El Circo Y El Verano No Van De La Mano

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Al ir creciendo entre juego, llanto y estupideces de niños que fuimos dejando atrás al igual que la insoportable adolescencia, nos convertimos en adultos, (ya podía describirla un poco más) ella se había convertido en una persona indispensable para mí, no era millonaria por dinero, pues tampoco lo tenía (éramos una clases social media), ella era millonaria para mí porque era una persona genial y magnifica, me comprendía en todo y siempre estaba cuando yo la necesitaba.

Un día de abril yo ya tenía todo magníficamente planeado

  • ¿Emma me acompañas?
  • ¿Donde?
  • A un restaurante
  • Pero yo ya preparé la cena
  • Esta vez quiero que vayamos a algún lugar
  • Está bien

Salimos, yo empapado de nervios y ella llena de incertidumbre, no pronunció ninguna palabra en todo el camino, sólo agarraba mi mano y fijaba sus ojos hacia el piso

Al llegar al restaurante, como todo un caballero arrastre la silla para que ella se pudiera sentar, agradeciéndome tomó asiento, pero la noté un poco triste

  • ¿Qué te pasa?
  • es que es algo tonto
  • solo dime
  • pienso que no te gusta mi comida

Solté una carcajada y tomando su mano la miré a los ojos (como siempre lo hice)

  • me encanta lo que cocinas
  • gracias

Su sonrisa volvió, pedimos el menú y los dos pedimos la especialidad de aquel lugar, acabamos de comer y salimos y yo aún guardaba mi futuro en el bolsillo de mi chaqueta, no sabía cómo pronunciar esas palabras mágicas, íbamos de regreso a casa y seguía sin ideas, hasta que solo faltaban unas pocas casas para llegar, donde había una banca

  • ¿espera, nos podemos sentar allí? Le dice con mucho miedo.

Sin preguntas obedeció, ella se sentó y yo me arrodillé, mirando a sus ojos salieron las palabras mágicas

  • Emma cásate conmigo

Saqué el anillo de mi chaqueta y abrí el cofrecito. Ella se llevó las manos a su boca y lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas, yo no podía creer lo feliz que estaba al escuchar mi propuesta.

  • Claro,aceptaré,sábes que me quedaría junto a ti
  • Prométeme que te quedaras junto a mi
  • Ahora siempre estaré a tu lado

Esas fueron sus palabras, agarré el anillo y lo puse en su dedo, pedí permiso a su madre y hablé con mis padres.

Dentro de algunas semanas nos casamos, en aquel día ya sentía que ella era la mujer con la que me quería quedar toda la vida,sentí que éra la mujer indicada para mi,cuando todo estaba más feliz yo le pregunté

  • ¿Cuál es tu sueño?
  • Solo quiero estar junto a ti en una puesta de sol
  • No es para nada complicado
  • Si lo sé
  • Lo cumpliremos te lo juro
  • Si, te creo

Hasta esos días siguientes a nuestra boda todo iba de maravilla, pero no sabía todo lo que nos esperaría




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