El Amor Entre Millones

Capítulo 17

Capítulo 17

Violet

Hoy es viernes, Eric dijo que pasaría a recogerme, Chloe me ayudo a comprar un hermoso vestido. Y también compramos el vestido de novia.

Aún recuerdo la cara de la chica que atendía la tienda de vestidos para novias, cada vez que me probaba un vestido, era como “¿Por qué no está feliz si se va a casar?”, y como estarlo cuando ni siquiera conoces a esa persona.

Creí que los días pasarían de manera lenta, pero veo que no siempre es lo que uno quiere. Después de todo mañana me casaré con Eric, pero bueno, ahora debo concentrarme en el día de hoy. Llevo un vestido largo color champange, hecho de ceda, con mangas largas por supuesto para cubrir mis heridas que aún no cicatrizan del todo, es hermoso en pocas palabras.

—Wow, que hermosa te ves —menciona Alba. Su pancita sigue plana, pero eso no le quita que siempre lo ande acariciando.

—es muy hermoso —confirmo refiriéndome más al vestido que a mi aspecto—, pero si notas, lo usas para lucirlo ante los demás como si intentaras presumirlo… ¿Quién hace eso?  —pregunto molesta— ir a una cena en donde solo te presumen por tu apariencia —refunfuño y niego con la cabeza sin darle sentido.

—tranquila —Alba intenta hacerme entrar en razón, pero ¿cómo hacerlo?— debemos peinarte y luego maquillarte —indica.

Aquí vamos de nuevo.

Pensar que todo este alboroto es solo para asistir a reunión aburrida. Las fiestas de gala con ropa incomoda, cenas con ejecutivos donde no puedes hacer nada porque de lo contrario todos te tachan de loca, ya no soy exactamente de mi agrado.

Y aun logro creer como cambie mi forma de ver la vida, creo que me comporto como una chica acalorada que quiere ir de fiesta en fiesta junto a su novio. Para mi mala suerte no tengo novio. Y para colmo, me voy a casar.

—¡Violet! —Alba me mira extraña a través del espejo—, estás haciendo gestos raros, no dejas que termine con el maquille —se queja.

—lo siento —me quedo quieta para que termine lo más rápido posible.

Los minutos pasaron rápidamente, hasta que Yarely ingresó a la habitación para informarme que Eric me espera en la sala. Esa chica me asusta, por su comportamiento podría decir que está enamorada de Eric.

Bajo cuidadosamente las gradas porque no deseo salir volando. Por suerte estoy junto a Alba y ella me ayuda a no caer. Ingresamos a la sala en donde yace Eric, está hablando por su celular hasta que nota nuestra presencia.

—te llamo luego —corta la llamada para observarme—, te ves hermosa —indica esbozando una sonrisa.

—gracias —hablo con notable nerviosismo, puesto que hace mucho no recibo halagos de ese tipo.

—aquí está el agua que pidió… —Yarely ingresa con un vaso en la mano que derrama sobre Alba. Si no tuviera los reflejos claros, yo sería la que estaría mojada y claro que me di cuenta que esa falla estaba dirigida hacia mí— lo siento —se dirige hacia Alba.

—déjalo —Alba intentando limpiar su ropa—, ustedes ya deben irse —dice tranquila.

—pero… ¿estás bien? él bebe —parezco una paranoica que no entiende nada.

—Violet estoy bien, solo fue agua —me tranquiliza dedicándome una sonrisa— deben irse —repite.

—fue un error —habla Yarely. Frunzo el ceño y la observo enojada— perdón, fue un accidente —corrige.

La voy a matar si sigue con este jueguito estúpido.

—descansa Alba y tú, ten más cuidado la próxima vez —se dirige a Yarely— vamos —sorpresivamente me toma de la mano.

Caminamos a la salida en donde Eric de forma caballerosa abre la puerta del copiloto antes de montarse al coche.

Estoy enojada y eso nadie me lo va a quitar.

En este momento quisiera regresar y golpear a la maldita de Yarely. Debo tener en cuenta que no se pelear, para detenerme. El coche avanza cada vez más, mi corazón está bombeando rápidamente, pero la verdad no sé si es por los nervios o por el enojo. Siento que me desmayaré.

Estoy casi segura que es por los nervios.

El coche se detiene fuera de un edifico en donde hay varias personas ingresando con trajes y con sus acompañantes exageradamente arregladas, siento que empiezo a hiperventilar. 

—tranquila —Eric me mira serio, pero comprensible. Respiro profundamente para tranquilizarme. Claro Eric está acostumbrado a este tipo de cosas.

En mi mente pasan todo tipo de desastres que podría ocasionar, o todo tipo de tragedias que me pueden ocurrir.

Salimos del coche y caminamos hacia la entrada. Al subir las gradas, siento que romperé el vestido por ser largo y aunque esté un poco suelto, no me permite moverme a gusto.

—maldita sea —maldigo en voz baja.

—¿Qué sucede? —pregunta Eric de manera fría. Claro, él no tiene que usar vestidos, suertudo.

—este vestido me encanta, pero es difícil subir las gradas con ella en el cuerpo —confieso con una sonrisa.




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