El deseo de Sarah

CAPITULO 10 AMAIA

 Hoy es la carne asada de Oliver, nos ha invitado a mí y a simone, mis suegros se han ofrecido a cuidarme a Maia, Oliver se ofreció a venir por ella, a sí que la aliste temprano, puse en su mochila todo lo necesario para por el fin de semana, simone que llego desde anoche a sí que como es la tía consentida le toca peinar a la criatura.

 

—Maia esta lista —entra simone con Maia, le ha hecho dos colitas con trenzas, se le ven muy hermosas.

—Olivar me ha mandado mensaje, ya está llegando por ella.

—Iré a dársela yo, a sí que despídete de ella de una vez

tomo en brazos a mi hija y la lleno de besos, no me gusta separarme mucho de ella, pero sé que los abuelos la aman y también necesitan de ella, gracias a Maia todos salimos adelante después de que Osvaldo se fue.

 

Estamos listas esperando el Uber que pedimos, ni simone ni yo queremos manejar, simone prometió emborracharme y yo voy a dejarme, hace mucho que no me divierto y quiero ir poco a poco saliendo de mi zona de confort, tengo que hacerlo por mí y por Maia.

—vas bien chula amiga, ese vestido que te compre te queda espectacular.

Es un vestido escotado pegado al cuerpo color salmón, simone me lo ha regalado, y me obligo a usarlo el día de hoy, no sé a cuantos amigos ha invitado Oliver, simone va con la intención de emborracharme, y tal vez yo también tenga esa intención hace cuanto no salgo a divertirme desde que Osvaldo enfermo no volvimos a disfrutar, es que su enfermedad avanzo demasiado rápido, aunque fueron muchos meses que lo tuve con vida fue muy difícil para mí estando embarazada, pero mi Osvaldo fue un guerrero nunca se rindió y se hacía el fuerte para mí. No me di cuenta de que una lágrima cae.

—oye bebe no llores, osvi bebe estará feliz de verte bien, sabes que me hizo prometerle que trataría de hacerte feliz, y no me la dejas fácil eeeh.

Sonrió por lo que ha dicho, es verdad osvi como ella lo llamaba siempre, le hizo prometerle delante de mí que cuidaría de mí, aunque sé que también lo hizo con todos en su familia, lo que más sentía Osvaldo era dejarme sola, sabia que no tengo a nadie, solo lo tenía a él, pero me ha dejado lo mejor de mi vida a mi pequeña Maia.

Los brazos de simone me envuelven.

—hoy nos vamos a divertir.

—y de paso nos podemos llevar a alguien a la cama

—simone

—bueno yo, Oliver tiene unos amigos, buenísimos, espero tener suerte.

Llegamos a la casa de Oliver, pagamos el Uber y bajamos, el vestido se me sube a sí que voy distraída bajándomela, hasta que choco con un cuerpo.

—lo siento iba distraída.

—hola Amaia, —Flavio está sorprendido de verme al igual que yo.

—hola guapo—contesta rápidamente mi amiga

—hola —disculpa no sé tu nombre

—simone 

—Flavio 

—oh haya esta Jose Luis iré a saludarlo, cuida a mi amiga —simone voltea y me guiñe un ojo.

—no pensé encontrarte aquí.

—Osvaldo es mi cuñado

—en serio, claro, después que llegue de casa, pensé que tu esposo me recordaba a alguien., recuerdo que Osvaldo me contó qué… Bueno, eso, no estábamos aquí, si no en los ángeles. Nos hubiera gustado acompañarlo.

—Amaia que bueno que llegaste, pero estás hermosa, mírate —me dice mi cuñado, que viene de la mano de su novia naty, habían terminado, pero volvieron hace poco.

—hola Oliver —lo abrazo

—hola naty —intento abrazarla, pero ella no me lo permite,

—nos vamos a donde íbamos—no le da chance de nada por qué lo jala y se lo lleva

no sé qué le pasa, sé que no le caía tan bien, pero nunca había sido tan grosera conmigo, tendré que preguntarle la razón de su actuar

— ¿dónde dejaste a Maia? —escucho que me pregunta Flavio

—está con los papas de Oliver —¿y tus niños?

—están con los abuelos, solo que ellos tienen una guardería, se quedaron con todos los niños de casa.

—Flavio —se acercan a nosotros una pareja, a los que de inmediato identifico por qué lo vi aquella vez en el celular de Flavio.

—hola—la chica de cabello ondulado me saluda

—hola —sin decir más ella me abraza.

—¿tú debes ser Maia? Te reconozco de una foto que mando fla al grupo, cuando salieron zoológico —soy Madison y él es mi esposo Orestes

¿Foto? ¿De qué foto habla?, Flavio me tomo una foto.

—no se llama Maia, su hija se llama Maia, ella se llama Amaia.

No me di cuenta de que Madison me llamo como mi hija.

—lo siento Amaia.

—Descuida, no me di cuenta de que me llamaste Maia

—eres muy bonita, —mira a Flavio y lee sonríe

—gracias tú también eres muy bonita, y es la verdad, tiene un cuerpazo.

—muchas gracias con 5 niños es un halago.

—¿5? Debe ser muy pesado, digo maravilloso pero pesado

—uuf ni que lo digas, pero la verdad tengo mucha ayuda, por qué tenemos 8 niños en total

Flavio está un poco tenso y no sé por qué, tal vez le incomoda que sepa cosas de su vida privada, ya sé lo que paso la otra vez que vi sus fotos, claro yo hice mal no me justificó.

—pero es tan maravilloso tener tantos niños, soy la más feliz del mundo, bueno tener una adolescente en casa, es un caos, sobre todo por un papa y un tío celoso.—sabes que el otro día fue un amiguito de Zoe y Orestes y Flavio lo asustaron tanto que ya no va a casa ni por error.

—claro por qué si era mayor que ella y no, no iba con la intención de hacer a tarea, por dios madi ni siquiera iba a su clase.

—lo sé, por qué Zoe me lo dijo, solo quería ayudarla a pasar su materia.

—si aja y santa claus existe, —interviene Flavio

—solo son unos celosos.

Aunque yo no era partícipe de esta discusión, me siento agusto con ellos, Flavio dejo de estar tenso y se relaja, simone se unió a nosotros, y como Madison le cayó muy bien nos acoplamos todos, Oliver también se unió, pero solo, naty se quedó con una amiga de ella. Pero odia notar su mirada en mí.




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