El Corazón del Alpha

Capítulo 16

Adeline

Dos días después

Estos días en el castillo los he sentido tan raros. Desde la presencia de Chloe, las cosas, se podría decir, se pusieron muy tensas, la verdad.

No puedo estar dando vueltas por el castillo; ya se acabaron los días de estar en la biblioteca privada. Siento que esto ya no es parte de mi hogar.

—Adeline, te estoy hablando. Quiero que te concentres en los entrenamientos. Si tienes que aprender a meditar, eso te ayudará con tus visiones. Dime, ¿has tenido otra?

Alaric tiene cara de pocos amigos, pero no le he prestado atención en estos dos días, más aún después de lo que me dijo aquella señora en el baile.

—Lo siento, no me he sentido bien desde el baile, y no he tenido otra visión. Lo que me tiene en la cabeza es que una señora se me acercó a mitad de la noche para decirme unas palabras raras sobre mí.

Él me mira serio.

—¿Me puedes dar tu mano para ver quién era esa señora? Quiero saber algo de ti.

Asiento, me acerco lentamente hacia él y le doy la mano. De momento, sale un humo, y ambos vemos exactamente lo que vi aquella noche.

Se ve a una señora con un velo en la cabeza, pero bien vestida.

—Es la primera vez que salgo de noche a verlo. Es muy hermoso.

—Y eso que no has visto todo. Eres muy hermosa, y eso que te falta mucho por cambiar, pequeña... No te sientas sola en un lugar donde piensas que no eres bienvenida, porque estás equivocada. Tú tienes una loba blanca en tu interior. Eres una reina. Tienes poderes que nadie ha tenido, solo el Rey. Y eres, y serás siempre, una reina que pasará por mucho, claro que sí, pero ten solo algo en claro: tu poder está en tu interior.

Alaric suelta mi mano y me mira seriamente.

—Pensé que esto era pequeño, pero es más grande de lo que imaginaba. La clase se tiene que cancelar hoy. Si vuelves a ver a esa señora, no te acerques a ella. ¿Me entiendes, Adeline? Dime que lo harás.

—¿Pero qué está pasando para que me digas eso?

—Muchas cosas no son como las imaginamos...

Alaric

Creo que tenemos un gran problema... y uno muy grande.

Llego adonde está Luna, dejando atrás a Adeline en el campo de entrenamiento. ¿Cómo es que no lo vi antes?

—¿Qué pasa? ¿Por qué vienes así de rápido? ¿Le pasó algo a Adeline?

—No, pero ¿por qué no me dijiste que Sara estaba en el baile? Sabes que puedes sentirla donde sea, más aún siendo tu hermana. ¿Sabes que se le acercó a Adeline y le dijo que tiene poderes que nadie más tiene? ¿Cómo es posible que Adeline sea una loba casi alfa? La única razón que tengo es que ella tenga algo que ver con Sophia... y no me lo niegues, que puede ser.

Ella mira a todos lados con preocupación.

—Es mejor que no digas nada, por favor. No sé muy bien qué pasó esa noche. No sé por qué ella se parece tanto a Sophia, ni qué poderes tiene, ni cómo está relacionada con ella. Pero de algo estoy segura: Sophia hizo algo antes de morir. Y si es lo que pienso... Adeline es la que traerá el equilibrio a la manada de nuevo. Solo tenemos que esperar.

Yo solo espero que las cosas no se pongan peores... y más aún si ella puede ser algo muy importante para todos nosotros.

En otro reino...

Vlad

—Mi señor, le tengo noticias de las manadas del sur.

Miro a uno de mis fieles sirvientes.

—Diga, soy todo oídos.

—Parece que el Alfa Káiser se va a casar con la hija de la manada Luna Cambiante. Se llama Chloe. Pero lo que más me llamó la atención es que hay una chica que es casi idéntica a la joven Sophia. Es algo muy raro, pero lo es.

¿Qué es lo que me está diciendo?

—¿Estás seguro de lo que me dices? Acércate a mí, quiero ver si me estás diciendo la verdad.

Él se acerca lentamente hacia mí, con miedo... pero ¿quién no me tendría miedo? Con un solo movimiento puedo hacerlo morir.

Le extiendo la mano y la sostiene.

Recuerdos

Veo a una chica con un hermoso vestido color rojo, con una piel blanca como la nieve, ojos claros como mi princesa y un cabello más castaño que el chocolate.

Presente

Es verdad.

—Creo que voy a tener que hacer una visita a la manada.

Miro hacia el otro lado de la sala del trono, hacia el retrato de mi princesa.

Mi vida.

Me la arrebataron sin ninguna razón, solo por cómo era...

—Abuelo...

Miro hacia la puerta y veo el mismo reflejo de mi querida hija en ella.

—¿Qué hace mi princesa levantada a esta hora? ¿Otra vez esas pesadillas?

Ella asiente.

Desde que nos arrebataron a su madre, siempre ha vivido con esas pesadillas que la consumen... pero son más bien visiones. Todavía no está lista. Está por cumplir doce años, y tiene que aprender a manejar eso... más aún si es mitad loba y mitad vampiro, como yo.

—Pero esta vez fue distinta —dice—. Como si fuera algo más pesado... También me encontré con mi madre en mi sueño. Y con mi hermano.

Me levanto del trono, le hago una seña a mi sirviente para que se retire, y me acerco a mi pequeña flor.

—Amor, ¿a qué te refieres con eso?

—Era como una señal. Me dijo: "Ya es hora, cariño. Lo que viene no será fácil, será difícil. Pero no podemos bajar la cabeza ante nadie. Eres la hija de la luna azul y de sangre. No te sientas sola, porque hay mucha gente que te cuida y te protege, y sobre todo, alguien que está destinado a conocerte... a ti y a tu hermano."

Suspiro.

Ya sé lo que hiciste, Sophia...

No sé por qué se me vino ahora esta parte, pero creo que le da un toque distinto a la historia. Nuestra pequeña Sophia tiene muchos secretos, ¿no?

Doce años han pasado desde la catástrofe, y da a entender que Sophia no solo era una loba, sino también un vampiro. Pero, sobre todo, sus hijos están vivos... ¿cómo es eso posible?

¿Qué tiene que ver Adeline con todo esto?




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