El Ángel del Diablo

“La quiero devuelta”

“Odio cuando… su enojo se convierte en lágrimas”

Lucien

El camino para llevarla en el hospital mientras se encontraba inconsciente en mis brazos fue el peor miedo que sufrí. Intentar moverla, tocarla su rostro para que abrieras sus lindos ojos.

Mi mente se nubla, quiero concentrarme solo en ella, pero solo pienso en averiguar dónde están los hijos de puta y hacerle lo mismo multiplicado por mil veces aún peor de lo que ella a sufrido.

Ahora me encuentro en una silla de hospital esperando fuera con ella en esa habitación mientras la revisan y los segundos se hacen largo para que me digan que va a estar bien, o que no la volveré a ver.

El olor a hospital no me ayuda con mi nerviosismo, Ren está a mi lado y se que no puede evitar ver como juego con mis manos mientras las vuelvo puño queriendo golpear algo, pero sé que no es el lugar ni momento.

—¿Amigo quieres que le hable a Xavier? — me pregunta Ren.

Miro al suelo unos segundos, el es su mejor amigo o supongo que sigue siendo su mejor amigo y fue el quien me aviso así que sé que a él le importa esta chica tanto como yo.

—Llámalo.

...

Unas cuantas horas pasan, Xavier ha estado intentado que le digan información del estado de ella, pero siempre es la misma respuesta. La siguen atendiendo. Al fin dan las siete de la noche cuando sale el doctor de Davina y se dirige a nosotros.

—¿Cómo esta ella? — pregunta Xavier adelantándose.

—La señorita Davina en este momento a despertado y esta estable — al fin me permito respirar con regularidad y mi pecho deja de oprimirse en preocupación —Sufrió varias lecciones graves así que debe seguir en observación.

—¿Podemos entrar a verla? — pregunto.

—Si claro, solo que tengo que decirles ella...

—¿Ella que? — ahora mis sentidos se alteran a mil y no espero a que el termine la oración y corro a su habitación.

Al entrar me encuentro a su figura sentada en su cama, pero viendo a un punto perdido.

—¿Davina? — la llamo, pero no levanta la mira ni se inmuta de mi presencia. Algo en mi sabe que algo esta mal pero como la veo físicamente parece estar mejor, solo algunos moretones en su bello rostro y brazos. No me quiero imaginar como estará el resto de su cuerpo.

—¿Ángel? Mírame quieres

Me siente frente a ella, pero sigue con la mirada baja ignorándome por completo, es casi como si no me escuchara para nada.

Decido tomar su rostro con mi mano y hacer que levante su rostro un poco y así me mirase a los ojos. Tiene los ojos cristalizados como si quisiera llorar peor eso no es lo peor de todo. Me mira y no hay ninguna reacción en ella, sus ojos se ven triste pero su rostro esta neutro sin ninguna emoción que expresar. Es como si no fuera ella misma y odio eso.

—¿Amor háblame por favor? — le suplico.

Pero ella sigue callada sin expresar nada mas que una mirada vacía. Entran a la habitación mi mejor amigo, Xavier y el doctor.

—Esta en shock, es estrés postraumático. Es como si estuviera ida pero solo es su cerebro tratando de superar el trauma. Llevara un poco de tiempo a que ella vuelva a estar como antes — explica el doctor.

—¿Cómo antes? — pregunto con rabia en mi voz sintiendo que estoy apunto de explotar en llanto —Mírela ¡es como si no fuese ella misma!

—Amigo cálmate — Ren se interpone entre mí y el señor médico.

Trato de disculparme con la mirada, mira a mi ángel por ultima vez antes de salir de esa habitación rápidamente. Mi pecho duele como si un fuego doloroso creciera dentro del y quiere explotar. Comienzo a caminar de un lado a otro pasando mis manos por mi cabello jalando con fuerza sin saber que hacer. Quiero ayudarla, quiero volver a ver su lindo brillo y su hermosa sonrisa. La quiero devuelta feliz.

Escucho alguien más está detrás mío, creí que vería a Ren cuando me diera vuelta y estaría para calmarme, pero para mi sorpresa veo que es Xavier que se ve triste.

—Ella va a mejorar — me dice

—No lo sabes... No lo sabemos y es todo mi culpa.

Quiero salir de aquí, quiero golpear algo o a alguien.

—El doctor dijo-

—¡El doctor una mierda!

—¡Lucien! — me grita.

Así que me quedo quieto y lo miro. De inmediato noto que hace lo mismo que Davina cuando se molesta arroja las cejas y aprieta los puños. Supongo que es algo que pasa cuando pasan mucho tiempo juntos. Y sorprendentemente esa comparación me hace relajarme.

—Ella va a estar bien y vamos estar para ella, si es tu maldita culpa entonces vas a estar ahí para ella no vas a enloquecer ni huir a hacer quien sabe que... ella te necesita

Entonces todo me vuelve a golpear dolorosamente

Ella me necesita, es cierto

Asiento y me acerco a el para tenderle la mano la cual acepta.

—Ella nos necesita

Por primera vez veo que Xavier parece estar de acuerdo conmigo.

....

Deje que Ren y Xavier fueran a casa para que durmieran y se ducharan mientras yo me quedaba con ella esta noche. Me senté en el sillón a su lado y tomé el control remoto mientras la dejaba dormir.

Deje pasar varios minutos intentándome distraer con algo en la pantalla, pero mi intención siempre volvía a la chica en la camilla.

Me acerque sin poder soportarlo más. Verla dormida me deja ver un guiño a como solía verla siempre. Se ve tranquila y en paz sin una marca de dolor y es así como mataría por siempre verla.

Mi dedos viajan a su frente donde acaricia el marca de su rostro hasta llevar a su mentón, su suave piel sigue un poco magullada, pero a juzgar por como lucen curaran en una semana o un poco más.

Parece que mi toque la despierta por que abre los ojos y me observa por largos segundos.

—Hola angelito — la saludo intentando sonreír, pero la verdad aun me entristece el vacío de sus ojos —¿Cómo te sientes?




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