El Amor Entre Millones

Capítulo 12

Capítulo 12

—tiene una deshidratación leve —la voz de un hombre se acentúa en mis oídos— sus heridas deben ser desinfectada con cuidado —ordena.

No puedo abrir mis ojos, las siento muy pesadas y la cabeza sigue palpitando constantemente.

—gracias doctor —comenta… ¿Eric? ¿Porque esta escena me recuerda demasiado al día exacto que estuve con Sean?

Por favor no otra vez.

—Violet no consumió nada desde ayer —la voz de Alba me tranquiliza— además, durante el secuestro no la alimentaron por lo que tenía las defensas bajas —la voz de Alba se quiebra y claramente puedo oír sus sollozos— no lo recordé —continúa justificándose por algo que me concierne.

—tranquila, se recuperará —escucho la voz de Eric.

Se requiere un gran esfuerzo abrir los ojos, pero lo logro luego se segundos largos y agónicos.

Estoy en una habitación grande, con un ventanal gigante, volteo hacia otro lado de la habitación, encontrando a Alba sentada en el borde de la cama en la que me encuentro.

—¿Cómo te siente? —pregunta, por su semblante puedo notar que está muy preocupada.

—bien —no sé si me escucho, ya que mi voz salió muy débil— ¿Dónde estoy? —pregunto al instante que me levanto.

—yo que tú, me quedaba ahí —nuevamente la voz de Eric se escucha, volteo en su dirección y lo encuentro plantado en una esquina de la habitación con los brazos cruzados, parece todo un ejecutivo con esa camisa blanca.

—¿Qué? —no entiendo a qué se refiere, pero luego de que me señalara el suero que está conectado con una intravenosa hacia mi muñeca, lo entiendo todo.

—estas muy débil, no podrás levantarte por hoy —indica Eric, su tonito no me agrada para nada por lo que lo observo de manera desafiante.

—lo siento… —Alba nos interrumpe y se levanta rápidamente para encerrarse en el baño. Escucho como vomita por los síntomas del embarazo.

—señor —Avery aparece en la puerta con una bandeja en sus manos.

—pasa —ordena Eric.

—no tengo hambre —me apresuro a decir cuando veo que Avery se acerca con la comida.

—te comerás todo, no quiero una novia enferma —tardo más de la cuenta en analizar sus palabras y cuando creo que finalmente lo hice, mi ceño se frunce, sin embargo, Eric ya no se encuentra en la habitación para pedirle una explicación.

—por favor señorita, debe alimentarse —suplica Avery. No puedo negarme, ella me recuerda a mi madre cariñosa que me traía una sopa caliente cuando estaba enferma.

—gracias Avery —le agradezco, es una persona muy amable y comprensible.

Tuve que comer todo ya que Alba me obligo chantajeándome con que se preocuparía y eso afectaría al desarrollo de su bebe.

Estoy muy débil, apenas si puedo caminar para ir al baño sin marearme.

Alba me dejo para que descansara, lo que agradezco mucho. Pero aún no pueda conciliar el sueño y todo porque la situación no deja de preocuparme. Evan me prohibió llamar a mis padres e incluso a él, me dijo que él sería el que se comunicaría conmigo y también con mis padres.

Todo esto me atormenta y no me deja recordar nada, estoy con la cabeza en blanco y con la preocupación en el cuerpo.

 

֎֎֎

—Violet, despierta —siento que alguien me mueve con delicadeza— despierta —frunzo el ceño y aprieto los ojos para después abrirlos un poco. Al hacerlo me encuentro con la sonrisa cálida de Alba.

—no quiero —hablo adormilada, casi cayendo nuevamente a la oscuridad. Me siento cansada y sin ganas de nada, además debo tener en cuenta que ya no trabajo en el club, porque estoy segura que eso me habría dejado peor.

—Eric pregunta si deseas desayunar en el comedor —me quedo callada procesando lo que me dijo— o prefieres quedarte…

—no —niego con la cabeza— está bien, voy a bajar —de nada me sirve quedarme encerrada. Total, estaré aquí hasta que mi hermano resuelva este asunto.

—entonces te ayudo con tu ropa y esto —señala la intravenosa en mi mano.

Luego de bañarme y vestirme bajamos junto a Alba.

Eric ya se encuentra sentado en el comedor, a su lado esta Avery quien permanece de pie esperando instrucciones y la otra chica que no logro recordar su nombre se encuentra parada cerca del comedor.

—¿Cómo te sientes? —apenas me siento, Eric pregunta.

¿Qué le pasa? Siento que este hombre tiene problemas de personalidad.

—bien —me limito a decir.

—me alegra —responde de manera seria al notar mi falta de interés—, saldremos dentro de media hora —indica. Solo por algunos segundos estoy perdida en el mundo y no sé exactamente a quien le hablo.

—¿discul…

—¡Tio! —una vocecita me interrumpe.

Una niña de entre seis a siete años aparece corriendo en el comedor y se lanza a los brazos de Eric quien la sienta en su regazo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.