer nada productivo, aunque… podría darme el día para llorar un poco. Atravieso la calle en el instante que llego al edificio en donde tengo rentado un pequeño cuarto desde hace tres años.
Al estar en el ingreso de mi cuarto, me detengo al pensar si en una buena idea quedarme encerrada cuando mi cabeza está dando vueltas sin parar. Se que no es una buena idea, pero a donde más podría acudir en este momento.
No quiero dejar la universidad, ese pensamiento me deja más triste de lo que estoy y regresar con mis padres no es una opción, no cuando les mentí descaradamente, no... No quiero eso. Pero la vida me está pateando en donde más me duele… en mi orgullo y perseverancia.
Realmente esto es una pesadilla.
Hoy me despidieron del trabajo. El trabajo que mantuve durante estos últimos años, era lo único que me ayudaba con las mensualidades de la universidad y restaba algo para mis gastos personales.
Estoy como un gato, en un callejón sin salida rodeado de varios perros que solo desean despellejarlo. Siento esa presión en mi pecho, siento la decepción abrazarme con fuerza invitándome a seguirla.