El Bebé del Millonario

EPÍLOGO

Querida Zara:

 

Es la primera vez que tengo oportunidad de hablarte directamente, de dirigirte unas palabras sabiendo que pueden llegar a ti del modo que sea y, créeme, eso me genera esperanzas. Porque siempre tuve mucho para decirte y no lo hice, precisamente porque no tuve oportunidad. Cuando llegué a la vida de la familia maravillosa que dejaste, tú ya te habías ido. En todos los términos que esto se pueda concebir.

Ayer fue el cumpleaños de Ali, su primer añito y lo celebramos en Nueva York. En unos días debo regresar a Milán y comenzará el trabajo intensivo para que él aprenda italiano ya que, mientras mi trabajo permanezca vigente aquí, tendremos que seguir con Kerem.

Al principio, admito que no entendía cuáles eran tus razones para hacer lo que hiciste. Podría decirte que no estuvo bien, pero quién soy yo para juzgar, cada quien hace lo que puede y tu dejaste una huella de amor y de cuidado en varias personas durante tu vida terrenal, eres imborrable para todos, una madre ejemplar y una gran esposa. No obstante, tus secretos, que a tu parecer eran correctos, hicieron daño a los demás que no te podían entender.

Quizá, tendrías que haber sido honesta desde un principio, dañe a quien dañe la verdad.

Y sí, sé que amabas con locura a tu familia. Que les amas, estés donde estés. Intentaré hacer un buen trabajo en el cuidado tanto de Kerem como de Ali, son los hombres más maravillosos que podría haber encontrado en mi vida y eso solo pudo haber sido porque tú dejaste una huella de sensibilidad maravillosa en los dos.

Qué va, en todos. En Thammy, en Neville también, ellos te sostienen el respeto y la estima que te mereces.

Deseo que estés tranquila y que estés feliz.

Esta carta se ha de quemar con todas las cosas que serán desechadas durante la ceremonia en honor a las víctimas de tu vuelo.

Espero que tengas la paz que mereces, que todo el mundo merece.

De nuestra parte, ya encontraste tu redención.

Vuela alto.

No te juzgaré.

Intentaré hacer las cosas bien con tus seres queridos y entérate que cada día de mi vida, estaré feliz y agradecida contigo de escuchar la vocecita de Ali al reír a carcajadas. Es todo lo que necesito para saberme feliz.

¿Algún día nos encontraremos? Puede que en una vida siguiente.

Por ahora, pasaré por primera vez una navidad en familia como en mucho tiempo no lo hacía y siendo la mujer más feliz.

Todo gracias a ti.

Mujer, sé feliz.

Eleva tu ángel.

Que cuide este de tu bebé.

Yo también lo haré desde esta vida.

Con cariño y eternamente,

Juliet (Juls)

 




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