El Chico De La Mesa 4

CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE

                 

              LVII. Tus dos versiones y un muro



                                  Abril Martinelli



Note como estábamos por llegar cuando el auto comenzó a avanzar más lento debido a que había una fila de carros frente a nosotros. Mire a mi novio algo ansiosa, antes de hablar 



— ¿Habrá prensa? — le pregunté; el asintió, algo tenso 



— Es muy común en este tipo de eventos. Pero todo estará bien, tranquila — dijo, intentando sonreirme, aunque eso no impidió que viera que estaba igual de nervioso que yo 



— ¿Qué va a pasar si preguntan si somos pareja? — susurre tan bajito que incluso creí que no me había escuchado, cosa que no fue así, porque tomó mi mano un poco más fuerte 



— Les diré la verdad, ¿o no quieres que lo sepan aún? — preguntó rápidamente 



— ¿Qué? No, no. Es sólo que pensé que desearías negarlo y decir que sólo éramos amigos 



— No, claro que no diría eso. Que valga la pena todo mi esfuerzo para que me hicieras caso 



Yo reí, rodando los ojos 



— Dicho así, parece que me hacía del rogar 



— Lo hacías — murmuro, mirando hacia otro lado 



— ¡Claro que no! — exclame inmediatamente. Él rió, y justo en ese momento sentimos como la camioneta se detenía por completo 



— ¿Lista? — me pregunto, yo negué nerviosa, provocando que el sonreirá 



Alejandro fue el primero en bajar, para después ayudarme a mi a hacerlo; todos estaban espectantes para ver quién bajaba del auto. Y cuando salí por completo de este, los flash de las cámaras no tardaron en hacerse esperar. 



Alex tomó mi mano decidido y seguro. Yo suspiré antes de comenzar a caminar a su lado. 



Una persona nos indicó donde pararnos para que permitir que la prensa nos hiciera algunas fotos, y debo admitir que sentí una total eternidad esos pocos minutos en los que estuvimos parados en ese mismo lugar. Cuando finalmente acabó esa tortura, note como esta vez nos dirigíamos hacia un lugar donde se suponía le harían unas preguntas a mi novio, quien en ningún momento soltó mi mano. 



— ¿Quieres entrar ya? — me susurro al oído 



— ¿Qué no tienes que dar entrevistas? — pregunté, él hizo un pequeña mueca 



— No es una obligación. Si quieres entrar ahora mismo, por mi no hay problema. — yo le sonreí, antes de negar 



— Estoy bien, no te preocupes. Si quieres podemos ir con la prensa — él me sonrió. Antes de dirigirnos hacia los medios 



Tardamos al rededor de cinco o diez minutos en las entrevistas, donde Alejandro respondía la gran parte de las preguntas que le hacían. Mientras que yo esperaba pacientemente a su lado. Obviamente no faltó la tan esperada pregunta de sí éramos pareja, la cual, para sorpresa de ellos, Alejandro no evitó y respondió con una gran fluidez, afirmando que si estábamos en una relación al mismo tiempo que pedía a todos los medios, respetar nuestra privacidad y nuestro espacio. Y después de eso, finalmente entramos a la galería donde sería el evento 



Me sorprendí al ver las distintas obras que había por todo el lugar. La mayoría de las personas miraba con cierto interés cada una de ellas, y pude ver en los ojos de Alejandro el orgullo en todo su esplendor. 



— No puedo creer que todo esto sea de mi hermana menor — murmuro con una sonrisa en los labios. Yo mire de lejos las obras que rodeban toda la sala, antes de hablar 



— Es realmente hermoso todo esto — murmure. En ese momento, ambos vimos como Vanessa se acercaba a nosotros con una gran sonrisa en sus labios 



Se veía lindisima. Traía un vestido color verde jade de hombros caídos y suelto de la cintura hacia abajo. Su pelo negro estaba lacio y traiga un maquillaje algo cargado 



— ¡Sí vinieron! — exclamó llena de alegría, antes de abrazarme — ¡Te ves hermosa, Abril! 



— Muchas gracias; tu también te ves muy hermosa 



— Si, hola hermanita. Yo también me alegro de verte. Estoy muy bien, gracias por preguntar — ironizó mi novio, cruzandose de brazos. Mi cuñada le sonrió antes de abrazarlo 



— Muchas gracias por venir — le susurro. Alejandro también le murmuro algo al oído que no pude escuchar, ambos estaban abrazados y sonreí al verlos juntos 



Y por un instante recordé a mis dos hermanos. Óscar y Tomás. Hacía semanas que no sabía nada de ninguno. Solo hablaba en ocasiones con mis padres pero ya no coincidía demasiado con ellos. Ni siquiera para ir a esos almuerzos que años atrás amaba ir 



— ¡Vamos, quiero que vean todas las obras! — exclamó emocionada. 



Alex volvió a tomar mi mano antes de seguir a su hermana menor. Vimos distintas pinturas, Vanessa explicandonos el significado de cada una. Hasta que finalmente llegamos a una que llamó demasiado mi atención. 



Era una chica sin rostro, con lo que parecía ser un nudo en la garganta, y que al mismo tiempo se conectaba con la cabeza. 



— Y bueno, esta es una de mis favoritas. Sinceramente se le puede tomar demasiados significados desde la perspectiva de cada persona 



El nudo en tu garganta son todos tus pensamientos que te has esforzado por callar. Ese fue el primer pensamiento que me vino a la mente. Vanessa se dirigió a otro, y Alejandro también lo hizo, pero cuando notó que me quedaba viendo un poco más ese cuadro, se detuvo 



— ¿Pasa algo? — me pregunto, yo negué sin despegar la vista de la pintura 



— Vamos — nos dirigimos a otra más. 



Esta vez, era la simulación de un muro. Una misma persona de cada lado, intentando tocarse, pero siendo imposible hacerlo. Era la misma escenografía, solo que parecía ser en distintos momentos 



— La gran mayoría de personas que vieron este cuadro, piensan que se trata de dos grandes amores que no podían estar juntos. Pero esa no era la idea cuando la realice — murmuró, ladeando su cabeza 



— ¿Entonces cual es? — preguntó, Alex; yo suspiré antes de murmurar 



— Es la misma persona. Es tu mente. Es cuando intentas encontrarte pero hay algo que te impide hacerlo. Es cuando intentas cambiar pero simplemente no puedes. Cuando te das cuenta que hay un gran muro que no te deja conocer tu mejor versión 



« ¿Tirar el muro? ¿Traspasarlo? ¿Brincarlo? ¿Sacarle la vuelta? No sabes la respuesta, porque ni siquiera sabes que es, o quien es ese muro. A veces puedes ser tu mismo, ¿y cómo puedes traspasarte a ti mismo? No hay forma. Solo eres paciente y sigues luchando hasta encontrar las bases de ese muro y finalmente derribarlo. Mientras tanto, solo eres tus dos versiones y un muro... 



— Hasta que alguien verdaderamente lo entiende — susurro Vanessa, sonriendome. —. Tu lo entiendes — volvió a decir 



— Lo hago porque en algún momento me sentí así... — susurre. Alejandro me miró pero no dijo nada. 



Seguimos caminando hasta que Vanessa se detuvo frente a nosotros y nos sonrió 



— Les tengo una pequeña sorpresa a los dos — dijo emocionada. Yo compartí una mirada rápida con su hermano. Antes de que ambos la miraramos cautelosos 



— ¿Qué hiciste, Vanessa? — preguntó algo confuso, mi novio 



— Solo no se enojen. No lo hice con una mala intención...



Y sin más, nos dejo ver una obra realmente hermosa y significativa. Era el interior de lo que parecía ser una cafetería. Una mesera en una barra junto con otras tres personas a su lado. Y varios chicos en la mesa cuatro. 



Sentí mi corazón acelerarse cuando note que una de las meseras tenía un pequeño hilo rojo que se unía con un chico de aquella mesa. Mientras que todo en el fondo era de un color grisaseo, ellos eran el único color que había en aquel cuadro. 



— ¿Esos somos nosotros? — susurre 



— Sí. Sinceramente había demasiadas ideas en mi mente para hacerles un solo cuadro a ustedes dos. Así que bueno, intente tomar la mejor opción. El inicio de una historia muy complicada de amor... 



Ambos nos volvimos a quedar en silencio. Y solo por un instante. Sentí como podía viajar de nuevo hacia ese instante en el que todo comenzaba 



Recordé cuando lo vi entrar a la cafetería. Como todo comenzó porque odiaba que Nala y Leandro se sentarán a platicar con ellos mientras que Dayana y yo nos teníamos que hacer cargo de todo lo demás. Como Alejandro se ofrecía a llevarme a mi casa y como me defendió de Dylan. Volví a sentir ese instante en el que Rafael intentaba matar a Leandro con una cuchara y Alejandro había tomado el teléfono de Nala para llamarme y pedirme ayuda, y de paso robarse mi numero. Recordé como me fui enamorando de él. Cada momento juntos. También recordé la noche en la que todo se acabó, al igual que la mañana en la que ambos decidimos darnos una nueva oportunidad. 



Cada parte de nuestra historia juntos repaso por mi mente con tanta fluidez y nostalgia que sentí el nudo formarse en mi garganta. Todos esos momentos habían sido tan especiales porque en todos estaba él... 



— ¿Les gustó? — preguntó Vane, al ver cómo ninguno decía nada 



— Es realmente hermoso, Vanessa, de verdad muchas gracias por esto — dije abrazándola fuertemente. Ella miró a su hermano, quien no se había movido ni un poco 



— ¿Qué opinas tu, Alejandro? — él la miró, abrió un poco su boca antes de volverla a cerrar. Negó un poco antes de hablar y señalar el cuadro 



— Donde se te ocurra venderla, o deshacerte de ella, Vanessa, te juro que dejas de ser mi hermana —. Le advirtió, provocando una sonrisa de alivio por parte de su hermana 



Ellos se dieron otro abrazo mientras yo volvía a mirar el cuadro, antes de suspirar. 



— Vanessa, hija — escuchamos una voz a nuestras espaldas 



Los hombros de Alejandro se tensaron al instante, y su sonrisa desapareció. Se separó de su hermana y tomó mi mano, aún tenso 



— ¡Papá! — exclamó feliz su hermana. 


Antes de abrazarlo 



— ¿Ya estás lista? — preguntó el señor Schieber 



— Si, pero, ¿sabes si ya llegó Nick? — preguntó de nuevo Van 



— Si, esta afuera dando las últimas entrevistas... 



En ese momento, vimos como una pareja entraba, y Dios, me asombro demasiado el auto control que estaba teniendo Alejandro. Ya que el mismo chico y chica de la vez de la cena habían vuelto a aparecer. Suponía que ese tal Nick era su hermanastro y la otra persona bueno, no sabía quién era, o al menos su nombre como tal... 



Vanessa se acercó al otro chico quien la abrazo de inmediato y saludo con un intento de sonrisa a la otra chica. Antes de que se reunieran también con nosotros 



— Alejandro. Hace tanto tiempo que no te veía — murmuro Nick, antes de dedicarme una mirada 



— Y me alegro tanto por eso — atajó mi novio 



— Soy tan feliz por saber que el sentimiento es verdaderamente mutuo — hablo de nuevo, antes de que el Señor Schieber hablara 



— Es suficiente — los reprimió a ambos —. Será mejor que demos inicio al evento. ¿Megan, puedes acompañar a Vanessa para que den la orden de comenzar? — le pregunta a la mujer. Quien asintió, antes de mirar a la otra chica rubia 



— ¿Nos acompañas, Keyla? — preguntó, ella asintió sonriendo 



— Con permiso 



Y sin más las tres mujeres se retiraron, dejándome con los tres hombres que se lanzaban dagas con la mirada 



— Ya veo que si decidiste venir..., me alegro que me hayas escuchado — dijo su padre. Alejandro frunció su ceño 



— No lo hice porque tu me lo dijiste. Lo hice por mi hermana. Porque créeme que si hubiera sido un evento tuyo, ni siquiera hubiera puesto un maldito pie aquí — espetó. La mirada de su padre se hizo dura, para después bajar la mirada hacia mí 



— Señorita, Abril. Creí que no vendría. Este evento no es para todo tipo de personas — pude notar el veneno en su voz, al igual que pude ver que solo lo hacía para molestar a su hijo y de paso, hacerme sentir menos a mi; pero no se lo permitiría. No está vez. 



Yo sonreí, antes de hablar 



— Lo sé. Ahora me doy cuenta del tipo de personas que vienen aquí. — comencé, arrugado un poco la nariz —. Ser de la alta sociedad no significa librarse de estar o ser una escoria más en el planeta — hable con demasiada seguridad en mi voz. 



Lo mire con asco. Cosa que hizo que se enfureciera. Alejandro intentaba reprimir una sonrisa, antes de ponerme una mano en la cintura 



— Si nos disculpan, pero nos iremos acercando un poco al escenario — dijo Alex, antes de comenzar a caminar conmigo a su lado 



Note como sonreía ampliamente cuando se detuvo frente a mi 



— ¿Qué pasa? — pregunte, inocentemente. Él me sonrió aún más 



— Cada día me enamoro más y más de ti. — hablo felizmente —. ¿Viste su cara? Dios, daría lo que fuera por volverla a ver 



— No iba a permitir que me humillara de esa forma. Sabía que sólo buscaba provocarte, y no voy a permitir que hagan algo que te arruine a ti y a tu hermana la noche 



— Te amo tanto 



Me aseguro antes de besarme la frente, yo sonreí, feliz 



El padre de Alejandro subió al pequeño escenario que habían montado en aquel lugar, y después de agradecer a todos los invitados por asistir, continuó con un pequeño discurso, mi novio lo miraba con total aburrimiento, antes de que llegara el momento de la verdad 



— Como ustedes pueden ver, este evento no es como otro. — comenzó —. Ustedes saben que yo no soy un pintor o algo por el estilo; así que es más que obvio que esas obras no fueron realizadas por mi. Y hoy soy el hombre más orgulloso, al poder decir, que mi hija, es la gran y fascinante artista y dueña de estas obras. Así que por favor demosle un fuerte aplauso 



En ese momento, todos aplaudieron algo asombrados. El señor Schieber le hizo una señal a su hija para que pasará y ella, bastante nerviosa, subió al escenario tomando el micrófono. Miró a todos los que estaban ahí presente y por un momento retrocedió un poco. Nuestras miradas se encontraron y pude ver cómo en sus ojos había un terror inmenso, yo solamente le pude sonreír y le articule un "tu puedes", ella me devolvió la sonrisa y tomó una bocanada de aire para después hablar 



— Hola a todos, como ya me conocen yo soy Vanessa Schieber, y antes que todo, quiero darle las gracias a todos los presentes que se tomaron el tiempo de asistir. Yo se que muchos de ustedes no se esperaban esta sorpresa, y esque en realidad no había querido decir que este evento era en mi honor pensando a que nadie vendría — confesó, todos estaban atentos a cada palabra de la menor de los Schieber. Mi novio estaba más que orgulloso, la sonrisa que tenía en sus labios lo delataba —. Pero ahora que he escuchado todos sus buenos comentarios hacia mis obras, me di cuenta de lo que soy realmente capaz. Hace unos díasz alguien muy especial me lo dijo, y no tienen ni la menor idea de cuanto se lo agradezco — dijo mirándome, yo volví a sonreírle —. No necesito la ayuda de nadie para lograr que a otras personas les guste mi trabajo... 



« La gran mayoría de estas obras que ustedes pueden ver ahí, son sentimientos que las personas podemos a llegar a experimentar sin que las demás personas se den cuenta. Es la realidad de un ser humano; es la realidad de un corazón destrozado 



« De verdad espero que todos disfruten su estancia en el evento y que puedan comprender y apreciar mi trabajo. Por último, quiero agradecer a todas las personas que me han apoyado hasta el último momento. A mi padre, a mis hermanos, a mi madre y a mi cuñada. De verdad muchas gracias por todo. En especial a ti Alejandro, gracias por nunca haberme dejado sola y siempre cuidar de mí. Eso es todo, muchas gracias por su atención 



Y sin más bajo del escenario entre aplausos, para después ser abrazada por Alex, quien estaba más que orgulloso de su pequeña hermana 



Yo sonreí felizmente, viendo como los fotografiaban pero ellos estaban centrados a su momento tan especial. Un momento después, la prensa estaba tomando fotos de la familia Schieber. 



— Abril — escuche que me llamaban, gire y pude ver a la rubia esa atrás mío. — Me da mucho gusto volver a verte — el tono que utilizo provocó que el escalofrío recorriera toda mi espalda 



— Me gustaría decir lo mismo — hable con firmeza, ella sonrió 



— ¿Te han gustado las fotos que han salido por todos lados? 



— Demasiado. Son hermosos recuerdos que han quedado captados en cámaras sin querer. — conteste comprendiendo que solamente quería provocarme —. Muchas gracias por eso, y también agradecele a mi querido cuñado de mi parte por favor 



Note de reojo como apretaba su copa con cada respuesta que le daba  



— ¿Estas insinuando que fuimos nosotros los que difundieron esas fotos? — preguntó con finjida indignación. Yo solamente volví a sonreírle 



— No lo estoy insinuando. Estoy segura de eso. No tengo pruebas, Keyla; pero estoy muy segura que tu y él fueron quienes comenzaron todo eso. — comencé poniéndome a la defensiva —. ¿Qué querían? ¿Qué Alejandro y yo termináramos peor? ¿Qué nos odiaramos? Pues creo que no le salió bien el juego. Porque después de todo, ahora él y yo estamos juntos y mejor que nunca. Así que solamente perdieron el tiempo 



Ella sonrió de lado, malévola 



— No des todo por ganado. ¿La vez de los Ángeles? No me puedes negar que esa foto que alguien tan misterioso te mando no afecto en tu decisión en dejar a Alejandro por segunda vez, ¿o me equivocó? 



Internamente sentí como el asombro llegaba a mi, así que ellos habían provocado esa foto 



— Cómo no lo sospeche antes. Ustedes mandaron a tomar esa foto y seguramente sacaron todo de contexto para que las cosas entre él y yo se arruinaran, ¿no es así? — la confronte molesta 



— Me doy cuenta que no eres tan estúpida como pareces 



— ¿Qué buscaban con eso? 



— Ver caer a tu querido novio. — confesó sin rodeos — esta demás decir que aún tengo muchas cosas que cobrarme de Alejandro y de ti 



— Yo jamás te he hecho nada malo 



— ¿Qué no lo has hecho? — espetó, acercándose un paso a mí —. Por ti mis posibilidades de volver a estar con Alejandro se hicieron nulas. Por tu culpa quedé como la burla de toda Italia porque me cambiaron por alguien inferior a mi; porque por tu culpa, perdí mi única oportunidad de formar parte de las empresas Schieber 



— Alejandro ni siquiera esta en esa estúpida empresa. Además, ¿qué no estas con Nick? Él te puede dar la vida que quieres si es lo que realmente buscas 



— Por favor, ¿Nick? Ese idiota no será dueño de nada. Y cuando el señor Schieber se muera, el quedará solamente con la protección de su mami querida. Y ni hablar de ella, que te aseguro en menos de dos años quedará en la calle. Los que realmente quedarán como hederederos de todo, son Vanessa y Alejandro. Y Alex, siendo el hijo mayor, es el que mayor herencia y poder resivira 



Yo la mire asombrada, antes de volver a hablar 



— Eso ya no es nuestro problema, y estoy segura que si eso es o no es verdad, Alejandro jamás lo aceptará 



— En eso tienes razón. Pero hasta ese momento, creeme que no voy a descansar hasta alejarte de su lado y yo poder estar con él y ser la señora de Schieber 



— Sinceramente lo llegue a sospechar — escuche una tercera voz. Desvíe mi mirada de Keyla, y note como Nick sonreía de lado —. Después de todo era obvio que nunca sentimos nada el uno por el otro 



— Nick... — susurro la rubia 



— No busques alguna excusa Keyla, conmigo sabes bien que no funcionan. Será mejor que te vayas de una vez por todas si no quieres que llame a seguridad 



— No me vas a correr de este lugar. Ambos tenemos muchas cosas que perder y no planeo caer sola — el la miró con asco 



— No nos engañemos, sabes que aún después de que se sepa todo, la única que caerá serás tú. 



Ella lo miró con odio puro, para después dirigirse a mi 



— Esto no ha terminado, Abril 



Una vez dicho esto, se dio la media vuelta y se fue bastante molesta. Yo busque con la mirada a Alejandro, y note como seguía tomándose fotos con algunos otros invitados, bastante lejos de donde yo me encontraba. De verdad quería que estuviera conmigo en este momento 



— Al fin podemos hablar tranquilamente, cuñadita — susurro Nick mirándome; yo lo mire firmemente, ocultando mi nerviosismo 



— Yo no tengo nada que hablar contigo 



— ¿Por qué tan a la defensiva? — dijo, ladeando su cabeza —. No tengo nada contra ti, Abril. Tu nunca has hecho nada en mi contra, y no planeo hacerte daño. Al menos no yo 



— ¿Y a Alejandro? ¿Él que te ha hecho para que lo odies? — pregunte, alzando mi ceja. El rió antes de darle un trago a su copa 



— No lo odio. Simplemente me causa satisfacción molestarlo. Tal vez no nos llevamos bien, pero no lo odio. Mi madre es la que lo hace, y mi padrastro tampoco lo odia, solo que es un mal padre que le interesa mas el beneficio económico que otra cosa 



— No te creo nada 



— No lo hagas. No me interesa si lo haces o no. Solo pregúntate ¿porque odiaría a Alejandro y a Vanessa no? No tendría sentido. A mi hermana la quiero demasiado, es la persona más importante en mi vida, y se que ella también quiere demasiado a Schieber; nunca me atrevería a dañarlo hasta el punto de provocarle su muerte 



Yo lo mire con cautela, el volvió a tomar de su trago. Antes de volver a hablar 



— Alejandro puede odiarme, pero yo a él no lo odio. Y sinceramente, ya estoy harto de este estúpido jueguito de dos niños pequeños peleándose cada tres segundos. Fue entretenido por un instante, ahora es aburrido. Dile a mi querido hermano que ya no tiene porque preocuparse por mi. — dijo guiñandome el ojo —. Pero eso no quiere decir que ya todo será color de rosa. Hay personas que aun los querrán ver caer y ustedes saben perfectamente quienes son esas personas. Adiós cuñadita 



Una vez dicho eso, se dio la vuelta y se fue hacia otro lugar de la sala 



Yo suspiré y mire todo a mi alrededor. Muchas de estas personas querrían ver a Alejandro caer, pero yo no lo permitiria, asi tuviera que dar mi vida para protegerlo, no permitiría que lo dañaran.   

 




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