El Amor Entre Millones

Capítulo 26

Capítulo 26

Violet

Ha transcurrido dos meses, hace algunas semanas atrás, inicie las clases en la universidad. El campus es enorme, me atrevo a decir que es más grande que mi otra universidad.

Durante todo este tiempo, no he visto a Eric, después de la discusión de esa noche, él no ha insistido. Por alguna razón la decepción se apodera de mí. Ya no duermo junto a él y ni siquiera lo veo en la casa.

Lo nuestro no puede ser ya que él sigue amando a alguien más, además que yo solo soy un compromiso.

Dejando de lado mis pensamientos y la tristeza que estas me provocan, camino apresuradamente hacia mi primera clase y justo frente de mi aparece la persona menos deseada de todo mi mundo.

—al fin te encuentro —habla sonriente, demostrando la arrogancia que se carga encima.

—¿Qué demonios quieres? —mi actitud no es la mejor, pero tratándose de él...

—sabes lo que quiero —responde el sujeto frente a mí.

No conozco su nombre ya que ayer no pudimos presentarnos por el inconveniente que tuvimos.

Ayer no fue un día muy animado para mí, estuve con algunas de mis compañeras en la cafetería a la hora del almuerzo, yo ordené un jugo que accidentalmente derramé encima del sujeto que ahora me atosiga.

—yo no fui la culpable y tú lo sabes —le recuerdo, pero este simplemente sonríe y se acerca más.

Es una persona muy egocéntrica y vanidosa, tiene el cuerpo bien trabajado, como el de Eric, pero su carácter es horrible, sus ojos verdes son muy atrayentes ante cualquier persona y su pelo rubio lo hace ver como un hombre que vale demasiado ante personas frívolas.

—sí, pero necesito desquitarme —¿Qué? Frunzo el ceño.

—no te entiendo… si deseas divertirte puedes ir a buscar a cualquier chica que hay en todo el campus… ¿Por qué joderme la vida a mí? —verdaderamente no entiendo sus razones.

—bueno, te escogí a ti entre varias —comenta con una sonrisa de lado—, deberías estar agradecida ya que muchas pelearían por estar en tu lugar.

Este imbécil

—bueno, lamento decirte que no estoy interesada —sonrío sin gracia ante su comentario.

Este sujeto es un grosero, patán y desagradable.

—te arre… —lo dejo con la palabra en la boca.

Sigo con mi camino y cuando decido voltear a ver hacia atrás lo encuentro caminando detrás de mí.

—¿Por qué me sigues? —pregunto molesta.

—porque por ahí queda mi clase —me señala el salón en donde también tengo clases.

—¿estudias comercio internacional? —pregunto mientras él simplemente asiente y pasa por mi lado.

No lo vi durante los primeros días ¿cómo es eso posible?

Esto no podía ser peor, ¿Por qué me castigan así?, quiero llorar, pero no puedo, ya que soy demasiado grande para esos berrinches.

Ingreso al salón y lo veo sentado en el fondo con una sonrisa de oreja a oreja, me examina de pies a cabeza como si fuera un objeto. Decido buscar a la persona que si me interesa y justo lo encuentro sentado en el medio, mirándome con su sonrisa amena, me acerco para sentarme a su lado.

—hola Gavin —le saludo.

—hola —me responde de la misma manera.

Conocí a Gavin el primer día en la universidad, él fue el que me ayudo a encontrar mis salones. Gavin estudia la misma carrera que yo y también se gradúa este año... por cierto hoy es mi cumpleaños número 23, Gavin me invitó a salir, no sé a dónde iremos, pero me da igual, todo con tal de salir.

Eric obviamente no sabe de mi cumpleaños, supongo que está muy ocupado con el trabajo para indagar.

—Violet ¿tienes los apuntes del día lunes? —pregunta Gavin quien está sentado en el otro extremo de mi mesa.

—si —hablo mientras saco el cuaderno de mi mochila.

—soy muy distraído —sonríe— olvide un ejercicio —indica antes de recibir mi cuaderno de apuntes—, serás como mi ángel guardián —concluye esbozando una sonrisa.

La clase avanza lentamente, a veces siento la mirada penetrante del imbécil que me molesta, intento no voltear en su dirección, eso sería como provocarlo. Gavin me habla animadamente y debo decir que en muy agradable y bastante desenvuelto, espero poder confiar en él como él lo hace conmigo. 

La clase concluye y todos salen del lugar, yo hago lo mismo seguido de Gavin para dirigirme a mi siguiente clase, camino junto a él para tomar el ascensor, los dos tenemos clase en el tercer piso de la facultad.

Cuando por fin lo tomamos una mano lo detiene. El imbécil que me atosiga ingresa al ascensor con una sonrisa arrogante.

—hola Gavin —le saluda con seriedad mientras yo lo ignoro por completo.

—hola Marc, hace mucho que no supe de ti —menciona Gavin.

—estuve ocupado, resolviendo algunos problemas —habla Marc— ¿Qué haces con mi nov… —sus palabras mueren en un instante cuando le piso el pie para que guarde silencio.




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