El Chico De La Mesa 4

CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO

 

 

LV. Ser capaz

 

 

Abril Martinelli

 

 

— ¿Vanessa? — pregunté cuando abrí la puerta de la habitación de mi residencia

 

— Hola, Abril. ¿Estás ocupada? — preguntó algo nerviosa, yo negué

 

— No, pasa.

 

Habia estado trabajando en mi proyecto final de la carrera cuando unos toquidos en la puerta me distrajeron. Y de todas las personas que creí que podrían ser, ella era de las últimas opciones

 

— Y, ¿a qué se debe tu visita? — pregunté algo extrañada

 

— Se que tal vez te sorprendió que yo estuviera aquí, pero bueno, hace unos días que no se nada de mi hermano, lo llamo y simplemente no contesta, y no quiero preocupar a mi mamá. ¿Tú sabes algo de él? — me pregunto, nerviosa

 

Lo cierto era que desde que pasó lo de la llamada de su padre, hace cinco días, no lo había visto, sólo habíamos hablado por mensaje, debido a que yo había comenzado con la etapa más sobrecargada de mi carrera; y él me había dicho que tenía demasiado trabajo. Así que ninguno había tenido el tiempo suficiente para vernos

 

— No lo he visto, pero he hablado con él por mensaje. ¿Paso algo de lo que no me enterará? — ella mordió su labio inferior algo nerviosa

 

— Es que, bueno, en unos días mi padre tendrá un evento muy importante. Y él quería que Alejandro fuera. Lo llamó pero al parecer discutieron o algo así. Y desde ese día él no nos contesta las llamadas. E intentado ir a su oficina pero solamente me dice que esta ocupado...

 

Pude notar la desilusión en su voz por eso último. Yo mordí un poco mi labio inferior, intentando buscar algo solución

 

— Tú quieres que él vaya, ¿no? — ella suspiro, antes de mirarme

 

— En realidad, ese "evento" es por mi... — susurro tan bajito que apenas pude oír

 

— ¿Por ti? — pregunté, confusa

 

— Si..., a mi me encanta pintar, y mi padre quería exponer mis obras, y yo quería que Alejandro estuviera ahí

 

— Vanessa...

 

— Yo sé que ellos no tienen una buena relación. Lo sé mejor que nadie, pero solo quería que por esta vez ignoraran sus problemas e hicieran una excepción — murmuro —. Era más que obvio que mi madre no iría. Pero tal vez Alex podía ir por parte de ella...

 

— ¿Y porqué no dijiste desde un principio que ese evento era por ti?

 

— Porque nadie querría ir... — susurro antes de mirarme — ¿crees que alguien se interesaría en el evento de una persona insignificante? Por supuesto que no. En cambio si mi padre decía que el anfitrión del evento sería el, todo el mundo querría ir y se interesarían en él

 

— Vanessa, tu también puedes lograrlo con o sin su ayuda. — comencé, poniéndole una mano en el hombro —. Si tu hermano lo logró, ¿tú porqué no lo harías?

 

— Alejandro desde pequeño a aprendido a salir adelante por si solo, así como tú; pero yo no, siempre me han facilitado todo, y aunque eso tiene su lado bueno, en realidad no lo es, porque después te das cuenta que tu no eres capaz de nada

 

— Claro que lo eres. Eres más capaz de lo que tú misma crees. Y tal vez sí, no será sencillo al principio pero eso es lo que lo hace especial; porque después, cuando miras de nuevo hacia atrás, te das cuenta del enorme camino que has recorrido y te hace sentir más orgullosa

 

« Dices no ser capaz de nada, pero has sido capaz de hacer pinturas que te aseguro son realmente buenas. Eres capaz de muchas cosas, Vane, que ni tu padre, ni nadie te haga creer lo contrario

 

Ella solo me sonrió un poco

 

— Y sobre Alejandro, no será fácil pero intentaré convencerlo a que vaya

 

— Tú también irás, ¿no? — yo sentí que la sangre me abondonaba e inmediatamente los nervios se apoderaron de mí

 

— ¿Y-yo? — pregunte nerviosa

 

— Sí, después de todo, te considero una gran amiga mía; y tal vez si tu vas, Alejandro también lo haga. Pero si el decide no asistir, quiero que aún así vayas tu. Por favor, Abril

 

— Esta bien. Lo voy a pensar

 

Vanessa inmediatamente me abrazo fuertemente, emocionada, yo sonreí algo nerviosa aún

 

— Gracias, Abril. De verdad muchas gracias por esto. Jamás te lo acabare de agradecer — yo le sonreí un poco más tranquila cuando mire su expresión de felicidad

 

Esto sería un gran reto, pero lo intentaría. Tenía que hacerlo por ella

 

 

(****)

 

 

— No. Y no insistas, Martinelli. Que no cambiare para nada de opinión — dijo, Alejandro, decidido

 

— Espera, escúchame 

 

— No

 

— ¡¿Por qué?! — exclame confundida

 

— Porque se a la perfección que si lo hago, me terminaras convenciendo, y terminaremos yendo con ese nido de buitres — contestó, yo suspiré frustrada

 

— ¡Tienes que ir! ¡Es muy importante que vayas!

 

— ¡No iré! ¡Y mucho menos para complacer al idiota que tengo como padre!

 

— ¡Esto no se trata de tu padre!

 

— ¿Ah, no? ¿Entonces de quién? Porque según yo, ese evento, es organizado por mi padre —. Yo abrí mi boca y después de cerré

 

No quería decirle que en realidad ese evento era para su hermana. Sería como arruinarle la sorpresa. Apreté mis labios intentando que se me ocurriera una idea, pero ya era muy tarde

 

— ¿Qué era lo que ibas a decir, Abril? — preguntó cauteloso — ¿A caso sabes algo que yo no? — yo negué un par de ocasiones

 

— No, por supuesto que no... 

 

— Abril...

 

— Esta bien. Si no quieres ir tú, no lo hagas. Pero yo si asistiré —. Parecio como si se le hubiera aparecido un fantasma frente a él, porque se puso casi pálido, antes de fruncir su ceño




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.