El Ángel del Diablo

“Mírame a los ojos”

"El la miro y ella bajo la mirada, ella se sonrojo y el sonrió. Entonces las personas se dieron cuenta."

 

Davina

Suspiro frustrado mientras dejo de mirar mi teléfono celular

50 mensajes y el aun no se digna ni siquiera a mirarlos

Lo peor es que no tengo ni mínima idea de por que parece ser que está enojado conmigo.

Acomodo mi mochila y entro a la escuela tratando de evitar a los demás alumnos, solo en mente el objetivo de ir a mi casillero lo más rápido posible. Caminando intento despejar mi mente y no pensar en él, en que no vino a la escuela ayer y me ignora vilmente.

Abro mi casillero y busco los libros que busco cuando siento unas manos rodearme la cintura y atraerme a un cuerpo masculino. Siento su aroma y mis facciones se relajan.

—Hola diablillo

—Angelito — el acerca su nariz a mi cabello y toma una larga inhalación. Me hace dar media vuelta y tomar mi rostro con ambas manos —¿Por qué esa cara ángel?

—... Xavier sigue sin contestarme.

El me mira por unos segundos como si analizara que en verdad me esta afectando la distancia que a puesto mi mejor amigo.

—Dale un poco mas de tiempo, tal vez no esta listo para contarle lo que sea que le pase.

—Es que el no es así Lucien, es siempre es abierto conmigo no suele ocultar nada de mi

—Bueno siempre hay una primera vez nena, no te estreses. Todo se solucionará.

Estudio sus ojos calmándome con ellos y acepto sus palabras, suspirando más aliviada.

—Tomare tu palabra.

—Eso es, ahora ve a clases — dice sin soltarme hasta que deposita un beso en mi frente.

Se que la gente nos está mirando, pero con el cerca de mí es fácil ignorarlas. Me alejo de el cierro mi casillero y dándole la ultima mirada voy a mi primera clase del día.

...

Pasan las horas y aun que ya no traigo tan arraigado a la mente la falta de Xavier mi mente traicionera siempre me lo vuelve a recordar de vez en cuando lo cual me produce ansiedad. Quiero regresar a casa, encerrarme en mi cuarto y escuchar música. Falta poco para la salida así que solo puedo ponerme mis audífonos inalámbricos y perderme en cada canción.

Bird set free suena y la tarareo sin saberlo, no me doy cuenta hasta que siento la presión de una mirada y al levantar la vista noto que mis labios se están moviendo y es Lucien quien me ve y vine acercándose. Guardo mis audífonos y levanto mi vista a él.

—¿Quieres acompañarme?

—¿A dónde? — pregunto extrañada.

—A nuestro lugar.

—Todavía me falta una clase, pero después de ella con gusto te acompaño.

—Me refiero en este momento nena.

—¿Ahora?

—Si ahora — me sonríe.

—Estás loco.

—Tomare eso como un si.

Toma mi muñeca y me guía al estacionamiento donde nos montamos en su motocicleta y arranca. Cuando llegamos al parque manzanero me doy cuenta que acabo de cometer una estupidez, me salte mi última clase, biología y soy terrible en biología.

—Hey— vuelvo mi atención a el —Este lugar no acepta el estrés así que libera tu mente de cualquier preocupación que este maquinando. Te quiero para mí en estos momentos.

Siento mis mejillas ruborizarse.

—Como digas — le entrego mi mochila el cual el se lo pone, es cuando me pregunto que Lucien no lleva nunca mochila a la escuela, ¿Qué hará en clases? El comienza a caminar y lo sigo al lado.

—¿Cómo es que pasas tus clases? — pregunto.

—¿A qué te refieres ángel?

—Nunca llevas mochila, ni lápices ¿Cómo haces para estudiar?

Hace una de esas sonrisas de lados lo cual creo que hizo me ruborizara aún más.

—Tengo buena memoria, el truco de mi estudio es solo prestar atención. No necesito apuntes ni preguntar nada. Normalmente lo que llevara el examen siempre lo dicen en clase los profesores

—¿Entonces tiene memoria fotográfica?

—Exacto ángel.

—Eso debería ser trampa.

—¿Trampa por qué?

—No es justo que tu no pongas mucho esfuerzo y lo demás si, yo me mato estudiando.

—Es que ahí esta el error ángel, no necesitas demasiado esfuerzo solo enfoque. Mira te enseñare.

Se detiene y me hace colocarme enfrente de el bastante cerca a lo cual debo levantar un poco la vista para verlo al rostro.

—Mírame a los ojos.

—Odio el contacto visual Lucien.

—Ya lo se, pero quiero que me mires princesa.

Muevo mis manos nerviosa pero me rindo y levanto la vista sus ojos, no es que me desagrade verlo a los ojos pero me pone demasiado ansiosa. El tiene unos ojos verdes hipnotizantes.

—Ahora quiero que olvides cada pensamiento, no necesitas pensar en nada más en este momento.

—Okay — digo sin despegar la mirada todavía.

—Dime que fue lo que viste en tu clase de matemáticas hoy.

Por un momento sentí la necesidad de recodar todo

—No fuerces el recordar aun, simplemente dime lo que recuerdas.

—Amm... vimos sobre el diagrama de ven.

—¿y de que trata?

Le cuento detallada mente lo que me explicaron y sorprendente recordé mucho.

—Ves ángel, el truco es enfoque y analizar todo en su momento.

—Ya veo, aun así, no creo que me funcione siempre. Soy muy distraída.

—¿A si?

—Aja de hecho-

Estaba apunto de contarle una anécdota cuando sus manos toman mi rostro y estampa sus labios con los míos. Enciende el beso de manera frenética pero dulce sin ser demasiado brusco, pero me hace saborear nuestro beso como si estuviéramos saboreando la mejor Coca-Cola del mundo. Me suelta y me toma un momento recuperarme por que creo acabo de entrar a un subespacio de mi consiente que tomo unos segundos recordar que estoy en la realidad.

—Si, comprobado que eres distraída.

—Oye, eso no es justo.

Intento golpearle el pecho, pero me esquiva y decido ir detrás de el para lograr darle un golpe. No logro alcanzarlo cuando mi teléfono suena y al ver la pantalla descubro que es mi mejor amigo que me esta llamando. 




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